Santos Cerdán ya hace vida de presidiario en la cárcel de Soto del Real. Desde que el juez del Tribunal Supremo ordenara su encarcelamiento por pertenencia a organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, es uno más de los reos que cumplen allí condena pese a que su ingreso sea provisional.  

No es el primer rostro conocido que pasa por el presidio madrileño. Por allí han estado antes que él Luis Bárcenas, extesorero del PP; Rodrigo Rato, exministro y exvicepresidente del Gobierno español e incluso Oriol Junqueras, cuando fue condenado por el procés.

Ser una cara más o menos conocida no sirve de nada. Las rutinas son las mismas para todos los internos, sin excepciones. Al contar con un perfil no conflictivo, está con internos bien adaptados y con buen comportamiento, aunque esto no le libra de coincidir con delincuentes comunes a la espera de juicio.

Santos Cerdán ingresa en la prisión de Soto del Real

Santos Cerdán ingresa en la prisión de Soto del Real EP/Foto: EFE

Cerdán comparte su celda de 10 metros cuadrados con un preso de apoyo, que se encarga de que su adaptación sea lo mejor posible y de evitar situaciones de riesgo, como peleas o autolesiones (al ser nuevo interno se le aplica el protocolo de prevención de suicidios).

La celda cuenta con una litera, ducha, escritorio, baño privado y televisión, comprada o heredada de otros internos.

El día de Cerdán arranca a las 7.30 horas, que es cuando suena la alarma que indica que es hora de levantarse. Quince minutos después, a las 7.45 horas, toca recuento.

El desayuno es sobre las ocho de la mañana. Cerdán debe llevar sus propios cubiertos y vaso de plástico. La comida es a las 12.30 horas en verano y le sirven en una bandeja con tres compartimentos. La cena es sobre las 8 de la tarde, antes de regresar de nuevo a la celda a eso de las 20.30 horas.

Actividades diarias

Al estar en prisión preventiva, Cerdán tiene más tiempo libre que los presos con condena firme. Estos tienen un un programa preestablecido de actividades y de tratamiento tras pasar un examen psicológico.

Cerdán puede asistir a talleres, realizar actividades deportivas, ir a misa, ver cine o participar en juegos de mesa. También puede hacer uso de la piscina del centro penitenciario.

Economato y llamadas

Los reos pueden adquirir productos en el economato como jamón, chorizo, café, tabaco... pero nada de alcohol. Aunque el gasto va en función del poder adquisitivo de cada uno, el tope máximo que pueden gastar es 100 euros a la semana, disponibles en una tarjeta, ya que no está permitido el dinero físico. Cada preso dispone de una cuenta de peculio donde los familiares ingresan el dinero.

La comunicación con el exterior de la cárcel es vía telefónica, no están permitidos los móviles ni Internet. las llamadas se hacen desde cabinas telefónicas. Hasta 20-25 llamadas por semana, de unos 5 minutos cada una y solo a 10 números autorizados, previa presentación de los contratos de titularidad. Respecto a las visitas, se realizan por locutorio con un cristal de por medio. Más adelante podrá tener acceso a visitas tipo vis a vis.