Sánchez pide expulsar a Israel de Eurovisión como pasó con Rusia: "No podemos permitir dobles estándares"
Defiende que no haya equidistancia con Gaza en el sector cultural tras la polémica surgida en el festival, donde han crecido las sospechas de que la representación israelí adultera la competición
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha creado un monstruo que está en un tris de hacer saltar por los aires el certamen musical que surgió tras la II Guerra Mundial como puente de hermandad cultural en Europa. La presencia de Israel en el festival de Eurovisión ha distorsionado el evento tanto en la veracidad de sus resultados como en el ambiente de crispación creado, en tanto que no pocas delegaciones de las respectivas televisiones públicas se han visto molestas, e incluso víctimas de una conducta coercitiva, por parte de la representación israelí, sobre la que recaen fundadas sospechas de que se aprovecha de la reglamentación del televoto para inflar su apoyo en detrimento de la competencia sana. Y, de paso, usan el concurso como herramienta de propaganda internacional que, por ejemplo, Rusia no puede utilizar desde que fuera apartada de las competiciones mundiales cuando dio inicio al conflicto bélico en Ucrania.
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La trascendencia de lo ocurrido este pasado sábado en Basilea, donde se dirimió la edición número 69 del festival, y que afectó también a RTVE, ha llevado a Pedro Sánchez a mostrarse tajante al respecto y defender la expulsión de Israel como consecuencia de su ofensiva militar en Gaza tras los atentados del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás: “Nadie se llevó las manos a la cabeza cuando se le exigió la salida a Rusia. Y, por tanto, tampoco debería hacerlo Israel, porque lo que no podemos permitir son dobles estándares, tampoco en la cultura”. Así se ha expresado el presidente del Ejecutivo español en la clausura de un acto cultural desde donde ha enviado “un abrazo solidario para el pueblo de Ucrania y al de Palestina, que están viviendo la sinrazón de la guerra y del bombardeo”.
Fue en febrero de 2022 cuando la Junta Ejecutiva de la UER anunció que Rusia no podría concursar en el festival tras la “crisis sin precedentes en Ucrania” y porque su participación en este concurso “desacreditaría la competencia”. Un argumento que, de momento, no han querido emplear con Israel. A nadie se le escapa que el patrocinio de Moroccanoil, una empresa de cosméticos que les reporta millones de euros y que en principio terminaba este año, es pieza clave para que la UER, comandada en este área por Martin Osterdahl y Bakel Walden, haya optado por mirar para otro lado aún a sabiendas de que un triunfo israelí provocaría la desbandada de muchos países, entre ellos algunos de los que sufragan el evento, los pertenecientes al llamado Big 5 (Reino Unido, Francia, España, Alemania e Italia). Televisiones públicas como la de Bélgica, Portugal, Eslovenia, Islandia o Irlanda también han llamado al orden a la UER.
Sánchez entiende “que se equivocan quienes exigen un sector cultural anodino, mudo, equidistante”. De hecho, ha indicado que se está viendo “al otro lado del Atlántico”, donde “nada más y nada menos que a brillantes cantantes se les exige el silencio”. Una referencia a la respuesta de su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, tras acusar a la estrella del rock Bruce Springsteen de ser un artista “sobrevalorado”, “más tonto que una piedra” y que tiene la cara “atrofiada como una pasa”. El cantante había afirmado que su “hogar”, los Estados Unidos, “está actualmente en manos de una administración corrupta, incompetente y traidora”. A juicio del líder del PSOE, “tienen razón aquellos que usan la cultura para defender valores que se pueden estar poniendo en cuestión”, como la democracia, reivindicar unos servicios públicos de calidad, denunciar la reacción que provocan conductas machistas, exigir un compromiso medioambiental “o pedir que cese la guerra, ya sea en Ucrania o también en Gaza, en Palestina”.
RTVE pide a la UER abrir un debate sobre si los conflictos bélicos condicionan el sistema de televoto en Eurovisión
Proceder de RTVE
"El compromiso de España con la legalidad internacional y con los Derechos Humanos debe ser constante y coherente, también desde Europa”, ha valorado Sánchez, en alusión al mensaje emitido el sábado por RTVE justo antes del festival donde se podía leer: “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”. El vídeo –sin sonido, con el mensaje en letras blancas sobre un fondo negro y de 16 segundos–, provocó la furia de la derecha española, que animó a votar a Israel con independencia de la calidad de la candidatura. Poco antes, la UER había advertido por carta a RTVE de posibles sanciones si durante la final se repetían los comentarios realizados en la presentación de la canción de la israelí Yuval Raphael durante la segunda semifinal. En ese momento, Julia Varela y Tony Aguilar recordaron que la cantante era víctima de los atentados de Hamás y apelaron a un llamamiento a la paz en Gaza, donde las víctimas son ya más de 50.000, más de 15.000 de ellos menores, según Naciones Unidas. Simples datos objetivos.
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