Pelillos a la mar. No ha habido ni una sola declaración altisonante ni han desafinado en ningún momento. Aitor Esteban y Eneko Andueza han inaugurado su relación con una primera reunión oficial en Sabin Etxea breve y sin margen para profundizar demasiado, pero donde las buenas formas han sido el principal mensaje. Por ejemplo, en la cita no han tenido cabida las últimas fricciones sobre el tren de alta velocidad entre sus partidos, PNV y PSE, y entre ellos mismos. El principal objetivo era escenificar que esta nueva etapa tras el ascenso de Esteban a la presidencia del Euzkadi Buru Batzar comienza con cordialidad, y se ha saldado con "pleno entendimiento". La expresión literal es del propio secretario general socialista, quien en los últimos tiempos había multiplicado sus desmarques del PNV en su intención de ampliar la base electoral del PSE y que tras el encuentro ha apostado, sin embargo, por que el funcionamiento del acuerdo "siga siendo tan bueno como hasta ahora". El elemento común ha sido una apuesta por la estabilidad y por abordar los mecanismos de coordinación entre PNV y PSE, pero no porque exista una tensión especial, sino que este propósito se ha presentado como algo cotidiano en el marco de unos acuerdos de coalición que duran ya diez años y tras una renovación absoluta en la Ejecutiva nacional jeltzale, empezando por su presidente, desde el 30 de marzo. De hecho, en la reunión estuvieron también los primeros espadas de ambos partidos, Joseba Díez Antxustegi y Maitane Ipiñazar por el PNV, y Miguel Ángel Morales y Begoña Gil por el PSE.

Tras la reunión de este miércoles, que ha durado poco más de una hora, Andueza ha confirmado que no se ha abordado el asunto del TAV: "Por nuestra parte, está perfectamente zanjado". Él dio un "tirón de orejas" hace unos días al lehendakari cuando interpretó que había defendido la conexión con Nafarroa por Ezkio-Itsaso, y esa crítica provocó una respuesta coordinada del PNV, pero el episodio no ha dado para más. "Nos une una entente que es la que dota de estabilidad a Euskadi, un elemento del cual nos sentimos muy orgullosos los socialistas. Es ese mismo acuerdo el que nos posibilita estar en todos los gobiernos y hace posible que las políticas progresistas puedan desarrollarse", ha recalcado el socialista, que ha comparecido en el exterior de Sabin Etxea y que acaba de completar su ronda de contactos tras ser reelegido como secretario general en el décimo congreso del PSE.

Discreción con el nuevo estatus "y mucha tela que cortar"

El socialista ha añadido que "ni tan siquiera ha estado encima de la mesa" el asunto del nuevo estatus de autogobierno, lo que sí podía parecer un intento de marcar perfil con un debate que nunca ha sido una bandera política del PSE. Pero Aitor Esteban, que ha comparecido tras él y en la sala de prensa jeltzale, ha confirmado que esa cuestión no ha estado en el orden del día. ¿Quiere decir que se han aparcado de manera deliberada los asuntos que podían generar tensiones en esta reunión? Por un lado, esta primera toma de contacto no era el lugar para hablar sobre el nuevo estatus, según explicó Esteban. Por otro lado, leyendo entre líneas, a nadie se le escapa que el expresidente del EBB, Andoni Ortuzar, había dicho en Grupo Noticias que el debate está encarrilado, pero Esteban le ha tomado el relevo con la intención de retirar el foco de los medios de comunicación sobre este asunto para que las negociaciones sean discretas, y para que pueda cuajar un acuerdo que tendrá muchos enemigos en el Estado. La apuesta es la discreción, y parece que EH Bildu, por boca de Pello Otxandiano, también había asumido ese criterio cuando rechazó entrar en detalles en una reciente entrevista en ETB-1. No fue así en el caso de Mertxe Aizpurua. De ahí que este miércoles haya sido desmentida por PNV y PSE.

Esteban reconoció de puntillas que hay avances, pero aclaró que llevará su tiempo, y que la portavoz de EH Bildu en el Congreso no tiene datos sobre lo que realmente se está abordando cuando dice que la negociación va mejor que nunca. En este caso, sobre todo, también Andueza ha tenido un recado para EH Bildu quizás en un intento de aplacar el protagonismo que buscan algunas voces de la izquierda abertzale, y ha querido aclarar que en este y otros temas serán los partidos de la oposición "los que determinen si se unen o no" a lo que acuerden jeltzales y socialistas. "Cada cual intenta vender su mensaje. En estas cuestiones, lo más prudente es la discreción. Tiempo tendremos para seguir avanzando, pero la sensación que tengo es que queda muchísimo por hablar y trabajar. Se mantiene el diálogo sin que prevalezca el protagonismo de unos o de otros. Aquí lo que gira en torno al eje que conformamos PNV y PSE son los demás. Tenemos la responsabilidad de gobernar y son los demás desde la oposición los que de alguna manera tendrán que determinar si se unen o no a la labor de gobierno", avisó.

Esteban ha dado a entender que la relación con el PSE ha comenzado bien. "Ha sido una reunión muy cordial, era necesaria. Hemos estado hablando de manera genérica porque era un primer encuentro. Hemos estado hablando de las mecánicas de relación entre los partidos porque nuestras ejecutivas eran diferentes, y por otra parte, hemos abordado temas de actualidad como el tema industrial, de energía, pero también de las mecánicas que se están implementando en las instituciones. La relación funciona bien. Y hemos hablado de la situación política en Madrid. Ha sido una reunión muy agradable. Las relaciones están ya muy engrasadas con los años que llevamos de relación con los socialistas. Entramos en una nueva era y empieza bien", ha puesto en valor.

Y ha confirmado que no se ha hablado sobre el nuevo estatus. "Estas conversaciones son discretas y tienen su ámbito dentro de los partidos. Y este no era el ámbito para hablar sobre este asunto. Van avanzando, vamos hablando, pero es un tema complicado, delicado, pretendemos que sea un acuerdo entre tres partidos, y llevará su tiempo. No vamos a hablar más sobre este asunto, pero no es un tema que mañana por la mañana vayamos a decirles que está hecho. Veremos si da sus frutos. Hay que ser optimistas pero no hay que darlo todo por hecho. Hay mucha tela que cortar", dijo, para añadir, en respuesta a los medios de comunicación, que Mertxe Aizpurua "no está muy al corriente". "Ha habido avances pero queda mucha tela que cortar, somos tres partidos y hay temas espinosos y delicados. Mi voluntad es avanzar todo lo que podamos y culminar con éxito", recalcó.

A dos años de las elecciones municipales y forales

Hasta ahí el contenido de las declaraciones de ambos partidos. El contexto, eso sí, va a suponer un reto para los dos, porque el PSE se ha marcado como aspiración ampliar su liderazgo, y las elecciones municipales y forales están a dos años de distancia. Mientras tanto, al Gobierno vasco de Imanol Pradales le quedan tres años por delante y el desafío será mantenerlo a salvo de las tensiones electorales que pudieran surgir. PNV y PSE gobiernan en coalición en el Gobierno vasco, las tres diputaciones, las capitales y buena parte de los ayuntamientos. Sobre el nuevo estatus y el papel de EH Bildu, cabe recordar que el PSE está vendiendo desde la pasada legislatura que ellos fueron los que pararon un acuerdo entre el PNV y EH Bildu sobre la Ley de Educación al introducir una referencia a los modelos lingüísticos, aunque esta interpretación nunca la ha aceptado el PNV y cree que fue el grupo de Pello Otxandiano quien tuvo vértigo. Pero ese recuerdo lo evocan los socialistas siempre que pueden para descartar un nuevo estatus entre PNV y EH Bildu.