No podría concretar la fecha en la que conocí personalmente a Aitor Esteban, pero la relación más estrecha surge en 2020, a raíz de mi designación como senadora autonómica. Unos años en los que hemos formado parte del “grupo de Madrid”, representando al PNV en la Cortes Generales: él en el Congreso, yo en el Senado. Confieso que el vértigo inicial que siempre acompaña a una nueva responsabilidad se disipa rápidamente cuando sabes que cuentas con el acompañamiento de una persona con el bagaje, la credibilidad y el respeto bien ganado como Aitor.

Han sido veintiún años los que ha estado día a día peleando, digo bien, peleando por los intereses de Euskadi, por mejorar el bienestar de la ciudadanía, defendiendo los derechos del Pueblo vasco y el reconocimiento de la Nación vasca. Así pues, tengo que hablar de él como un maestro y un compañero, dos papeles que, por difícil que parezca aunarlos, se conjugan juntos en él. Un maestro que muestra el camino, compartiendo con generosidad su conocimiento y experiencia, y un compañero que te hace partícipe de sus reflexiones y también de sus dudas, y que sabe recoger las tuyas.

Conoce como nadie los entresijos, las claves y los resortes que mueven la política estatal. Riguroso, serio, hábil y rápido en las negociaciones políticas, como reconocía un miembro del Gobierno: “Para cuando te das cuenta, él ya te ha sacado dos cuerpos de ventaja”.

Persona cercana, una fuente de sabiduría que nunca termina de sorprenderte, como aquel día que, al terminar una de nuestras reuniones en Sabin Etxea, al comentarle una anécdota propia de la idiosincrasia del Valle de Arana, mi Valle, en mi creencia de que seguramente nunca hubiera pisado tan recóndito lugar de Araba, de inmediato respondió contando cómo había disfrutado años atrás el día que conoció los parajes verdes que abrazan a nuestro municipio.

Ha sido un honor compartir este camino con nuestro respetado y querido Aitor Esteban. Un camino que no acaba aquí porque, desde su nueva responsabilidad como presidente del EBB, seguirá orientando la acción política de nuestro grupo en Madrid que, fieles a nuestro compromiso con el PNV y con la sociedad vasca, continuaremos la senda que ha dejado marcada. Orgullosos y orgullosas de haber formado parte de este equipo que él ha liderado durante tantos años, continuaremos trabajando con firmeza a la voz con la que él mismo se despidió del Congreso de Diputados: Gora Euskadi Askatuta!

La autora es senadora del EAJ-PNV