Tras activar un proceso de escucha con el objetivo de alcanzar un pacto sanitario y reconducir así uno de los debates que mayor desgaste estaba provocando a la administración, el lehendakari Pradales ha querido innovar también en la presentación de los Presupuestos para el próximo año. Aunque será el consejero Noël d’Anjou quien desgrane públicamente el proyecto este martes en Consejo de Gobierno, Imanol Pradales ha querido adelantar este lunes su filosofía y sus ejes principales con un formato novedoso, sin corbata y ante representantes de sectores como el sanitario o el industrial, en un encuentro informal con la ciudadanía en Lehendakaritza en el que ha presentado el proyecto Euskadi Berria; creciendo en bienestar, que va a inspirar las Cuentas. Ahí ha dejado ver la voluntad de su Ejecutivo de hacer un esfuerzo y ofrecer oportunidades (a pesar de los problemas que han ocasionado en la recaudación las devoluciones a los mutualistas). Pradales ha anunciado que los Presupuestos contarán con 15.728 millones de euros en 2025, “el Presupuesto más alto de nuestra historia”, y que, del mismo modo, la inversión sanitaria superará por primera vez los 5.000 millones de euros. Se romperá el techo de inversión sanitaria por persona, con 2.300 euros, una cifra que también marca un nuevo récord.

De esta forma, las Cuentas siguen la tendencia ascendente de los últimos años. Ya en 2024, los Presupuestos alcanzaron cifras históricas, 15.025,4 euros, lo que suponía, a su vez, superar en 774,7 millones el proyecto de 2023. En cuanto al gasto sanitario, para 2024 se activaron 4.896,6 millones, que ya en ese momento eran cifras nunca antes alcanzadas, y el gasto sanitario por persona escaló hasta los 2.200 euros. Eso sí, el contexto ahora es nuevo, porque Europa está recuperando los límites de deuda y déficit, lo que obliga a cumplir con los criterios de estabilidad presupuestaria; y además se han producido imprevistos en la recaudación por las devoluciones a los mutualistas. Y ahora, más allá de las cifras, Pradales ha adelantado en qué actuaciones se van a volcar las inversiones sanitarias. Mientras la mesa por el pacto de país mira a largo plazo, los Presupuestos tratarán de solucionar en el corto plazo con recursos económicos el problema de las "listas de espera" y "fortalecer la atención primaria".

Las prioridades

Ante una representación de agentes con los que se ha reunido el lehendakari en algún momento de su trayectoria y le han realizado aportaciones, Pradales ha resumido el espíritu de estos Presupuestos como un ejercicio de esfuerzo colectivo para un “país más próspero”. Pero también ha defendido el “rigor en el gasto y la inversión” porque “no llega para todo” y hay que priorizar, de manera que el endeudamiento se activará solo “para la inversión de carácter productivo y no para hacer frente al gasto corriente”; y se apostará por la sostenibilidad para “no hipotecar el futuro de nuestras hijas e hijos con nuestras decisiones”. Estas referencias y su apuesta por que las cifras no cieguen a nadie parecen un recado para la oposición, para que no utilicen como argumento la aparente disponibilidad de recursos para estirar hasta el infinito sus peticiones. Por otro lado, defendió la colaboración entre instituciones. El lehendakari ha citado el endeudamiento en un momento en el que no se ha reunido la Comisión Mixta del Concierto con el Estado para acordar el límite de deuda y déficit vasco. D’Anjou anunciará este martes qué cifra ha tomado como referencia.

En cualquier caso, el proyecto se ha redactado ya con estas apuestas claras, lanzando como mensaje que las prioridades son los servicios públicos, las inversiones en sectores de futuro, y el fortalecimiento del autogobierno y el euskera. El lehendakari ha dejado ver que ha tomado nota de las reivindicaciones ciudadanas, ya que ha citado de manera expresa las manifestaciones por los problemas de acceso al alquiler. En ese sentido, ha anunciado “330 millones de euros de transferencias directas de renta a las familias vascas y nuestra juventud” en ayudas por hijo, guarderías, becas, ayudas al alquiler de vivienda y programas de formación para el empleo. El propio lehendakari ya anunció en verano en una entrevista con este periódico que, como mínimo, le gustaría ampliar las ayudas de 200 euros al mes por hijo de los 3 años actuales hasta los 4, hasta llegar a 7 al final de la legislatura, o a 10 para las familias numerosas o monoparentales.

El lehendakari ha defendido que el proyecto pone la prioridad en fortalecer los servicios públicos (salud, educación, vivienda, seguridad, movilidad, protección social o justicia), invertir en transformaciones de futuro en materia de transición energética o atracción de talento, y reforzar “nuestro sentido de comunidad” con un reflejo presupuestario claro del impulso al aprendizaje del euskera o al autogobierno. La salud, que Pradales se fijó como prioridad desde antes de las elecciones, será “lo primero", pero también ha tomado nota de las "movilizaciones" de este mes en materia de vivienda: "Tenemos que encontrar soluciones".

Más cifras: 68 millones para las pensiones más bajas, 400 millones contra la exclusión social...

En ese ámbito de la vivienda, apostó por combinar la iniciativa pública y la privada, "ampliar la oferta y limitar los precios". Esta referencia a los precios confirma que el PNV está de acuerdo con actuar también por esa vía, aunque lo ideal para los jeltzales hubiera sido hacerlo desde Euskadi contando con una ley estatal menos invasiva que se limitara a funcionar como paraguas. En materia de seguridad, apostó por Cyberzaintza ante los peligros que puede traer internet para los menores de edad, y dio más cifras en otros ámbitos como la ayuda a las personas mayores, con 68 millones de euros para complementar las pensiones de las personas más necesitadas. Habrá 400 millones para las personas en riesgo de exclusión social.

En materia de inversiones, se destinarán más de 1.500 millones para el crecimiento, se va a preparar más suelo industrial, se apostará por mejorar las infraestructuras, ampliar los parques tecnológicos...

Euskera y autogobierno

Pradales quiso dar relevancia al capítulo relativo al autogobierno y la cultura vasca. Recordó que él mismo nació en una familia que no hablaba euskera y que su aita y su ama tuvieron claro que sus hijos debían tener la oportunidad de aprender la lengua vasca. Por ello, presentó el euskera como un "compromiso personal y comunitario, para mí y para el Gobierno vasco", y quiere que tenga "un reflejo claro en los Presupuestos".

Además, en materia de autogobierno, repitió que el objetivo (pactado por el PNV con el presidente Sánchez) es recibir todas las competencias pendientes antes de que finalice el próximo año 2025, avanzar hacia un nuevo pacto estatutario a través de la disposición adicional del Estatuto de Gernika que permite actualizar el marco vigente, consolidar un marco de "bilateralidad efectiva" con el Estado y un sistema de garantías imparcial, "fortalecer la identidad de nuestro pueblo, avanzar en nuestra proyección exterior, participar directamente en las instituciones de la Unión Europea", avanzar en la construcción de una sociedad que garantice "un reparto equitativo de la riqueza", y con oportunidades para la juventud y las personas necesitadas. "Recuperemos el espíritu que nos permitió alcanzar un pacto hace 45 años", alentó, para añadir que "se lo debemos a quienes nos precedieron, lo tenemos que construir en beneficio de quienes hoy vivimos en Euskadi y, sobre todo, de quienes nos sucederán".