“Imanol Pradales ha sabido interpretar el resultado y el mensaje de una sociedad plural”. Así se ha expresado el nuevo portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi, valorando un “proyecto compartido entre partidos de ideologías y tradiciones políticas distintas”. “En eso consiste un consenso, en tener diferencias y alcanzar puntos de encuentro, alejarse de los dogmatismos. Ni el PSE se va a convertir en nacionalista, ni el PNV va a ser ahora socialista”, ha señalado el dirigente jeltzale, poniendo en consideración “la experiencia de gobierno de ambas formaciones en todas las instituciones con buenos resultados y dotándolas de estabilidad”, tras dos legislaturas en coalición en Lakua y con ejecutivos también compartidos en ayuntamientos y diputaciones.

El PNV entiende que esta alianza tiene “mirada de futuro, visión de país, programa de gobierno y actitud política”. “El proyecto cuenta con un diagnóstico compartido frente a los retos globales a los que se enfrenta Euskadi, que nos exigen esfuerzo para abordar esta etapa transformadora desde la ambición que da el inconformismo y con la fortaleza de la suma de fuerzas diferentes”, ha explicitado Antxustegi, enfatizando asimismo las medidas “concretas” que proporcionarán a Euskadi “estabilidad política, institucional, económica y social en un contexto estatal y europeo de inestabilidad”.

Durante su intervención, el político alavés ha contrapuesto el programa “concreto” de PNV y PSE, basado en un “profundo diagnóstico” y que “reconoce los problemas” que hay en la CAV, con la “candidatura cosmética” del parlamentario de EH Bildu, Pello Otxandiano. A juicio de Antxustegi, el candidato abertzale se ha postulado como lehendakari sin tener ninguna opción de serlo en un acto “para la galería, pensando en los medios de comunicación y en estrategia política, y sobrevolando y sin aterrizar en los problemas reales de la gente”. “Euskadi no puede ser gobernada con eslóganes vacíos, frases hechas o conceptos casi intelectuales que suenan bien pero no aterrizan en la realidad de la ciudadanía”, ha argumentado.

El portavoz jeltzale ha recordado que la sociedad vasca “respondió de forma cívica el 21 de abril”. “Quienes pronosticaban que el cambio fuera ahora se dieron de bruces. La ciudadanía vasca, cada vez que ve que está en peligro el bienestar de su país, sale a la calle”, ha afirmado pese al descenso en escaños de su partido. Dirigiéndose a Bildu, ha aseverado que “creo que han conseguido justo lo contrario a lo que buscaban: querían demostrar que había dos modelos de país pero han demostrado que para responder a los retos de país hay un único proyecto”, el del PNV-PSE, ha proclamado Antxustegi, quien sin embargo, y siguiendo la estela de Pradales, ha hecho un llamamiento a la “cooperación y a la no confrontación”, tendiendo la mano a la oposición y también a la sociedad civil.

Ahora bien, aunque ha insistido en la disposición de la formación nacionalista para “buscar puntos comunes y alejarse de dogmatismos para que el país avance”, Antxustegi ha avisado de que los posibles pactos que se alcancen en el Parlamento no serán “en ningún caso para cambiar el rumbo de las políticas” fijadas en el pacto de gobierno que, de nuevo, reeditan PNV y PSE.