“La política española condiciona por completo la política vasca”. El presidente del Gipuzko Buru Batzar del PNV, Joseba Egibar, ha llamado a las formaciones abertzales a “cambiar el paradigma” y construir una “agenda vasca” que no dependa tanto de la relación con Madrid y que “responda a las necesidades vascas”.

“Parece que aquí no se puede tomar una decisión hasta ver qué pasa en Madrid”, ha señalado Egibar en una entrevista en Euskadi Irratia, en la que ha recordado que Euskadi tiene sus "prioridades" y la importancia de lograr “acuerdos de país sobre economía, sobre la salud, sobre los cuidados… Necesitamos acuerdos de país, de la mano del Gobierno Vasco, las tres diputaciones y los municipios. Para impulsar esos acuerdos hacen falta intenciones, decisiones y partidos comprometidos”.

Nuevo estatus

El hasta ahora portavoz parlamentario del PNV no da por perdidos todos los trabajos que ha realizado la Cámara en la pasada legislatura en materia de autogobierno y nuevo estatus. Todo lo contrario: “El PSOE debería decidir si en el caso catalán y en el caso vasco, entendidos como casos político, es capaz de dar una solución política o si como siempre, echará mano de la prohibición. Se puede poner en marcha un proceso de renovación, pero antes hay que saber si hay voluntad. El nudo está en la falta de voluntad en Madrid, porque en el Parlamento los trabajos están hechos”.

A este respecto, ha puesto en valor la amplia mayoría soberanista de la nueva Cámara de Vitoria: “Si vemos la composición actual, ya sabemos qué apoyan 54 escaños, el 72% del total. Habrá que tener en cuenta lo que dice, ¿o el que tiene un 8% o menos decidirá a dónde ha de ir el 72%? Eso también es democracia, abrir camino a la negociación”.

Las quejas de EH Bildu buscan una “justificación”

Preguntado si ve a EH Bildu dispuesto a este camino, Egibar ha señalado que la coalición “tiene otras prioridades, pero entrará. Tan importante como eso es, y vista nuestra política está tan metida en las coordenadas españolas, que la tenemos españolizada, que tengamos esa agenda vasca”.

No da mayor importancia a las quejas de la coalición soberanista de que el PNV y su candidato a lehendakari, Imanol Pradales, no se hayan reunido con la coalición a un mes vista para la sesión de investidura, lamentos que enmarca como “justificación” de la propia estrategia de EH Bildu: “Tenían dos objetivos: quedar por delante del PNV, que no ha ocurrido; y que en cualquier caso, como no tenían ni opción ni posibilidad de formar gobierno, que el PNV y el PSE tuvieran necesidad del PP. Tampoco ha ocurrido. Quizá lo que buscan ahora es una justificación para que Otxandiano presente su candidatura diciendo que nadie quiere hablar con ellos. No sería ninguna novedad, porque ya lo han hecho, con Laura Mintegi y Maddalen Iriarte. Los caminos para el diálogo se abrirán”.

Reflexión electoral

Que la agenda vasca tenga una mayor presencia pública y social ayudaría, a su juicio, a que el PNV obtuviera mejores resultados en un territorio como Gipuzkoa, donde en las elecciones de hace un mes, EH Bildu aventajó a los jeltzales en 28.000 votos. “Hemos obtenido 108.000 votos, que es por debajo de nuestra marca”, ha descrito Egibar, que ha recordado cómo la formación jeltzale ha obtenido entre 110.000 y hasta más de 130.000 sufragios.

“Esos 108.000 votos son verdaderamente abertzales, los que creen en el partido, y son un gran suelo para levantarnos y crecer”, ha recetado, para invitar a dejar atrás el discurso de la abstención: “La cuestión no es decir que ese voto nuestro está en la abstención. Si una y otra vez se queda en la abstención, ya no es voto tuyo, es otra cosa. Ahí tenemos qué hacer y qué acertar”.

Necesitamos que la agenda vasca tenga su sitio. Trabajar y negociar los temas que tengan que ver con Madrid, sí, pero contando con la ciudadanía, que el pulso que marca la gente lo sepamos leer y tras una lectura correcta, tomar decisiones”, ha afirmado en la radio pública, donde ha lamentado que “una de las mayores deficiencias de la política es que no se toman decisiones. Hay que tomar decisiones y decirle al pueblo queremos ir por aquí y dar pasos hacia allí”.

Preguntado a quién se refería, Egibar ha respondido con claridad: “Nosotros. Hay que tomar decisiones. Si con el Estado tenemos una puerta cerrada, tendremos que hacer análisis y saber si se abrirá, si tenemos capacidad para abrir y si no, decir que como está cerrado, mientras tanto herrigintza y la construcción nacional sigan su camino. Uno no quita lo otro. Es más, lo uno puede facilitar lo otro”.

Egibar considera que son tiempos de “dar luz a esa oscuridad que proyecta” una política condicionada “por completo” por la política madrileña.

Por fortuna, tanto a nivel de bienestar y atención tenemos servicios públicos muy potentes, pero los tenemos que cuidar. Hoy tenemos que tomar decisiones para mantenerlos mañana. No podemos garantizar esos servicios del futuro endeudándonos, porque los del mañana desaparecerán y a las futuras generaciones les pasaremos las obligaciones de pagarlos”, ha avisado Egibar, que ha reflexionado sobre un paso al frente: “Ante esas oscuridades debemos ofrecer luz, lo que exige liderazgos claros, tanto en las instituciones como a nivel social, porque más allá de las instituciones hay mucha sociedad. Como PNV estamos más identificados con las instituciones que con otros ámbitos que tiene la sociedad”.

¿Relevo en el GBB?

El burukide guipuzcoano toma con normalidad las noticias de renovaciones orgánicas: “Sí, habrá relevos, ¡ya está habiendo!, pero si lo reducimos todo a titulares y píldoras… El PNV siempre ha tenido una tranquilidad para elegir sus representantes, excepción hecha de la traumática escisión. Para eso hace falta una tranquilidad que ahora mismo existe”.

“Creo que también toca renovar personas con referencialidad en el partido y yo soy una de ellas”, ha reflexionado Egibar antes de citar unos versos la canción Langile baten seme, de Xabier Lete: “Norbaitek esango balu hobe neukala joatea, niri berdin zait zuek hemen ‘ta ni hor egotea’. Yo estaré en el partido. Todo el mundo me pregunta si me he jubilado, y no, he dejado el Parlamento, pero me jubilaré cuando cumpla 65 años. Una cosa es jubilarse y otra, retirarse, y no me retiraré nunca de la política. Arriba o abajo, si alguien dijera que mejor tendría si me marchara —ha parafraseado a Lete— a mí me es igual que vosotros estéis aquí y yo, ahí. Yo estaré para ayudar allá donde corresponda”.