Pedro Sánchez se plantea dimitir. Este miércoles comunicaba mediante una carta remitida a la ciudadanía que el lunes desvelará si sigue al frente del Gobierno o no después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Sánchez estallaba ayer por los ataques a su esposa. “Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer, que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también”, indicaba la misiva del jefe del Ejecutivo español, algo sin precedentes en democracia.
La campaña de acoso Begoña Gómez arrancó con un bulo en una tertulia el 23 de noviembre de 2022 en la televisión de ultraderecha Distrito TV. Pilar Baselga, una tertuliana que se presentaba como historiadora del arte, lanzó el bulo de que la mujer de Sánchez era transexual en el programa 'Los intocables'.
“Me atrevo a decir que hay sospechas de que nuestra querida segunda dama, porque la primera es la Reina, me atrevo a decir que en un inicio fuera Begoño”, afirmó Baselga.
Acusada de narcotráfico
A partir de ahí comenzó a llamarla “Begoño” sin ningún rubor y sin aportar ningún tipo de prueba. “Begoño nada más llegar a La Moncloa fue nombrado director de un máster de la Complutense”, aseguró. Baselga también señaló que había estado “involucrado con una cuestión de narcotráfico en Marruecos”. El propio presentador del programa, Eurico Campano, le dio la razón: “Me está usted dejando muy tranquilo porque todo está archipublicado”.
Gómez emprendió acciones legales contra la tertuliana y el citado programa fue cancelado y su presentador, despedido.
El 16 de abril, el Juzgado de Instrucción número 41, que encabeza el magistrado Juan Carlos Peinado, decidió abrir diligencias contra Begoña Gómez por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras una denuncia del pseudosindicato ultra Manos Limpias.
La denuncia está fundamentada en informaciones periodísticas que podrían ser falsas, como la propia Manos Limpias ha reconocido. "Será ahora el Juez Instructor quien deberá comprobar si dichas informaciones periodísticas son ciertas o no. Si las mismas no son ciertas, serán quienes las publicaron, quienes deberán asumir la falsedad, pero si no son inciertas, entendemos que la causa judicial deberá proseguir", ha señalado la organización ultraderechista en un comunicado.