En un acto diseñado para la autoafirmación como proyecto tras su divorcio de Sumar, Podemos fió su resurgir a Irene Montero proponiéndola como candidata a las primarias -un mero trámite- de cara a abanderar la lista de las elecciones europeas, en las que rivalizará con la marca de Yolanda Díaz. “Nadie mejor que tú, una militante extraordinaria y mujer honrada, para poner en pie un proyecto ambicioso y valiente en la izquierda que ponga por bandera la justicia social ecologismo y feminismo. Te pido volver a empezar con nuestros motivos intactos y fuerzas renovadas”, agasajó Ione Belarra a la ex ministra de Igualdad, que aceptó el reto en un escenario donde “nos merecemos más, no tenemos que aceptar el retroceso de derechos de PP y Vox, ni el no se puede del PSOE”, subrayó, prometiendo que la formación morada nació para “cambiar las reglas del juego” y construir relaciones con el bloque progresista, pero haciéndose “respetar”, en clara alusión a Sumar.

Bajo el lema Ahora más que nunca y ante 1.200 militantes, Belarra apostilló que su organización mantiene “intactas las esperanzas” para abanderar una izquierda que “no se calla ni acepta las migajas de poder” que ofrece el bipartidismo, de forma que el paso al Grupo Mixto de sus cinco diputados marca un antes y un después que la secretaria general vislumbra exitoso. Junto a ellas se encontraban dirigentes de la dirección estatal como la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, y el coportavoz, Javier Sánchez Serna, en un acto donde las bases ovacionaron reiteradamente a Montero mientras sonaba la canción No estaba muerto, andaba de parranda versionada por Peret.

"Somos la izquierda que no calla frente a quienes abogan por transformar el país despacio"

Irene Montero - Ex ministra de Igualdad

Un escaño factible

La designación del rostro más carismático del partido supone también un movimiento simbólico que evoca al de hace casi una década, cuando firmó en las urnas en 2014 cinco diputados encabezados por su exlíder Pablo Iglesias. Con mayor autonomía política que estos últimos meses dentro de Sumar, Podemos persigue su relanzamiento en unos comicios donde tradicionalmente es más sencillo obtener representación parlamentaria, dado que en función de la participación se puede conseguir escaño con un 2% de los votos. Además, para profundizar en la implantación territorial, uno de los campos donde los morados han mostrado debilidad, se abrirá el proceso para renovar las direcciones autonómicas que están pendientes, tras dimisiones en cascada como las acontecidas en Madrid, donde lo comanda una gestora, al igual que ocurre en la Comunidad Valenciana, Asturias, Aragón y Baleares.

"Te pido volver a empezar con nuestros motivos intactos y las fuerzas renovadas"

Ione Belarra - Secretaria general de Podemos

Montero apeló a cuidar este proyecto, de manera que “no deje impune” el “genocidio” de Israel contra el pueblo palestino, defender a los pueblos oprimidos como los saharauis y abogar por la regularización de migrantes irregulares frente a una “Europa fortaleza” que no rechazan los verdes y la socialdemocracia, dado que ninguna “valla ni porra” va a frenar la crisis migratoria. Pese a la movilización progresista del 23-J, la dirigente morada se preguntó si se ha conseguido frenar de verdad a la derecha dado que gobiernan la mayoría de comunidades y tienen amplio poder en la esfera económica y judicial. Así, presumió de estar en una formación que aboga por una izquierda y feminismo “fuerte”, que “no acepta callar su voz” ante las peticiones de silencio del PSOE que aboga por transformar el país “despacio”.

En este sentido, Belarra presumió de que Podemos ha levantado un “patrimonio democrático” con las medidas más destacadas en la anterior legislatura, cuando gobernaron con el PSOE, y con una forma de hacer política consistente en decir “todas las verdades que nadie se atrevía a decir”, como que enviar armas a Ucrania solo sirve para la escalada bélica y denunciar que Israel está perpetrando un genocidio en Gaza. “El nuestro es un proyecto político de izquierda frente al poder que potencie el feminismo aunque moleste a los amigos de Sánchez”, zanjó. Por último, reivindicó que la izquierda necesita “claridad ideológica, ética y moral”, porque no se puede permitir que “vuelva la cobardía” a la política.