El presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, ensalzó ayer “la pluralidad lingüística”, que “es un valor único que nos define y, sencillamente, nos hace ser como somos”. En un acto por el Día Europeo de las Lenguas en el Instituto Cervantes ayer en Madrid, Sánchez defendió el uso de las lenguas cooficiales –euskera, catalán o gallego– en el Congreso de los Diputados, algo que se aprobó el pasado 21 de septiembre y que a su juicio resultaba “imprescindible”.

En todo caso, el presidente defiende el uso de las lenguas cooficiales del Estado en este momento concreto –cuando debe amarrar los votos de las formaciones nacionalistas vascas y catalanas para asegurarse su reelección–, cuando sin ir más lejos, el pasado año el PSOE rechazó adoptar una medida similar presentada por el PNV. Lo hizo por boca de su entonces portavoz Héctor Gómez, cuando tuvo la opción de dar su beneplácito a una proposición de reforma del reglamento del Congreso. Entonces abogó por votar en contra. De la misma forma, hizo lo propio ante una iniciativa de 2021 de EH Bildu, Unidas Podemos, PNV y ERC.

El panorama parece haber cambiado desde entonces, al menos en el seno del PSOE. El presidente en funciones aseguró ayer que “se puede ser español sin saber todas las lenguas de España, pero lo que no tiene sentido es pensar que sólo tenemos una”. Asimismo, aseveró que la riqueza lingüística “forma parte del gran legado cultural de nuestro país”. Aplicarla o no sería “una decisión política, al igual que lo es censurarla o cercenarla. Hay quien tiene la tentación de caricaturizar este esfuerzo, incluso quien inventa batallas o conflictos, donde sólo hay normalidad democrática”. Para finalizar, Sánchez reivindicó que “podamos llamarnos unos a otros meus amigos, amics meus, lagunak, amigos míos”.