Será un lunes clave para que el Gobierno a tres entre PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin tome cuerpo, y María Chivite encarrile una investidura que estuvo al borde de la ruptura entre el lunes y el miércoles de esta última semana. Todo apunta a que el alambicado camino para la reedición del Ejecutivo de coalición encarrilará, ahora sí, su fase final, después de una semana tan frenética como una montaña rusa. La que viene, en cambio, será muy distinta. Este lunes Geroa Bai pactará en su Comisión Permanente una posición de consenso, una vez que Geroa Socialverdes y PNV ya han analizado al detalle el estado de la negociación y la propuesta socialista. Ese diagnóstico común de Geroa Bai, sobre la estructura de Gobierno, acuerdo programático y seguimiento y control de este, se trasladará a los otros dos socios llamados a compartir Gobierno, PSN y Contigo-Zurekin. Si no hay mayores salvedades, Chivite, que dijo el viernes no contemplar otra posibilidad que el apoyo de Geroa Bai, pondrá en marcha el calendario de la investidura, de acuerdo con lo ya decidido por la ejecutiva socialista, sabiendo que de salida dispondría de 21 escaños a favor, a expensas de lo que pudiese decidir finalmente EH Bildu, que hará una consulta a la militancia una vez se conozca el acuerdo programático.

Activada la ronda de consultas con el presidente del Parlamento, Unai Hualde, el pleno de investidura no se podría celebrar antes de tres días. Si Chivite obtuviese la mayoría absoluta, zanjaría su investidura en una sesión. Si por el contrario, como sucedió hace 4 años, contase con una mayoría simple, necesitaría de una segunda jornada. Quedaría entonces por celebrarse su toma de posesión, y al día siguiente la del resto de los miembros del Gobierno. Hay que recordar que el próximo martes 15 de agosto es festivo, lo que podría partir en dos el proceso.

El giro de guion

Así que este lunes dibujará un panorama muy diferente al de hace 6 días, en el que una rueda de prensa de Geroa Bai el lunes 31 de julio, supuso un ultimátum en toda regla, y el inicio de un punto de giro de los acontecimientos. Tres consejerías de 13, con recortes de competencias incluidos, conformaban para Geroa Bai una oferta inasumible. Así que la comparecencia de los parlamentarios Pablo Azcona y de María Solana, de Geroa Socialverdes y PNV respectivamente, dejó unas cuantas cargas de profundidad. Por ejemplo, la crítica a los socialistas por pretender “acumular el poder orgánico y económico”, o el “intento del PSN de vaciar de contenido áreas estratégicas para Geroa Bai”. Pero sobre todo, esa rueda de prensa dejó un emplazamiento nítido dirigido a los socialistas: O acuerdo con Geroa Bai o que en caso contrario explorasen entonces con EH Bildu una vía alternativa para sacar adelante la investidura de Chivite.

Aquel órdago, con todos los visos de verosimilitud por su fecha y contundencia, encendió las alarmas en el Partido Socialista, que entendió la gravedad de la situación y el sentimiento de agravio y desconfianza que existía en Geroa Bai. Y eso que EH Bildu al día siguiente se abrió a un voto favorable a un Gobierno únicamente conformado por el PSN-PSOE y Contigo-Zurekin. Sin embargo, el PSN descartó negociar la investidura con EH Bildu y movió ficha. El 2 de agosto, PSN y Geroa Bai encararon un nuevo intento de negociación, conscientes de la seriedad del momento, con Chivite encabezando otra vez la delegación socialista. Esa tarde comenzó a abrirse la posibilidad de un acuerdo sobre bases más asumibles para Geroa Bai: disponer del mismo número de consejerías que en la última legislatura, si bien unas declaraciones de María Solana, parlamentaria por parte del PNV, abogando el viernes por no entrar en el Gobierno, descartaron de plano la posibilidad de un acuerdo inmediato.

Puesta en común pendiente

El cambio de propuesta socialista ya ha sido analizada tanto por Geroa Socialverdes como por el PNV. El fin de semana está sirviendo de corte y reflexión, y los partidos aludidos han optado por mantener silencio o un perfil muy bajo. Según el consenso que el lunes adopte Geroa Bai, y la respuesta del Partido Socialista y de Contigo-Zurekin, quedará perfilado el proceso para la elección de nuevo de un Ejecutivo con tres patas, que tomaría posesión sobre el ecuador de agosto, a no muchos días de distancia del plazo límite que obligaría a repetir elecciones.

Dos meses y medio

Las investiduras a veces las carga el diablo. Sin digerirse aún los resultados del 28-M, los partidos concernidos para conformar Gobierno desde el primer primer momento con un elemento inesperado y no menor: el anuncio realizado por Pedro Sánchez el 29 de junio del adelanto de las Generales para el 23 de julio. Esa convocatoria, en pleno verano, alargaba el clima electoral prácticamente dos meses más, restaba energías a los partidos, e incorporaba nuevas incertidumbres y cálculos estratégicos. Por todo ello, lo esperable es que retrasase la conformación del Gobierno. Tampoco era descartable que de una u otra manera, enrareciera el clima político. Las Generales se saldaron con un gran éxito del PSN-PSOE, que obtuvo dos escaños, mientras que por el lado de los llamados a ser sus socios de Gobierno Geroa Bai obtuvo un resultado malo sin paliativos, muy lejos de un escaño, que tampoco alcanzó por poco Contigo-Zurekin. Unos resultados que si bien correspondían a otro escenario y otro contexto, el PSN quiso utilizarlos a su favor.

Apoyo a la investidura: izquierda unida valida el acuerdo

  • Respaldo. La Coordinadora de Izquierda Unida de Navarra, partido integrado en Contigo-Zurekin, acordó este sábado respaldar la investidura de María Chivite y el acuerdo programático negociado. “Nuestra organización apuesta por materializar un gobierno progresista alternativo a las derechas, por lo que ponemos a disposición el voto de nuestro parlamentario, integrado en la coalición Contigo Navarra Zurekin Nafarroa, para la materialización del presumible proceso de investidura liderado por la socialista María Chivite”, indicó IUN-NEB en un comunicado. De igual manera, la Coordinadora de IU Navarra acordó respaldar políticamente el acuerdo programático alcanzado hasta el momento en la negociación a tres con el PSN y Geroa Bai. “Sigue la senda política de los acuerdos alcanzados en 2015 y 2019, y consideramos que puede ser una buena guía para la acción política del próximo ejecutivo foral. No obstante, el acuerdo contiene algunas carencias y discrepancias tasadas, propias de un acuerdo alcanzado entre formaciones tan heterogéneas”, indicó IUN-NEB, que aboga por políticas más atrevidas y valientes” para las “familias trabajadoras”. Podemos, por su parte, acordó este viernes por unanimidad en una asamblea apoyar el acuerdo.


En ese estado emocional asimétrico, se encaró la última semana de julio, con una propuesta socialista que cortocircuitaba la confianza de Geroa Bai, sin Vivienda y otras competencias. El ultimátum público de Azcona y Solana generó un planteamiento socialista más empático con las posiciones de su socio, dirigido a arreglar lo que a todas luces empezaba a ser un desaguisado, más de dos meses después de iniciado el proceso de negociación, que había comenzado un 1 de junio, conocido ya el adelanto electoral, y donde ya se habían observado diferencias de calado.

El tiempo apremia

El PSN ha calificado su última propuesta de Gobierno de “ambiciosa y realista”. De haber llegado antes, todas las piezas llamadas a componer el próximo Gobierno se hubieran ahorrado la exposición de estos últimos días ante una opinión pública empachada de política, y la crítica de UPN por el “espectáculo lamentable” de esta negociación.

En todo caso, salvo sorpresa mayúscula, esta próxima semana cambiará el fondo de pantalla, y se precipitarán los acontecimientos, una vez que no se puede dilatar mucho más el proceso. Todo hace indicar que María Chivite encarará su segunda legislatura en la presidencia. Será la primera presidenta en conseguirlo, recién cumplidos los 45 años. Atendiendo al conjunto de sus antecesores, será junto a Gabriel Urralburu y Miguel Sanz la tercera en conseguir ser reelegida. Bien es cierto que Urralburu no pasó de esas dos legislaturas, mientras Sanz alcanzó las cuatro antes de pasar el testigo a Yolanda Barcina. Los años de Chivite discurren de momento en paralelo con el poder de Sánchez. Los de Urralburu fueron simultáneos a la presidencia de González, mientras que los de Sanz se dividieron entre sendas hegemonías del PP y del PSOE en el Estado. Tiempos de Aznar, de 1996 a 2004, y de Zapatero, de 2004 a 2011.

Claves

  • La Permanente de Geroa Bai. Una vez hecho el análisis de la propuesta del PSN por parte de Geroa Socialverdes y el PNV por separado, el lunes la coalición fijará una posición común en la reunión de su Comisión Permanente.
  • Tres cuestiones a debate. La estructura final del Gobierno, el acuerdo programático y el mecanismo de seguimiento y control del Ejecutivo de coalición.
  • El PSN, a la espera. La ejecutiva socialista acordó el viernes dar inicio al proceso de investidura, que puede concretarse esta próxima semana.
  • Dos meses y medio. El proceso de negociación de la investidura comenzó el 1 de junio, pero quedó frenado por las elecciones Generales convocadas al día siguiente del 28-M.
  • Cambio de oferta del PSN. Los socialistas han pasado a ofrecer a Geroa Bai el mismo número de consejerías que las que gestionaba hasta ahora: cuatro.
  • Vivienda, para Contigo-Zurekin. El PSN cedió Vivienda, una de las funciones de quien ha sido vicepresidente segundo del Gobierno, José María Aierdi (Geroa Bai) a la coalición liderada por Begoña Alfaro, cuya ejecutiva dio así por cerrado el pacto.
  • Plazo, 28 de agosto. De no haber investidura para esa fecha, se convocarían nuevas elecciones.