El PP recalca que la reforma de la financiación autonómica que maneja el ahora Gobierno en funciones de Pedro Sánchez debe ser multilateral y no “al antojo de independentistas”, después de que el president Pere Aragonès advirtiera a la ministra María Jesús Montero de que el Govern no iba a entrar en una negociación que incluyera a todas las comunidades. Sin embargo, la modificación de un sistema que lleva caducado desde 2014 aparece inevitablemente ligado a una hipotética condonación de la deuda a Catalunya que ha generado ya un primer revuelo entre los barones de la formación conservadora, que en este asunto se dividen en bloques. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se opone a que el Estado pueda perdonar la deuda de cualquier territorio, una posición que comparte el Ejecutivo del PP en Galicia por ser una medida “inequitativa”. Por contra, el nuevo gabinete de la Comunitat Valenciana que preside Carlos Mazón no solo no comparte este argumento, sino que defiende negociar una solución “multilateral y responsable” al problema de la deuda autonómica en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde se sientan los responsables del Ministerio y de las distintas consejerías de Hacienda. Aunque no quiere entrar al choque con Madrid, no se cierra a una quita o reestructuración de la deuda, ya que el PP valenciano siempre se ha aferrado a las conclusiones de los expertos que cifran en un 70% la deuda vinculada directamente a la infrafinanciación generada por un modelo caducado. De lado del líder valenciano se coloca también el murciano Fernando López Miras, mientras que el andaluz Juanma Moreno se pone de perfil y advierte de que se trata de una moneda de cambio con el independentismo.

En esta tesitura, el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, tuvo que salir ayer a la palestra para indicar que desde su formación consideran que se debe modificar el sistema de financiación autonómica pero de forma “multilateral”. Reconoció que existe un problema de financiación de las comunidades autónomas y por tanto “se debe modificar”. Eso sí, “no de forma bilateral de un partido”, ERC, “que quiere condicionar la investidura de Sánchez”, criticó en Onda Cero. “Plantear una quita en la deuda de Catalunya para ver si así consigue el señor Sánchez los votos que no han querido darle en las urnas, me parece un insulto a la inteligencia y la utilización de los recursos públicos, que son de todos, en beneficio personal de un candidato que sigue sin aceptar que ha perdido las elecciones”, reprochó el dirigente del PP. Sin ahondar en las diferencias en el seno de su partido, subrayó que “el sistema de financiación autonómica no está aquí para beneficiar a algunos territorios, sino para financiar servicios públicos de todos”.

Por su parte, desde el entorno de Ayuso añadieron que “las deudas hay que asumirlas y pagarlas. No se puede condonar porque es una distorsión importante para el mercado que al final empobrece a todos los españoles y también incluso a los catalanes. Lo que no puede ser es que haya una barra libre de gastos y un endeudamiento exponencial y que luego esas comunidades, especialmente Catalunya, no quieran asumir su responsabilidad”.