El reparto de la presidencia de las comisiones en el Ayuntamiento de Gasteiz, un trámite que tendría que haber resultado inocuo y no suscitar interés más allá del municipio, ha tenido finalmente una repercusión a nivel vasco y estatal. La razón radica en que EH Bildu y PP, dos partidos que en teoría se vetan mutuamente y que han basado buena parte de su campaña electoral en ese antagonismo, se habían repartido esta semana las once comisiones del pleno donde se debatirán las iniciativas. En realidad, en el Ayuntamiento de Gasteiz es una tradición que las comisiones se repartan entre la oposición y que los partidos del gobierno se queden al margen, pero este reparto demostraba que, en el día a día, las relaciones entre los populares y la izquierda abertzale están normalizadas y se producen acuerdos como este. 

Ante la polvareda generada, que amenazaba con afectar al resultado de las elecciones generales del domingo, el PP decidió finalmente renunciar a estas presidencias para que las ocupen PSE y PNV. Mientras tanto, el mensaje de campaña de la izquierda abertzale queda tocado. Por el flanco de la pelea estatal, el socialista Pedro Sánchez no ha ocultado este viernes su regocijo y ha recibido con carcajadas la noticia, que le resta presión tras haberse apoyado en Bildu en el Congreso y le permite desactivar al PP.

El PP trató de frenar la bola de nieve. El PNV, por boca de su portavoz municipal, Beatriz Artolazabal, había calificado el reparto de comisiones como un acto de “cinismo” de EH Bildu, que “lleva acusando al PNV toda esta campaña de pactar con el PP, e incluso con Vox, cuando todo el mundo sabe que es mentira”. “En este Ayuntamiento, en la primera de las oportunidades que han tenido EH Bildu y el PP para negociar, pactar y acordar, lo han hecho”, lanzó. El PP emitió un comunicado asegurando que no hubo pacto, que los hechos se han tergiversado, y que las comisiones solo deciden el orden de los debates y los turnos de intervención, y no tienen funciones ejecutivas ni ingresos extra. Aun así, rectifica y cede los puestos.

Dos propuestas que encajaban

¿Hubo o no hubo pacto como tal entre el PP y EH Bildu? Este periódico ha consultado fuentes de estos dos partidos y del PNV para conocer lo sucedido. Los populares y la izquierda abertzale argumentan que en Gasteiz las comisiones siempre se han repartido entre la oposición (de ahí también que PNV y PSE se abstuvieran ante este reparto, aunque la tradición no obliga a las partes y EH Bildu podría haberse desmarcado por principios, para no dar aire al PP), y niegan la existencia de un acuerdo. El PP asegura que registró su propio documento en la secretaría del pleno con los nombres de las comisiones que le interesaban, dicen que EH Bildu llevó por su cuenta su propuesta, y que la secretaría del pleno se encargó de fusionar ambas listas sin intermediación de los grupos. 

¿Hubo negociación? Fuentes jeltzales coinciden en que el relato de los hechos es ese formalmente, pero ven gato encerrado: las propuestas de EH Bildu y PP encajaban como un guante, es decir, el martes se conoció la propuesta de EH Bildu con las seis comisiones que le interesaban, un día después llegó la del PP con sus cinco comisiones, y ninguna comisión se solapaba. Parecía que la propuesta del PP se limitaba a encajar en los huecos que había dejado libres EH Bildu, como si hubieran negociado previamente el reparto. Que fuera fruto de una coincidencia fortuita sería una carambola poco probable. La parte jeltzale tiene claro que lo sucedido es consecuencia de una negociación.

Vetos cruzados

Durante la votación, PP y Bildu se apoyaron y recibieron el respaldo adicional de Elkarrekin Podemos, lo que provoca que la situación sea triplemente rocambolesca. Por un lado, la izquierda abertzale coincide en el voto con el PP aunque se haya presentado durante la campaña como el dique de contención contra la derecha española. Ha tratado de proyectar que el PNV es el que mantiene una posición equidistante con el PP, e incluso demonizó el reparto de la Mesa de las Juntas de Gipuzkoa porque incorporaba a los populares, hasta el punto de que lo presentó como si fuera una contrapartida de PNV y PSE al PP por su respaldo en las investiduras de Gipuzkoa, Durango y Gasteiz. Un reparto de la Mesa que, como el reparto de estas comisiones, es una cuestión de mero funcionamiento interno de los órganos plenarios. Eso sí, las presidencias de las comisiones, las vicepresidencias y formar parte de un Consejo rector permiten liberar a una persona para tareas exclusivas, según las fuentes consultadas.

Por otro lado, los populares llevan en el programa electoral de Alberto Núñez Feijóo para la presidencia española su rechazo a “cualquier tipo de negociación o acuerdo de gobierno con fuerzas políticas que, como EH Bildu, incluyan o hayan incluido a condenados por terrorismo en sus candidaturas o estructuras orgánicas”. Además, el PP apoyó a la socialista Maider Etxebarria para que la alcaldía no se la llevara Rocío Vitero, de EH Bildu. Y, en tercer lugar, Elkarrekin Podemos incorpora también al PP a la ecuación a pesar de haber apostado por articular bloques exclusivamente progresistas.

EH Bildu presidirá las comisiones de Hacienda, Cuentas, Recursos Humanos, Limpieza y Medio Ambiente, Políticas Sociales, y la de Euskera, Educación, Deporte, Salud y Cooperación. El PP se iba a quedar con las de Promoción Económica y Sociedades Públicas; Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda; Barrios y Tráfico; Seguridad y Gobierno Abierto; y Reclamaciones. Fuentes jeltzales aseguran que no era su intención ocupar las presidencias cuando realizaron esta denuncia, sino únicamente poner de manifiesto la relación PP-Bildu. Para ocuparlas, necesitarían reunir apoyos hasta una mayoría absoluta.

Las carcajadas de Sánchez

Fuentes populares aseguran que, el año pasado, las comisiones las presidían EH Bildu, PP y Podemos, pero en esta ocasión Podemos ha bajado de tres a dos escaños y no tiene la infraestructura necesaria para presidir las comisiones y organizar los debates. Esta situación abocaba a que el reparto fuera a dos, entre EH Bildu y PP. En su comunicado, niegan la existencia de cualquier pacto o alianza con Bildu y acusan a PNV y PSE de recurrir a una “treta” porque están “nerviosos” por los resultados electorales. Recuerdan su apoyo a Etxebarria y aseguran: “No todo vale en política”.

La polémica vuelve a tener como epicentro Gasteiz. Es una localidad que ya ha salido a relucir varias veces en los plenos del Congreso de los Diputados o del Senado en particular, donde está sentado el exalcalde popular Javier Maroto. Sánchez le ha recriminado a él en varias ocasiones sus acuerdos con EH Bildu, como los suscritos en materia de fiscalidad. El propio Sánchez se carcajeó del reparto en Onda Cero con un “paren las rotativas”. Sin reprimir la risa, censuró el “grado de hipocresía” del PP y confió en que la noticia “abra los informativos”.