Sobrevivió al terrible atentado de ETA del 19 de junio de 1987 en el Hipercor de Barcelona. Desde entonces ha consagrado su vida en apoyar a las víctimas desde sus diferentes responsabilidades. Hoy en día plasma sus reacciones en el blog eltrasteroazul.blogspot.com.

Antes que nada, ¿qué valoración realiza del uso de la tan manida frase ‘que te vote Txapote’?

Si yo viera lemas, camisetas y business con propósito partidista basados en el nombre de cualquiera de los cuatro autores del atentado en Hipercor, lo entendería como una ofensa. Por lo tanto, entiendo que a muchas víctimas de ese terrorista les moleste y ofenda en lo más profundo. Se llama empatía. Si esa frase la hubiera creado alguien del entorno de ETA, ¿se habría reaccionado igual o ya estaría denunciado?

¿Qué supone el uso de la frase para las víctimas?

Hay que aclarar un concepto. Si se habla de las víctimas da la impresión de que somos un grupo homogéneo y de opinión común. Como es natural, en un colectivo por desgracia tan grande, hay criterios y opiniones muy diferentes. Entiendo que hayan víctimas que ese lema les sea indiferente o que incluso les agrade por motivos ideológicos. Pero por eso mismo debe entenderse que moleste a muchas víctimas sea cual sea nuestra ideología y eso es importante que se sepa.

¿Cree que incide en la banalización del terrorismo de ETA?

Sí, porque en la mayoría de casos se utiliza en ámbitos de ocio, de fiesta, de risas, corridas de toros... como si el terrorismo fuera algo trivial y no fuera lo que realmente ha significado para tanta gente. Y aunque hayan víctimas molestas por ello, si además se utiliza con un objetivo partidista... pues eso...

¿No le resulta curioso que mucho tiempo después de que ETA bajara la persiana se siga echando mano de ella para ganar votos?

Ese echar mano de ETA ya lo intuí en 1998 cuando presentamos al gobierno un proyecto de legislación integral para la asistencia a víctimas de terrorismo. Lo que entonces intuimos unos pocos se fue confirmando en el tiempo. Con los atentados del 11-M y las manifestaciones posteriores que algunos organizaron se confirmó de nuevo. Tras el fin del terrorismo de ETA pensé que ya se acabaría el intento de usar el dolor ajeno, pero me equivoqué. Ya no me resulta curioso sino más bien decepcionante.

La frase se ha vuelto un lema para Vox y PP. ¿A qué cree que se debe?

Si ciertos partidos políticos consideran que les puede ayudar a conseguir sus objetivos debe ser que sus asesores en marketing creen que es una buena idea. Puedo asegurar que a mucha gente, víctima o no, nos parece una ofensa y un error.

¿Qué impacto cree que tendrá su uso en el proceso electoral?

No soy experto en encuestas ni en elecciones pero creo que se entenderá lo que hay detrás de todo este asunto. Lo que tengo claro es que en este país hay muchos más problemas, por encima del terrorismo, que ahora mismo preocupan más a la ciudadanía.

Algunos colectivos y víctimas ya han pedido que se retire la frase. ¿Se suma usted a la petición?

Absolutamente. Hablé con Consuelo –Ordóñez– para adherirme en cuanto un compañero tuyo me llamó. También Rosa Lluch. Y lo más importante es que entre los primeros 21 hay víctimas de diferentes ideologías. Es una nueva muestra de la pluralidad que existe en el colectivo, aunque algunos se empeñen en decir que todas las víctimas pensamos lo mismo. l