Dos antiguos colaboradores de ETA han aceptado este martes un año y nueve de cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía y reconocer que ayudaron a la organización terrorista en la falsificación de documentos de identidad para que sus miembros "pudieran desplazarse libremente" sin ser identificados.

Iñigo Gulina y Mikel Barrios, ambos ya condenados hace años por un delito de colaboración con la organización terrorista, han ratificado en la Audiencia Nacional el acuerdo de conformidad que alcanzaron sus defensas con el ministerio fiscal, con el que han aceptado ser condenados por un delito continuado de falsedad documental.

Además de la pena de año y medio de cárcel para cada uno, el acuerdo también contempla una multa de 3.240 euros a cambio de reconocer los hechos por los que están acusados, según han informado fuentes fiscales.

En un principio la Fiscalía pedía para ambos, que fueron detenidos en Berlín en 2017, tres años de prisión por su supuesta actuación a favor de la organización durante, "al menos, el año 2017", seis después del cese de la actividad armada decretado por ETA.

Detenidos en 2017

Según su escrito de conclusiones provisionales, ambos, "integrados en la organización terrorista", colaboraron con su "estructura técnico logística", entre cuyas finalidades se encontraba la de elaborar documentos de identidad "mendaces" para favorecer que los miembros de ETA se desplazasen sin ser identificados.

Siguiendo "las directrices marcadas" por la cúpula de ETA, Barrios y Gulina se trasladaron a Berlín, donde en junio y octubre de 2017, respectivamente, se empadronaron con documentación falsificada, según el relato de la fiscal. Allí fueron detenidos el 27 de octubre de ese año.

En los registros de sus respectivos domicilios se incautaron más de doscientos efectos, entre los que destacan dispositivos informáticos de almacenamiento de información o instrumentos destinados a la falsificación de documentos, como sellos de la ciudad italiana de Turín.

En la habitación de Barrios, por ejemplo, los agentes hallaron nueve documentos de identidad españoles, una carta de identidad italiana y tres permisos de conducir, mientras que Gulina, cuando fue detenido, llevaba encima tres permisos de circulación mendaces y otro DNI falso.