¿En qué va a consistir la rueda de reconocimiento organizada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Donostia?

Van a participar siete policías, que son los identificados inicialmente por Joseba Merino en imágenes de televisión, fundamentalmente. Participarán en la rueda junto con personas de parecidas características, que es lo que señala la ley de Enjuiciamiento Criminal. El juzgado ha pedido a la policía que lo organice. Si ocurre la identificación, esa persona va a quedar inculpada en el expediente.

¿Quiénes son las personas que los tienen que identificar?

Joseba Merino y Rosa Jimeno.

¿Cree que para las familias la rueda de reconocimiento ha sido una sorpresa?

Cuando hubo las identificaciones de los agentes se les quiso tomar declaración como testigos. Hicimos recurso en contra de que a los identificados les considerasen testigos, porque en tal caso les bastaba con decir que no estaban allí, y como tenían presunción de estar diciendo la verdad porque están bajo juramento pues, obviamente, no podían ser acusados y quedarían exentos de la causa. Nuestro recurso fue estimado por la Audiencia Provincial. Tras la estimación de nuestro recurso, planteamos que tendrían que declarar como investigados pero el juzgado nos sorprendió con la rueda de reconocimiento.

Y tras la rueda de reconocimiento, ¿cómo puede evolucionar la causa?

Dependerá mucho de si se reconoce a alguien o no. Si se reconoce a alguien, esa persona quedará como inculpada en el expediente, digamos que inculpada de una manera bastante potente. Los indicios serían relevantes contra él, y como hay también indicios relevantes de que lo ocurrido fue un homicidio, pues lo normal sería pasar a la fase de enjuiciamiento, bien directamente o bien, lo más probable, después de escucharle como inculpado.

¿Por qué se produce ahora esta rueda y no en el pasado, en un tiempo mucho más cercano a los hechos?

Las causas han sido las que ha descubierto el informe de la Cátedra de DDHH de la UPV que se acaba de hacer público: una investigación absolutamente inadecuada, mal dirigida, basada en la idea, si no absoluta, sí de relativa de impunidad; de que si se tiene que hacer algo se hace pero lo que la situación fuerce y ni un poco más, y tendente al archivo.

La causa se archivó.

Así es. Se quiso archivar cuando no existía todavía la prescripción legal. La Audiencia Provincial de Gipuzkoa tuvo que abrir la causa otra vez. Y también ocurrió cuando se dijo que no éramos capaces de identificar a estos agentes cuando se había solicitado en la investigación que nos proporcionaran los números profesionales de los agentes que estaban destinados y se nos respondió por parte del Cuerpo Nacional de Policía que era imposible. En cambio, ahora, cuando hay unos cuantos identificados, la Abogacía del Estado pidió que se les identificará y dónde estaban adscritos en aquel momento, y se ha hecho perfectamente, lo que demuestra que antes también pudo hacerse.

¿Cree que ahora hay un afán en el juzgado por esclarecer lo ocurrido?

Sí que ahora, con las nuevas juzgadoras, estamos viendo algo de voluntad investigadora. La Abogacía del Estado había solicitado que a dos agentes se les retirase de la rueda de reconocimiento porque estaba certificado que cuando ocurrieron los hechos no estaban destinados en Donostia, y la respuesta del juzgado ha sido negativa, porque sabemos, porque así lo declaró el comisario de la Comisaría de Policia de San Sebastián de la época, que hubo participación de personas que vinieron de otras comisarías.

Parece evidente que los agentes no participaron de aquella operación por su cuenta. ¿Confía en que esta sea una puerta para alcanzar responsabilidades que están aguas arriba?

Eso es algo que en algunas ocasiones, en relación a hechos como los que ocurrieron bajo las siglas del GAL, ha sucedido, pero hay que tener en cuenta que debido al tiempo tan importante que ha transcurrido, incluso aunque los agentes sean realmente identificados e investigados, es muy probable que se vayan a beneficiar de circunstancias atenuantes como la dilación procesal indebida, aunque nosotros podemos, como pueblo vasco o como personas interesadas, saber que hay un Estado juzgándose a sí mismo e investigándose a sí mismo y esa dilación indebida ha sido provocada por el propio Estado. Pero la perspectiva penal es siempre individual, y los policías yo creo que son conscientes de que normalmente van a tener una serie de elementos de ayuda, que el caso no tiende hacia la condena con facilidad. En el hipotético caso de que esta llegase, se van a ver muy beneficiados por esta circunstancia atenuante.

¿Cuántos años lleva implicado en esta causa?

Creo que alrededor de 25 años. Toda mi vida profesional porque cuando me inicié como abogado me inicié con esto.

¿Echa la vista atrás y qué piensa?

Que el Estado no tira piedras contra su propio tejado, que las cosas que hace procura protegerlas, esto es más que evidente. También que esto formaba parte de una política que les era necesaria y conveniente en una determinada época y que los apelativos a la democracia y la legalidad por parte del Estado español son realmente ridículos e irrisorios, porque en realidad se trata de un Estado que cuando lo precisa comete todas las ilegalidades que necesita y hace lo que cree conveniente para defender sus intereses políticos y emplea, en contra de todos los principios internacionales, la represión violenta cuando lo ve necesario. Y una segunda reflexión, que el estar batallando constantemente y el estar sacando la cabeza por la esquina que se pueda, por el hueco que haya, con constancia y tesón, con el trabajo de muchas personas y grupos, pues puede llevarnos a nivel popular que se sepa la verdad de las cosas y que pueda hacer memoria realmente histórica de lo sucedido en este país.