Su designación como candidato a alcalde de Pamplona es una jugada que pocos vieron venir y que cierra un año que se inició con su rebelión y la de su compañero Sergio Sayas en el Congreso, al votar en contra de la reforma laboral de Pedro Sánchez, y su posterior expulsión de las filas de UPN.

Si pudiera volver atrás, ¿volvería a votar contra el acuerdo de Esparza y el PSOE?

Por supuesto. ¿Lo dice por lo de votar en contra de la reforma laboral? Sí, sí. Lo hicimos por convicción, porque éramos conscientes de lo que suponía aquel acuerdo.

Ya ha llegado al PP. ¿Le alivia haber zanjado el debate sobre qué ocurriría con ustedes?

Durante todo este tiempo se han dicho muchas cosas y el tiempo ha dejado claro que eran mentira. Se nos ha puesto de vuelta y media en todos los sitios, pero el tiempo resitúa las cosas. Siempre es mejor tener un camino claro, porque es que nosotros votamos y vino todo lo demás, no teníamos absolutamente nada previsto, aunque dijeran que teníamos algo ya montado.

Afiliado a UPN más de treinta años, representante del ala regionalista del partido, ¿se pensaba terminar en el PP?

A ver. Muchas veces, durante muchos años, hemos compartido candidaturas con el PP. Las relaciones siempre han sido buenas, y todas las rupturas han sido estratégicas, no ideológicas.

¿La de ahora también?

Sí, claro, es evidente. Es lo que ha hecho UPN: no me da para gobernar, pues rompo con PP y Ciudadanos, voy solo y a ver si el PSOE me hace algo más de caso. Pero bueno, el PSOE ya ha hablado y ha dicho que no quiere pactar con él [por Esparza].

Le recibió Bendodo, Gamarra... es entrar por la puerta grande, ¿no?

La verdad es que me han acogido muy bien, pero no se crea, tampoco hemos hablado con mucho más detalle. Lo que estaba claro era hacer una estrategia conjunta y formar un frente común, amplio.

¿El PP le ha pedido ayuda para hacer despegar la sigla en Navarra?

No, no, es que todo esto ha surgido rápido, ha surgido por las circunstancias, como quien dice. Nosotros estábamos en un segundo plano, porque el PP pensaba que iba a poder lograr un acuerdo con UPN. No tenían estrategia de hacer otra cosa que no fuera una coalición, como se dijo en su día.

Me refiero a si sus servicios al PP van a ir más allá de la candidatura.

Ah, no. De momento no me han pedido nada más que afrontar el reto más inmediato del Ayuntamiento. El tiempo dirá. No estoy afiliado al PP.

¿Ha hablado con Feijóo?

No. No he hablado con él. Con otros he tenido una relación muy continua, pero con él no he coincidido.

¿Va el PP a por el espacio de UPN?

Puff... eso de los espacios... Prefiero hablar de una bolsa de votantes muy grande, que se identifica con el centro derecha, y que cree que hay que ser alternativa a Sánchez, no muleta. Nosotros jugamos ahí y tenemos claro que los votos no son de nadie, son de las personas. El voto no es cautivo y cada persona elige en cada votación. Es fácil: puedes votar plantarle cara a Sánchez o por hacer pactos con él.

Es lo que quiere UPN. ¿Le apena verlo en su expartido?

Yo el luto lo pasé hace un año, cuando me echaron de malas maneras. Ahora han querido hacer como una segunda vuelta de mi expulsión, pero en este año han pasado muchas cosas y he superado todo eso.

¿Cómo ve la estrategia de UPN?

Equivocada. El PSOE ha elegido su camino, que es pactar con el nacionalismo, el independentismo y la extrema izquierda. Ya ha pasado la línea roja de EH Bildu, así que ha tomado un camino claro. Eso lo ha elegido el PSOE voluntariamente. Insisto, esto se plantea de forma tan sencilla como lo siguiente: puedes ser alternativa o muleta, pero yo creo que hay que combatir eso, ganarle al PSOE en una disputa electoral.

¿Cree que hay alguien en UPN que puede volver a esa posición?

Los acuerdos de UPN han sido todos por unanimidad, así que todos estarán de acuerdo. Reconozco que me ha llamado la atención, conociendo el partido, que un debate de calado como el de acudir solo a un proceso electoral se dé con esas mayorías. En UPN siempre había habido debate. Eso me ha sorprendido, pero bueno.

¿Denota que ya no hay ninguna voz interna que le lleve la contraria a Esparza?

O que todo el mundo está de acuerdo [y sonríe].

¿Todo esto hubiese sido distinto sin Esparza?

No puedes volver atrás en el tiempo. El acuerdo que Esparza gestó fue un despropósito y a la vista de los hechos que no ha sido bueno. Cada uno toma sus propias decisiones.

¿Qué posibilidades cree que tiene el PP en Navarra?

Lo único claro es que el espacio existe y hay que ocuparlo. Luego veremos el resultado. Pero lo que me transmite la calle me da ánimo.

Pérez-Nievas (Ciudadanos) apostaba que el bloque de derechas tendrá menos de 20.

La derecha tiene que intentar sacar lo máximo, pero los demás también compiten. Habrá que ver en qué parámetros se comprometen.

¿UPN quiere pactar con el PSOE?

Es que es sencillo, quieres pactar con el PSOE pero el PSOE no quiere pactar contigo. Es una estrategia. Pero a Esparza se le ve muy seguro de que va a conseguir el objetivo. Pues ya veremos.

¿Había vivido una situación de mayor distancia entre siglas como hasta ahora?

Yo creo que la situación es totalmente diferente a la de 2008. Ahora todo ha sido mucho más brusco. En 2008 hubo un debate más intenso, y mucho debate dentro del partido.

Esa brusquedad, ¿es achacable a una persona difícil como Esparza?

Lo único que me sorprendió es que sin negociar nada se quitara de encima a PP y a C’s. Si eres Esparza, puedes pensar: rompo con el PP porque van a fichar a estos. ¿Pero Ciudadanos? Porque Carlos Pérez-Nievas ya lo ha dicho, está bastante indignado con cómo se ha gestionado esto.

¿Cree que puede ser perjudicial para UPN a medio-corto plazo?

Yo recuerdo discusiones tremendas en UPN... ¡pero por cualquier cosa! Así que ahora ves el proceso y la unanimidad... no sé, estarán todos de acuerdo. Si no, no votas que sí a todo.

¿Ya no hay debate interno?

Bueno, es que si están todos de acuerdo no hay debate [sonríe].

¿Cómo se ha tomado la decisión de entrar al PP en la plataforma que encabezaron usted y Sayas?

Nosotros hablábamos con el PP a diario mucho antes de febrero de 2022. De un tiempo a esta parte, nos llaman y nos preguntan cómo nos podemos poner de acuerdo. La plataforma no es un partido político: ha servido para canalizar el apoyo que recibíamos de la calle. Pero cada uno puede hacer lo que quiere, es voluntario y no está obligado a nada.

Mientras Esparza esté al frente de UPN, ¿la interlocución va a ser imposible?

No, es que yo no fijo la interlocución con UPN. Él no tiene ni medio interés en tenerla, ¡si acaba de echar al PP y a Ciudadanos!