Begoña Galdeano y Edurne Brouard, hijas de dos víctimas de los GAL, han exigido al Gobierno español que "desclasifique" los documentos que permitan "resolver los crímenes derivados del terrorismo de Estado", después de que el exministro José Barrionuevo se haya "vanagloriado" de practicar la "guerra sucia" contra ETA.

"No necesitamos condenas genéricas que eximen a muchos de su responsabilidad", sino una "declaración inequívoca" y "al máximo nivel institucional" por parte del Gobierno español para la "asunción de responsabilidades y reconocimiento del daño causado", han destacado Begoña Galdeano y Edurne Brouard en una rueda de prensa en Bilbao.

Han anunciado que la familia de José María Larretxea Goñi, cuyo secuestro -abortado por la Gendarmería francesa en octubre de 1983- fue ordenado por Barrionuevo, "está estudiando la posibilidad de presentar una querella criminal" contra el exministro por aquellos hechos.

Las hijas de Santiago Brouard y Xabier Galdeano, asesinados por los GAL en 1984 y 1985, respectivamente, han comparecido ante los medios informativos en un acto convocado por la entidad Egiari Zor Fundazioa, que agrupa a familiares y víctimas de violencia policial.

Han leído un texto en euskera y castellano en el que subrayan que, en su entrevista en "El País", Barrionuevo "reconoce lo que llevamos denunciando décadas: que el Estado a través del Gobierno de Felipe González utilizó el terrorismo y la guerra sucia, que bajo sus órdenes actuaban como ejecutores miembros de las FSE y mercenarios a sueldo, a los que (el exministro) se refiere como compañeros que disparan desde su trinchera".

Han considerado que la Fiscalía "debería actuar de oficio" ante esta cuestión, como lo debió hacer cuando Felipe González "confesó haber tenido en su mano la decisión de volar a la cúpula de ETA", o tras la revelación de conversaciones sobre "el papel de José Luis Corcuera en el envío de cartas bombas y el asesinato del cartero Antonio Cardosa", o cuando se produjo "la muerte de Mikel Zabalza en el cuartel de Intxaurrondo".

"Si como dice el actual ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, los hechos relatados fueron actos terroristas y la verdad no prescribe, su confesión (de Barrionuevo) sobre un hecho impune y no judicializado debería derivar en la apertura de diligencias judiciales que aclaren los hechos y señalen responsabilidades", han destacado.

"Barrionuevo -subrayan- asume de manera inequívoca responsabilidades delictivas por las que nunca ha sido juzgado. Reconoce haber ordenado el secuestro de Larretxea Goñi, un intento de secuestro llevado a cabo por cuatro policías españoles que abortó la Gendarmería francesa el 18 de octubre de 1983, apenas dos días después del secuestro de Lasa y Zabala".

Han dicho que no les sorprende que la fiscalía no actúe, ya que "la Justicia española nunca ha mostrado interés en resolver los crímenes perpetrados por el terrorismo de Estado, ni los de la Triple A y el Batallón Vasco Español en la época de UCD, ni los de los GAL durante los Gobiernos del PSOE", con lo que "la impunidad ha sido la respuesta".

Las hijas de Santiago Brouard -dirigente de HB- y Xabier Galdeano -delegado de Egin en el País Vasco francés- han dicho que "ningún partido político, ningún gobierno ha asumido todavía su responsabilidad sobre estos gravísimos hechos", que a su juicio "salpican a siglas políticas, que van desde la UCD y sus herederos de Alianza Popular (hoy PP) hasta el PSOE".

Han indicado que las palabras de Barrionuevo no aportan "nada" que no supieran, pero han destacado el carácter "épico" que desprenden las palabras del exministro, quien "se sabe impune y se vanagloria de haber practicado el terrorismo".

Han agradecido la "vorágine de reacciones de rechazo" a las declaraciones del exministro expresadas por "la mayoría social y política de Euskal Herria ante la justificación pública de crímenes de Estado contra nuestros familiares", unas reacciones que han "echado de menos en numerosas ocasiones".