El sindicato ELA cree que las agresiones y los intentos de exclusión que han sufrido algunos ertzainas en los últimos días en las fiestas de las localidades vascas merecen “una condena sin ningún tipo de matiz”, son “injustificables” y “están fuera de lugar”. El secretario general, Mitxel Lakuntza, puso sobre la mesa el rechazo de su central en una entrevista concedida a Europa Press donde, sin embargo, se adentró al mismo tiempo en digresiones sobre el modelo policial, y opinó que algunas “acciones violentas” de la Ertzaintza están provocando un “rechazo” social y una segregación en los espacios públicos, aunque no quiso plantear esta reflexión como una disculpa o justificación.

Pero este matiz se aleja de la tónica general de las declaraciones de condena de los últimos días, donde la mayoría de los partidos han rechazado los ataques y han considerado que los ertzainas han sufrido esas prácticas por el mero hecho de ser policías, sin valorar si las actuaciones del Cuerpo son proporcionales o no. Ha sucedido así, incluso, con partidos que cuestionan el modelo policial. Por ejemplo, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, una coalición que criticó hace meses algunas actuaciones de la Ertzaintza al disolver botellones, evitó mezclar ambos planos y se limitó a condenar las agresiones. Al menos, así fue en una entrevista en Radio Euskadi.

Estos ataques y campañas de exclusión se están produciendo en momentos de ocio y no en operativos de servicio. Un ertzaina fue increpado y agredido de paisano en su tiempo libre en Gasteiz, a otra agente se la intentó excluir de una comida popular en Mutriku, y han aparecido pancartas en Getxo que dicen que no son bienvenidos. El Gobierno Vasco ha sostenido que estas agresiones llegan tras décadas de deslegitimación de la Ertzaintza por parte de ETA y también de la izquierda abertzale.

Lakuntza condenó “sin matices” las agresiones e insistió en que son “injustificables”. En cuanto a la presión que está recibiendo EH Bildu para que condene lo sucedido, dijo que existe “un interés partidario y electoral” por parte de algunos partidos, “de manera muy clara, por el PNV”, y que la coalición abertzale ha realizado pronunciamientos claros que muestran su posición sobre estas cuestiones.

El consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, había pedido a la cúpula nacional de la izquierda abertzale una orden estricta para que estas conductas dejen de producirse, y consideró que Arnaldo Otegi solo había respondido con evasivas. En ese sentido, estos episodios han contado con el rechazo de EH Bildu a nivel local (sin firmar una declaración de condena en Gasteiz), pero las juventudes oficiales de Sortu, Ernai, y los críticos de GKS han respaldado a los acusados. Ante estas posiciones contradictorias, Erkoreka pidió un pronunciamiento esclarecedor de la dirección nacional. Gorrotxategi también afeó a Otegi sus palabras, porque el líder de EH Bildu solo ha visto una cortina de humo para dejar de hablar de la escasez de médicos en atención primaria o de los beneficios de Iberdrola.

Lakuntza, por su parte, recalcó que los ataques son “injustificables”, y añadió que hay una realidad que “no se puede ignorar”. Según recoge Europa Press, dijo que “aquí hay acciones de la Ertzaintza, a veces con cargas que pasan también en el mundo laboral, y hay determinadas acciones violentas que generan un rechazo en una parte muy importante de la sociedad”. Por ello, en su opinión, se debe plantear un debate de fondo sobre el modelo policial porque, en una sociedad democrática, el ejercicio de esos poderes “tiene que tener mecanismos de rendición de cuentas”. “Y esos mecanismos que existen en la Er-tzaintza son muy débiles”, sostuvo, según la agencia informativa.

“Cuanto mayor sea la falta de rendimiento de cuentas, se van a fortalecer en la sociedad sectores que rechacen a la Ertzaintza. Cuestiones como esta conducen a que la Er-tzaintza esté segregada socialmente y que algunos, además, quieren que así sea”, argumentó. Sobre el análisis de ErNE, que interpreta que estas agresiones responden a un delito de odio, Lakuntza opinó que es un “desatino” y que la solución “no pasa por ahí”.

RENDICIÓN DE CUENTAS

Lakuntza insistió en que la clave pasa por un modelo policial diferente, “más democrático, con mayores mecanismos de rendición de cuentas”. “Va a llevar a una Policía con una percepción social mejorada”, defendió.

ZULO DE ETA

Localizado en Accous. Cinco depósitos de explosivos escondidos en una parcela abandonada del municipio de Accous, cerca de Iparralde en la región de Pirineos Atlánticos, fueron encontrados el mes pasado por las autoridades francesas, que atribuyen su propiedad a ETA, organización ya disuelta y desarmada, informó ayer el diario local Sud-Ouest. Los explosivos fueron hallados por un agricultor en un muro de piedra que servía de borde a una parcela aislada de ese municipio, por lo que alertó a las autoridades. Un grupo de artificieros se desplazó hasta el lugar para hacerse cargo del hallazgo, de unos 30 kilos cada bidón. Según el alcalde de la localidad, que estuvo presente en el momento de la intervención, en los mismos figuraba la mención “nitrato de amonio” en euskera. La investigación sobre el hallazgo está en manos de la Fiscalía Antiterrorista de París.