Pedro Sánchez anunció en el debate de política general ante el PNV que iba a presentar de manera inminente la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, pero hasta ahí ha llegado la comunicación con este grupo. Seis años después de que el grupo jeltzale registrara una iniciativa para reformar la ley del franquismo y sacar a la luz los documentos en 25 y 10 años, la bancada de Aitor Esteban vio ayer cómo Sánchez emprendía su camino en solitario con su propio anteproyecto de Ley de Información Clasificada sin haber informado previamente a sus filas sobre su contenido, y con unos plazos “decepcionantes”. En el caso de los altos secretos, el Gobierno español dobla los plazos del PNV al proponer medio siglo prorrogable. “Los plazos parecen exageradamente largos. No son comparables a otras democracias occidentales. En ese sentido, parece bastante decepcionante”, dijo Esteban en unas declaraciones enviadas a los medios de comunicación.

Esteban no pudo decir mucho más porque el PNV “desconoce el contenido del anteproyecto, más allá de lo publicado en los medios de comunicación”, aunque de sus declaraciones también se desprende que el PNV está dispuesto a negociar y quiere aprovechar la oportunidad de que la ley franquista sea reformada. Lo ha vivido casi como un empeño personal, y lo ha liderado durante seis años. Pero no puede decir nada más. “El Gobierno no ha mantenido ningún contacto con la representación jeltzale en el Congreso ni les ha trasladado ninguna información en los últimos meses. Publicado el texto, será el momento de analizarlo en detalle”, dijeron desde el PNV.

El PNV añadió que la presentación del anteproyecto es “buena noticia”, pero llega “muy tarde”. “Teniendo en cuenta, además, que se trata de un anteproyecto, surgen muchas dudas acerca de las posibilidades de que esta ley culmine su tramitación en la presente legislatura. Parece oportuno, por tanto, que se aceleren los plazos para no desperdiciar la oportunidad de actualizar una ley franquista y avanzar en una de las reformas estructurales que el Estado español tiene aún pendiente”, sostuvieron.

GAL

Desde EH Bildu, que acaba de respaldar la Ley de Memoria Democrática a cambio de algunos compromisos relacionados con la cesión del Palacio de la Cumbre donde fueron torturados Lasa y Zabala, se pasó del blanco al negro: pidieron de manera tajante una rectificación porque creen que no se arrojará luz sobre la guerra sucia de los GAL. Arnaldo Otegi avisó a través de Twitter de que la ley no ocultará lo que en Euskal Herria “es un secreto a voces: quién organizó la guerra sucia, quién ordenó la práctica de la tortura, y quiénes ampararon desde los medios estos hechos”. La coalición exigió al Gobierno que rectifique y ponga fin a la impunidad, y cree que el anteproyecto no cumple con la palabra dada y que seguirán sin aclararse los GAL, la tortura o los sucesos del 3 de marzo en Gasteiz y los sanfermines de 1978.

Desde ERC, Gabriel Rufián comparó el cambio entre la Ley de Secretos Oficiales y la Ley de Información Clasificada con el reemplazo de la marca Mister Proper por Don Limpio. Más País, de Íñigo Errejón, vio decepcionantes los plazos. l

El PP se postula

Pide a Sánchez que pacte la ley. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pidió a Sánchez “reconducir” su manera de hacer política: “Las políticas de Estado deben consensuarse con el PP, pero Sánchez ha roto esa tradición y busca contentar a ERC”, dijo. Gamarra se quejó de que no ha habido contactos.