El Foro Social Permanente ha dirigido una carta al director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Gasteiz, Florencio Domínguez, con el fin de evitar, por segundo año consecutivo, “la grave revictimización de las víctimas del Estado” que supuso el tratamiento en redes sociales, en agosto de 2021, de los respectivos aniversarios de Melitón Manzanas y Clément Perret. En ambos casos “se recordó su condición de víctimas de ETA, obviando cualquier mención a su carácter de victimario por sus responsabilidades en la vulneración de derechos humanos por parte del Gobierno franquista, el primero, y en el GAL el segundo”. Ello generó “una fuerte polémica”, recordó esta entidad.

En la misiva remitida al director del Centro Memorial, ente dependiente del Estado español, el coordinador del Foro Social, Agus Hernan, destaca que lo sucedido hace un año “indignó a un gran número de víctimas del Estado y colectivos memorialistas”, y reabrió el debate sobre la idoneidad de “mantener los honores a una víctima-victimario”.

Este espacio, formado por organizaciones de la sociedad civil y personas a título particular para impulsar el proceso de paz, ha remitido idénticos escritos a los representantes de los gobiernos de la CAV y Nafarroa y del Ayuntamiento de Gasteiz en el Patronato del Centro Memorial. A su juicio, “tanto los honores y condecoraciones” de estas personas como el hecho de obviar sus “responsabilidades en la vulneración de derechos humanos” suponen “una humillación”.

Memoria inclusiva

El Foro Social defiende “el derecho de todas las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, superando la discriminación que siguen sufriendo las víctimas del Estado”, y alega que “la construcción de la convivencia democrática exige desterrar actitudes que puedan generar más dolor en cualquier tipo de víctima”. “Lo hemos defendido en el caso de los ongietorris y lo reiteramos ahora”, añade.

A su juicio, un Estado democrático y sus instituciones “no pueden premiar trayectorias antidemocráticas y vulneradoras de los derechos humanos”, entre otras razones porque mantener condecoraciones a personas así supone “una burla a la propia Ley de las Víctimas del Terrorismo”. Insiste que sus trayectorias “están plagadas de hechos execrables y nada honorables”.

Apuesta por “construir una memoria inclusiva que sirva para construir una convivencia democrática, sin exclusiones y sin discriminaciones, que no deje nada de lado, ninguna víctima de vulneraciones de derechos humanos graves sin reconocer”, pero que “tampoco califique de honorable ninguna conducta vulneradora de derechos”.

Por todo ello, califica de “necesario y urgente recaracterizar el tratamiento que el Centro Memorial ofrece a las víctimas-victimarios” como Manzanas, Perret o Carrero Blanco, ya que la actual formulación “falta a la verdad por abordar la memoria colectiva basándose en la exclusión de una parte de la realidad”.