El Gobierno vasco cruza los dedos para que las agresiones a un ertzaina de paisano en Gasteiz y la exclusión de una agente en las fiestas de Mutriku sean la excepción y no la regla, y pide un esfuerzo para evitar que desemboque en una campaña de verano de hostigamiento a la Policía vasca. Pero la izquierda abertzale no ha realizado por ahora ningún movimiento novedoso para responder a todas las voces que le piden algún gesto para impedir que la situación vaya a más. Aunque EH Bildu ya mostró su “rotundo rechazo” a cualquier agresión por boca de su portavoz en Gasteiz, Félix González San Vicente, este martes se ha repetido un desenlace habitual: el Ayuntamiento de Gasteiz ha aprobado una declaración de condena firmada por PNV, PSE, PP y Elkarrekin, sin EH Bildu. El texto expresa la “repulsa y condena más enérgica” ante esta agresión contra un integrante de la Ertzaintza precisamente por su condición de agente. Denuncian “unos hechos inaceptables y sectarios, que no representan a una ciudad como Vitoria-Gasteiz”. Además, trasladan su apoyo total al agente y a la Ertzaintza.

La agresión a un ertzaina en la noche del domingo cuando iba a paisano en un ambiente festivo en Gasteiz ha provocado la enérgica condena del Gobierno vasco, que atribuye estos episodios a las conductas que ha fomentado durante décadas la izquierda abertzale. Al departamento de Seguridad de Josu Erkoreka tampoco se le olvida la campaña contra la Ertzaintza que lideró Ernai, las juventudes de Sortu, durante la pandemia, que incluyeron altercados en Bilbao y Gasteiz. EH Bildu no llegó a desautorizar esa campaña y también ha puesto en duda el carácter democrático de la Ertzaintza. Estos días, Ernai Gasteiz ha apoyado a los tres jóvenes que fueron detenidos por la agresión, y también lo han hecho los críticos de GKS. El Gobierno vasco cree que se busca la confrontación con la Ertzaintza dentro de esta pugna interna. Este mismo martes, el colectivo Aske Antolakundea ha convocado una concentración de apoyo a los arrestados.

Hacer "lo que está en nuestras manos"

Desde el Gobierno vasco, su portavoz Bingen Zupiria había considerado unas horas antes que “todos deberíamos poner todo lo que está en nuestras manos para impedir que se puedan repetir” estos hechos pero, muy especialmente, cree que debería hacerlo la izquierda abertzale o, de manera más genérica, “los que han tenido que ver con comportamientos sectarios en este país, se organicen de una forma u otra en estos momentos”.

Zupiria comenzó con una condena clara de los hechos y una muestra de “solidaridad”. “En este país todos sabemos quiénes en algún momento han fomentado el uso de la intolerancia y la violencia, y ha habido una corriente política que ha fomentado estos comportamientos inaceptables”, añadió. Le parecería terrible que llegara ahora un verano de agresiones y exclusiones tras muchos años de esfuerzo para asentar la convivencia y tras los años de pandemia. “Nadie tiene derecho a impedir a un semejante, sea ertzaina, profesor, médico o músico, disfrutar de sus derechos fundamentales”, zanjó. Sobre el vínculo con Bildu, apostó por impedir que estas situaciones se puedan reproducir: “Especialmente, los que han tenido que ver con comportamientos sectarios en este país, se organicen de una forma u otra en estos momentos”.