La Fiscalía Antiterrorista francesa (PNAT) ha decidido recurrir la decisión del Tribunal de Apelación de París de acordar la liberación condicional al preso de ETA Ion Parot, que cumple cadena perpetua por su participación en varios atentados en España en los años 1980 con el comando Argala.

El recurso del Ministerio Público, que se conoció este jueves, impide que Parot salga de prisión al menos por el momento y dio lugar a una convocatoria de protestas para "bloquear" el País Vasco francés por parte de colectivos abertzales.

Uno de ellos, Bake Bidea, calificó de "incomprensible" la acción de la PNAT y dijo además que resulta "intolerable" porque "aumenta el sentimiento de persecución de un preso que tiene 71 años, ha pasado la mitad de su vida entre rejas y cuya libertad no supone ningún riesgo ahora".

En un comunicado, Bake Bidea advirtió del "riesgo real" de "incrementar el sentimiento de humillación" de la sociedad vasca que desde hace más de una decena de años ha construido "las condiciones de una paz duradera en un marco democrático".

También el de "amplificar la impresión de menosprecio por el Estado (francés) y por su jefe (Emmanuel Macron) hacia este proceso de paz".

Por eso reclamó a Macron que intervenga con carácter urgente en este asunto para "acompañar" a los responsables políticos y a la sociedad civil del País Vasco francés "en la dinámica constructiva que llevan a cabo".

Ion es hermano del también preso de ETA Henri Parot, que está encarcelado en España. Fue detenido en el País Vasco francés junto a otros dos miembros del mismo comando Argala, Jakes Esnal y Frederik Haranburu justo después de la captura el 2 de abril de 1990 en Sevilla de Henri Parot.

Como los tres tienen nacionalidad francesa y entonces Francia no extraditaba entonces a sus nacionales (las cosas han cambiado con las euroórdentes dentro de la Unión Europea), fueron juzgados en París y sentenciados a cadena perpetua.

Haranburu logró obtener la liberación condicional en diciembre de 2020, pero no los otros dos, que siguen detenidos en las cárceles de Lannemezan (Esnal) y Muret (Parot), adonde fueron trasladados para estar más cerca de donde viven sus familias en el País Vasco.

En el caso de Esnal, la sala de aplicación de penas del Tribunal de Apelación de París debe pronunciarse el próximo 21 de julio sobre su demanda de liberación condicional, después de una audiencia celebrada el 19 de mayo.

Esa decisión, como la de Ion Parot, podría recurrirse ante el Tribunal Supremo.

El pasado sábado, alrededor de un millar de personas se manifestaron en Bayona (suroeste francés) para reclamar la liberación de los dos.

La concentración contó con la presencia de algunos políticos vascofranceses, como el alcalde de la ciudad y presidente de la Comunidad de Aglomeración País Vasco, el centrista Jean-René Etchegaray, o la senadora socialista Frédérique Espagnac, además de nacionalistas.

Henri Parot fue juzgado por la Audiencia Nacional de Madrid y condenado a cientos de años por su participación en el comando Argala. Sigue entre rejas, pero ya no por esos hechos (ha cumplido la pena) sino porque cuando estaba detenido se le condenó por otro asunto ocurrido cuando estaba en la cárcel.

Los abogados de los etarras encarcelados en Francia con frecuencia justifican sus demandas de liberación insistiendo en que si hubieran sido capturados en España ya estarían en la calle.