- Todas las cartas están boca arriba en la negociación de la futura Ley de Educación vasca. Los grupos registraron ayer sus alegaciones, EH Bildu sigue apostando con claridad por un acuerdo, y el lehendakari quiso ver también margen de entendimiento con Elkarrekin Podemos-IU siguiendo la senda del reciente acuerdo sobre la Ley de Igualdad.

EH Bildu registró 46 alegaciones para que la escuela pública sea el eje vertebrador de un sistema “laico”. Propone que los modelos lingüísticos desaparezcan en beneficio de un modelo único, plurilingüe, que tenga el euskera como lengua vehicular, de manera que se garantice un perfil B2 en ambas lenguas oficiales al terminar la ESO. Además, Ikoitz Arrese aseguró que los centros que reciban financiación pública tendrán que comprometerse con la laicidad, una forma de gestionar las divisiones internas que genera la concertada en la izquierda abertzale. En concreto, planteó que los centros que impartan religión y reciban fondos públicos solo puedan ofrecer como máximo el mínimo de horas que prevé la Lomloe estatal. Por otro lado, propone que la enseñanza de 0 a 3 años sea gratuita.

En cuanto a Elkarrekin Podemos-IU, las filas de Miren Gorrotxategi presentaron 29 propuestas entre las que destacan que la red pública sea “hegemónica” en un plazo de diez años, con un porcentaje del 65%. El grupo consideró que la elevada presencia de la concertada es lo que provoca una “segregación escolar cada vez más acuciante”. Defendió también las oficinas municipales de matriculación. En cualquier caso, aclaró que no pone “líneas rojas” y quiere alcanzar un pacto de “país”. “Haremos todo lo posible por alcanzarlo, queremos ensanchar al máximo las zonas de confluencia”, dijeron. El PP ya había registrado sus propuestas sobre la “libertad” para estudiar en castellano.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, aceptó la mano tendida de Gorrotxategi en el pleno y se mostró “convencido” de que, si su gobierno ha podido alcanzar un acuerdo en la Ley de Igualdad con Podemos, serán “capaces de alcanzar un pacto educativo”. Gorrotxategi le había reprochado que el borrador está repleto de “ambigüedades”, y Urkullu defendió la autonomía de los centros, la convivencia y la diversidad.