Irun - Tras la ruptura del pacto de gobierno entre el PSE y el PNV de Irun en enero de 2018, los jeltzales han ejercido de oposición en la ciudad bidasotarra. A pesar de que la relación política entre ambas formaciones seguía siendo tensa tras las elecciones municipales del pasado mes de mayo, el nuevo escenario municipal y el discurso de investidura del alcalde, el socialista José Antonio Santano, en el que recalcó el diálogo como herramienta de entendimiento, parecían dar esperanzas para una posible reconciliación política. Los acuerdos paralelos alcanzados recientemente entre el equipo de gobierno y los grupos municipales de Elkarrekin Podemos y EH Bildu para la aprobación de los presupuestos municipales apuntan en otra dirección.

¿En qué estado se encuentran a día de hoy las relaciones con el equipo de gobierno de Santano?

-En primer lugar me gustaría hacer una aclaración, una distinción entre lo que son las diferencias personales y las políticas. Lo digo porque se ha venido extendiendo la idea de que hay diferencias personales entre el alcalde José Antonio Santano y yo, y eso no es así, al menos por mi parte. Mantengo una relación personal cordial con el alcalde, así como con el resto de concejales del grupo socialista. Ahora bien, no comparto su forma de hacer política ni su proyecto de ciudad para Irun.

¿Cuál es su visión del desarrollo de las últimas negociaciones presupuestarias?

-En las negociaciones nosotros hemos mantenido una actitud de diálogo y acuerdo, siempre lo hemos hecho así y es lo que defendemos. No obstante, hemos comprobado que el partido socialista, una vez más, ha preferido poner por delante sus intereses y contravenir la norma acordada: han rechazado al PNV, la segunda fuerza en el Ayuntamiento, y han preferido pactar con Elkarrekin Podemos y EH Bildu. De esa manera lo que han conseguido es romper la vigencia en la ciudad del pacto establecido en Euskadi.

¿El Gobierno les dio alguna información de cómo se estaban desarrollando las negociaciones con otros grupos?

-Nosotros en ningún momento supimos que se estaban desarrollando negociaciones con otros grupos hasta el 20 de enero, cuando el delegado de Hacienda (Miguel Ángel Páez) nos comunicó que habían cerrado un acuerdo con otro grupo, sin dar más detalles.

El delegado de Hacienda mantiene que estuvieron a punto de llegar a un acuerdo. ¿Es eso cierto?

-Por nuestra parte la voluntad de acuerdo siempre ha estado ahí; por parte del partido socialista no ha sido así, no hay más que hacer un repaso de los hechos. Nosotros realizamos dos propuestas, una inicial, y otra más rebajada, el 3 de enero, con la intención de llegar a un acuerdo para desbloquear la situación y poder avanzar. En la reunión que mantuvimos con Páez el viernes 17 de enero, el delegado nos comunicó que podrían aceptar nuestra propuesta haciendo solo unos ajustes que no habrían sido difíciles de resolver. Para nuestra sorpresa, lo que aquel día era un sí, el lunes 20 era un no. Eso demuestra que la predisposición del partido socialista era absolutamente ficticia.

El pasado martes finalmente se aprobaron los presupuestos de Irun para el ejercicio 2020 con los votos a favor del PSE, E-Podemos y EH Bildu, el rechazo del PP y la abstención de su grupo. ¿Por qué tomaron esa decisión?

-Porque somos responsables y coherentes con lo que decimos. Nunca defenderemos el no por el no; antes que eso está la necesidad de que Irun avance. Ese es nuestro marco de juego. Ante el rechazo del PSE a nuestra propuesta, fuimos analizando detalladamente las decenas de enmiendas de los demás grupos que se habían presentado, identificando cuáles podrían encajar en nuestro proyecto de ciudad.

¿Con qué fin?

-Para votar a favor de las mismas, así lo hicimos. Al final del Pleno de presupuestos, valoramos el resultado final y decidimos inclinarnos por la abstención; aunque las cuentas no responden a muchas de las necesidades urgentes de la ciudad, es cierto que tras incluir las enmiendas de la oposición consideramos que el documento incluía medidas positivas para la ciudad.

A pesar de todo lo que ha ocurrido, Páez sigue diciendo que la puerta del diálogo continúa abierta. ¿Cree que es posible una reconciliación entre su grupo y el socialista?

-El delegado dice muchas cosas, pero las palabras bonitas no sirven de nada si después no se demuestran o, incluso diría yo, si se demuestra lo contrario. Sin ir más lejos, en el presupuesto aprobado ni siquiera se ha incluido la partida económica a la que el alcalde se comprometió en el Pleno del 15 de enero para el encargo de una ordenación de todo el espacio ferroviario del proyecto Vía Irun. El señor Santano no cumple sus compromisos, por tanto, no es de fiar. Sin embargo, para nosotros la política es diálogo, acuerdo y búsqueda de soluciones; queremos que la ciudad progrese para mejorar el día a día de las personas. En esa línea seguiremos trabajando, y cuando lleguen propuestas en beneficio de la ciudad las apoyaremos, vengan del color político del que vengan.

Ahora que el PNV de Irun ha sido liberado del pacto global con el PSE en Euskadi, ¿cómo se plantea su papel como oposición?

-Creo que este último Pleno de presupuestos ha marcado un antes y un después, ya de manera explícita. Parece que emerge una nueva alianza política en la ciudad, formada por el PSE, Elkarrekin Podemos y EH Bildu. Aún en esa circunstancia vamos a seguir ejerciendo nuestro papel de oposición constructiva y como alternativa al agotado proyecto político del alcalde Santano.