Donostia - Ataques como el que ha sufrido la placa en memoria de Gregorio Ordóñez no son nuevos. Hace pocos meses, las placas que recuerdan a Juan María Araluce, su chófer y sus escoltas en la Avenida de la Libertad fueron atacadas en varias ocasiones, y la propia tumba del exedil del PP también fue objeto de un ataque en 2007, por el que dos menores fueron condenados a limpiar pintadas.

En enero de aquel año, un grupo de jóvenes accedió al cementerio de Polloe en una tarde en la que se cruzaron varios contenedores en el barrio de Egia, y destrozó los ramos y las coronas de flores que se habían depositado sobre la tumba del exportavoz popular en el Consistorio donostiarra.

Entonces fueron detenidas tres personas adultas y ocho menores, cuyas familias cuestionaron su detención desde el principio, tanto en la forma como en el fondo. El caso, instruido por el exjuez Baltasar Garzón, se derivó a la Audiencia Nacional de Madrid, que consideró aquel ataque como un delito terrorista.

El hoy juez de Vigilancia Penitenciaria y entonces juez de menores José Luis Castro, condenó a dos de los ocho menores a 70 horas de trabajos en beneficio de la comunidad al hallarles culpables de menosprecio y humillación a las víctimas. Los otros seis acusados, que acompañaban a los dos condenados la tarde de los hechos, fueron absueltos por falta de pruebas. - J. Arretxe