cOMER de una forma saludable no cuesta más. Es decir, ni es más caro ni tampoco, más laborioso. Además, es fundamental instaurar el hábito de una alimentación equilibrada desde la infancia. Esas son las principales conclusiones puestas sobre la mesa en el encuentro que abordó este tema y que contó con la presencia de Alejandro Martínez Berriochoa, director de Salud y Sostenibilidad de Eroski; Laura González, dietista y tecnóloga de alimentos del Departamento de Calidad y Nutrición de Gastronomía Baska; Itxaso Letamendi, responsable de proyecto de Salud y Deporte del Colegio Urdaneta; y Nerea Gil, endocrina de la Clínica Piniés.
Legumbres, precios, grasa vegetal, tiempo, enfermedades, etiquetado, obesidad infantil, comedores, educación, responsabilidad? Todos estos ingredientes y muchos más forman parte del menú de esta conversación entre expertos, que observan avances en la manera de alimentarse de la población, pero que también admiten que hay mucho camino que recorrer. “Una alimentación saludable es aquella que cumpla nuestros requerimientos básicos y que tenga un balance equilibrado entre la ingesta y el gasto. Eso es lo que va a hacer que un peso se mantenga dentro de lo normal”, introdujo Nerea Gil. Por su parte, Alejandro Martínez, de Eroski, hizo alusión a la “responsabilidad” que desde la cooperativa adoptan en este terreno. “Nosotros sentimos que tenemos una responsabilidad fuerte, y realmente creo que la tenemos, sobre la salud y la alimentación de toda la gente que nos tiene como proveedor principal. Y eso te sitúa en una posición de responsabilidad”, destacó. De ahí que en Eroski cuenten, en este terreno, con un “decálogo de compromisos firmes”, como señaló el director de Salud y Sostenibilidad. Porque con la alimentación no se juega.
“La base es la seguridad alimentaria y a partir de ahí, nuestro segundo compromiso habla, no solo de disponer sino de facilitar, una alimentación equilibrada y saludable; esto es promover el consumo de los alimentos que están en la parte baja de la pirámide, revisar permanentemente, en los productos de nuestra marca, su ficha técnica para reducir la sal, la grasa, sustituir grasas malas por mejores? Somos el único distribuidor que nos hemos comprometido a no tener nada de grasa de palma o de coco en ninguno de nuestros productos a lo largo de 2020. Esto es un compromiso fácil de decir, pero complejo de llevar a cabo; de hecho, vamos a tener que dar de baja algunos productos porque es imposible fabricarlos sin esa grasa. También estamos hablando de etiquetar de una manera muy clara la información nutricional, más allá de lo que la ley dice, para que de un golpe de vista sea sencillo elegir. El consumidor no está para coger cada producto, darle la vuelta, mirar la tabla, hacer su reflexión, compararlo con otro? Tiene que ser un acto rápido. Hace diez años pusimos el semáforo nutricional y ahora estamos disponiendo ya Nutri-Score, que es el etiquetado europeo más avanzado. El tercer compromiso es prevenir la obesidad infantil, con una publicidad que respete todos los códigos de comunicación y con el programa educativo con el que llevamos cinco años. Y luego también hablamos de favorecer la alimentación de aquellas personas que tienen necesidades especiales: alérgicos e intolerantes o gente que ha decidido llevar un estilo de vida diferente y ser vegano o vegetariano. Y después, tenemos otros compromisos de alimentación sostenible: eliminación de plásticos, bienestar animal, ecodiseño de envases? Hay una lista enorme. También trabajamos por la promoción de los productos locales y además, entre nuestros compromisos incluimos al precio, porque comer de una manera sana y sostenible tiene que ser algo accesible y no solo algo que algunos puedan hacer. Somos una cooperativa de consumidores y tenemos que hacerlo para todo el mundo”, resumió Alejandro Martínez.
Recogiendo esta última reflexión aportada por el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski, las expertas en nutrición constataron que “comer de una manera saludable no es más caro”. La responsable de proyecto de Salud y Deporte del Colegio Urdaneta se mostró tajante: “Ni es más caro ni más complicado. Sí hubo una época en la que costaba entrar rápido al súper y ver algo saludable que te pudieras llevar enseguida. Lo rápido era la bollería. Ahora, hay tarrinas con fruta ya cortada, jamón envasado, queso troceado? Hay montones de posibilidades. Para mí, la disculpa de que comer sano es más caro no es real”, aseveró. La endocrina Nerea Gil lo ratificó y, asimismo, admitió: “La excusa del precio y del tiempo es lo que más oigo. Muchos me dicen: Es que por la noche llego muy cansado y no tengo ganas de cocinar, entonces me saco el salchichón y el queso y ceno cualquier cosa. Pero a ver, en hacer una ensalada o una tortilla francesa no se tarda nada o en un pescado a vuelta a vuelta. Hay cosas que se pueden hacer muy fáciles. Y respecto al precio, ¿cuánto vale un kilo de vainas, de legumbres o de manzanas?”. También la dietista Laura González aportó su visión al respecto: “Creo que estamos en una época de inmediatez, de todo preparado, de no perder tiempo? Y yo creo que lo deberíamos ver como una inversión. No hablo de platos superelaborados, sino de que la cocina tradicional la deberíamos ver como una inversión en salud. Y el cocinar con los niños también es un vehículo para que los hábitos alimentarios vayan calando”. Y así la dietista dio con otra de las claves de la alimentación: la infancia.
por el buen camino Alejandro Martínez consideró que se está haciendo hincapié en la necesidad de que los niños coman bien. De hecho, Eroski tiene su propio programa para estudiantes. “Creo que estamos en un punto de inflexión. Hay una tendencia de cambio y en el entorno escolar ha habido en los últimos tiempos claramente una concienciación. Nosotros tenemos un plan educativo en colegios, que lanzamos hace cinco años y por el que han pasado 1.250.000 niños de toda España; habla de pautas de alimentación saludable en relación con la comida cotidiana, con el medio ambiente, con los derechos de la alimentación en el mundo? Y vemos que la acogida es estupenda. Los datos dicen que la obesidad infantil sigue siendo un problema, pero que la curva se está poniendo en una posición no tan mala y hay mucha diferencia en función de la clase social o del territorio”, aseguró el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski. Por otro lado, esta cooperativa también fomenta la alimentación sana entre los más pequeños con una nueva iniciativa, que echó a andar el pasado mes: Kenko, un juego interactivo en el que un dragón, a través de diversas pruebas de realidad aumentada, ayuda a comer más alimentos de los recomendados en la base de la pirámide nutricional y evitar los poco saludables.
Entre la población adulta, el panorama también va siendo más optimista, pero hay mucha tarea aún por delante. “Por ejemplo, el porcentaje de personas que come fruta y verdura ha aumentado un poco, pero aún estamos muy lejos de los objetivos. Hay un 30% de personas que no come fruta todos los días. Ya no hablamos de las cinco raciones recomendadas, sino de que ni siquiera come una. Además, actualmente consumimos cerca del doble de sal y de azúcar de lo recomendado. Hay mucho por hacer”, enfatizó Laura González. Y es que no llevar una dieta saludable puede acarrear muchos peligros. “El sobrepeso solo es una de las consecuencias, pero, sobre todo, lleva al desarrollo de diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, que al final es de lo que nos morimos: de infartos, ictus?”, apuntó la endocrina.
Por todo ello, las ayudas, las facilidades, la información veraz... que se pueda prestar para contribuir a una alimentación adecuada son muy bien recibidas. En este aspecto, Eroski puso en marcha hace unos meses el etiquetado Nutri-Score en todos sus productos. Se trata de una escala compuesta por una letra y un color que va de la A -la mejor valoración- verde oscuro a la E -la valoración menos positiva- naranja oscuro para saber de una manera inmediata el grado de calidad nutricional del alimento. “Nos decidimos por Nutri-Score después de analizar todos los sistemas de etiquetado que había en el mundo; hicimos un ejercicio muy objetivo de pros y contras y lo testamos con nuestro comité científico y luego escuchamos a los consumidores. Más de 10.000 personas participaron en ese ejercicio de escucha y más del 85% nos dijo que querían que combinásemos el semáforo nutricional con Nutri-Score. Lo cual tiene sentido porque Nutri-Score te da una visión sintetizada del producto, te lo resume todo con una letra y un color, y el semáforo te da una mirada analítica: te habla de nutrientes, de azúcar, de grasa? Son muy complementarios. Dos meses después de decidirlo, el Ministerio de Sanidad dijo que era el modelo que quería propugnar. En bromas, decimos que la ministra nos copió (risas). Y nos parece bien porque realmente lo que el consumidor debería poder es no encontrarse solo con Nutri-Score en la marca Eroski sino en todos los productos”, indicó Alejandro Martínez. Y hasta ahora, el balance de haber implantado este método informativo es favorable. “Estamos satisfechos y notando que los consumidores cada vez lo usan más. Y luego, lo que estamos viendo también es que empieza a repercutir en las ventas y eso es algo importante. Porque ponerlo para que nada cambie tampoco sirve. Los productos de A y B tienen un comportamiento mejor. Por lo tanto, vemos que no solo despierta conciencias, sino que modifica comportamientos. Y al hablar de alimentación saludable, tenemos que hablar de comportamientos sostenidos en el tiempo”, afirmó el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski.
Para las especialistas en nutrición, esta fórmula novedosa de Eroski es una buena opción. “Me parece una herramienta muy completa”, opinó Laura González. Y es que tal y como destacó Nerea Gil, “es muy importante facilitar esos datos porque no puedes esperar que todo el mundo que vaya a hacer la compra se tire tres horas mirando y calculando”.