Un guardia civil sitúa a Torra en la nave del material electoral del 1-O
Un comandante sostiene que eran vigilados por los Mossos, a quienes acusa de facilitar que hubiera votación
Donostia - Un guardia civil situó ayer a Quim Torra en las inmediaciones de una nave en Bigues i Riells, en Barcelona, donde se guardaban casi 10 millones de papeletas y 16.000 sobres con material electoral, en los días previos a su intervención el 20 de septiembre de 2017. Así lo relató de manera inespecífica en el Tribunal Supremo un brigada del Instituto Armado en una testifical donde explicó que mientras vigilaban la zona vieron que “distintas personas” entraban en dicho recinto, identificando someramente al president, así como a diputados de Tarragona, y a los que fueran responsables de Patrimonio y de Proyectos Organizativos y Territoriales de Vicepresidencia, Francesc Sutrías y Mercedes Martínez Martos, respectivamente, estos dos últimos investigados por los preparativos del 1-O. “Se vio personas que entraban y salían, algunas con cajas”, señaló.
A preguntas del fiscal Fidel Cadena narró las “tres horas” que tardó su equipo en salir de esta nave debido a que centenares de personas concentradas bloquearon las calles para impedir que se llevaran este material. Según evocó, el registro comenzó a las 9.00 horas y se desarrolló con normalidad pero empezó a sospechar que podía haber problemas para salir de allí en el transcurso de la mañana, cuando le informaron de la llegada de manifestantes con “carteles a favor del referéndum”, que vociferaban: “votaremos” o “dadnos las papeletas”. Unos concentrados que cifró en “200 o 300 personas”.
El testigo contó que el registro concluyó sobre las 14.00 horas y que los ocho furgones “cargados hasta arriba” con el material incautado tuvieron dificultades para poder abandonar la zona, una vez que traspasaron los cordones policiales. Al menos en tres ocasiones los manifestantes interrumpieron su circulación sentándose en el suelo, lanzado “latas de coca-cola o botellas de plástico llenas”, golpeando los vehículos o abalanzándose a ellos, dijo, precisando que incluso dos personas “de unos 60 años” participaron en estos actos y que un joven “simuló un atropello”. Todo ello, en un ambiente “hostil”.
Paralelamente, entre los guardias civiles que analizaron los miles de correos electrónicos incautados durante la investigación del referéndum, un comandante afirmó que los Mossos no solo facilitaron la votación en la jornada del 1-O sino que incluso llegaron a hacer seguimientos a patrullas de la Guardia Civil y Policía para controlar sus movimientos y alertar a qué colegios se dirigían para avisar a las personas allí apostadas. “Éramos vigilados para saber nuestros movimientos. Tenían órdenes. Se siguió a convoyes nuestros, se pasaron placas de matrícula de vehículos camuflados para ver si era de Policía Nacional o de Mossos, e incluso se llegó a ordenar que se enviaran fotos de los mismos”, consideró el comandante.
Asimismo, detalló los correos cruzados entre el major Josep Lluís Trapero y la cúpula política de la Policía catalana, aseverando que en ellos ya se alertaba del riesgo de violencia y altercados el 1-O. Un brigada añadió que en la Moleskine de Josep María Jové aparece una reunión de junio de 2016, a la que asisten Artur Mas, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Marta Rovira y Raúl Romeva, planteando optar por la vía unilateral.
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