EH Bildu denuncia que “torturadores” mantienen sus medallas

Donostia - La diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia denunció ayer que cerca de un centenar de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado “implicados en graves vulneraciones de derechos humanos” mantienen sus condecoraciones. Al hilo de la última polémica en torno a Billy el Niño, Beitialarrangoitia pidió que se le retire la medalla no solo a él, sino a ese centenar de agentes.

“Es hora de acabar con todo ello, es hora de quitar la condecoración no únicamente a Billy el Niño, sino a todos ellos”, dijo Beitialarrangoitia, que tras dar a conocer un trabajo de investigación, consideró que la práctica de la tortura ha estado “extendida en el tiempo”, y sobre ella el Estado “ha actuado con impunidad total y protección, tanto en el franquismo como después”.

Según denunció EH Bildu, en lugar de sancionar estas prácticas, las fuerzas del Estado han condecorado a sus presuntos responsables, e incluso en el caso de los condenados, indultado. Y citó los casos del excoronel jefe de la UCO Manuel Sánchez Corbí -indultado por el Gobierno Aznar- y el de José Domínguez Tuda, distinguido en Intxaurrondo en 1984 “junto a todos los condenados por el secuestro, torturas y muerte de Joxean Lasa y Joxi Zabala”, e indultado en varias ocasiones.

“No es más que una aproximación a lo que ha sido una actuación policial basada en la vulneración de derechos humanos, cubierta por un manto de impunidad”, resumió Beitialarrangoitia, que compareció en Donostia junto a Maribi Arregi (hermana de Joxe Arregi), Axun Lasa (hermana de Joxean Lasa), Idoia Zabalza (hermana de Mikel Zabalza), Jon Etxabe, y Elixabete Nosellas, Mikel Arrizabalaga y Josu Arrizabalaga, torturados por el excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas.

“Esto nos obliga a interpelar al Gobierno de Sánchez, para que pase de la negación de la tortura al reconocimiento de esa realidad. Todas las víctimas se merecen verdad, justicia, reconocimiento, reparación y garantías de no repetición, la sociedad las necesita para construir la convivencia futura sobre bases sólidas”, concluyó Beitialarrangoitia. - J. Arretxe