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Francia buscará a ‘Naparra’ en la zona que descartó rastrear en 2017

Iruin pide investigar la implicación del Cesid tras las declaraciones del informante que reabre el caso

Francia buscará a ‘Naparra’ en la zona que descartó rastrear en 2017

Septiembre de 2016. Tras la desaparición de Jose Miguel Etxeberria, Naparra, en 1980, la familia pidió varias veces a los tribunales que investigaran. La última, en 2016. El periodista Iñaki Errazkin trasladó a la familia la descripción de la zona en la que habría sido enterrado Naparra. El informante, que ayer se desveló que es Ramón Arnau de la Nuez y se presenta como exagente del Cesid, había apuntado a un robledal entre Brocas-les-Folges y Labrit, en Las Landas. El forense Paco Etxeberria realizó en julio un informe con dos zonas separadas por dos kilómetros que se ajustaban a la descripción.

Octubre. El Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es Ismael Moreno, acuerda reabrir el caso y emite una comisión rogatoria internacional para que la Gendarmería francesa analice “expresamente” las zonas A y B en busca del cuerpo de Naparra.

4 de abril de 2017. Tras una investigación propia, la Gendarmería traslada al abogado de la familia, Iñigo Iruin, y a Paco Etxeberria que la zona A no se ajusta a la descripción de la época y analiza in situ la zona B. El resultado es negativo y la familia queda a la espera de que las autoridades francesas justifiquen de manera oficial su decisión de analizar solo una zona pese a la orden de Moreno.

Julio de 2017. La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide archivar la causa antes de recibir la comisión rogatoria internacional.

Octubre de 2017. Llega en francés a la Audiencia Nacional el informe de la jueza, “sustentado en el atestado policial”, según dijo ayer Iruin.

Enero de 2018. Concluye la traducción de la comisión rogatoria internacional.

1 de marzo. El juez Ismael Moreno acuerda sobreseer la causa al entender justificado no haber analizado la zona A y no poder localizar a Arnau de la Nuez como había pedido la acusación en abril de 2017. La familia rechaza el archivo y presenta un recurso de reforma ante el propio Moreno, que lo desestima.

8 de mayo. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acepta el recurso de apelación que ha interpuesto la familia de Naparra y ordena a Moreno que practique todas las diligencias interesadas por la acusación particular.

Seis meses. La familia de Jose Miguel Etxeberria, Naparra, confía en que para la nueva búsqueda entre Brocas y Labrit no tengan que pasar los seis meses que transcurrieron entre la comisión rogatoria internacional de octubre de 2016 y el rastreo, el 4 de abril.

donostia - “Vamos a volver a la zona de Mont-de-Marsan”. Contundente y prudente, Iñigo Iruin, el abogado de la familia de Jose Miguel Etxeberria, Naparra, confirmó ayer que la Audiencia Nacional “ha dado la razón” a los allegados del desaparecido en 1980. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal ha ordenado buscar en la zona entre las localidades de Brocas y Labrit que no se rastreó en abril de 2017 y que coincide con la información que por escrito trasladó una persona que se identifica como “exagente del Cesid” y que, para Iruin, puede permitir además “abrir una investigación” en torno a lo que hoy es el CNI por su implicación “en el terrorismo de Estado”.

Con su decisión, la Sección Segunda de lo Penal corrige al titular del Juzgado de Instrucción número 2, Ismael Moreno, que en marzo de este año había archivado la causa. Moreno basó su decisión en dos cuestiones. En primer lugar, porque, en palabras de Iruin, vio “acertada la decisión” de la Gendarmería francesa de descartar la zona A, la primera de las dos áreas en las que el forense Paco Etxeberria consideró que era factible que pudieran encontrarse los restos de Naparra -cuya desaparición reivindicó el Batallón Vasco Español- a tenor de la descripción que el informante, cuya identidad se reveló como Ramón Arnau de la Nuez, había remitido a través del periodista Iñaki Errazkin.

Iruin consideró que, en contra del criterio de Moreno, la segunda razón para el archivo tiene recorrido aún: la vía del propio informador, cuyo manuscrito permitió reabrir el caso en 2016 y que se halla “en ignorado paradero” pese a que la acusación solicitó en abril de 2017 que se investigara la vida de Arnau de la Nuez en los 80 y también que fuera llamado a declarar a la Audiencia Nacional.

Durante su explicación de más de 20 minutos, Iruin abordó ambas cuestiones. Para la primera, el letrado se remontó hasta el mismo 4 de abril, cuando en una reunión a primera hora en Mont-de-Marsan, las autoridades galas le trasladaron a él y a Paco Etxeberria que, tras una investigación propia, habían desechado investigar en la zona A, entre los kilómetros 53 y 54 de la carretera D651.

El trabajo que se desarrolló y que la acusación valoró al final de aquel día como “exhaustivo y técnicamente correcto” se centró en la parcela B, tres zonas de unos 400 metros cuadrados en total entre los kilómetros 51 y 52 de la misma carretera.

La familia Etxeberria e Iruin decidieron esperar a leer la explicación oficial del rechazo a rastrear la zona A pese al “mandato expreso” del juez central de instrucción a la Gendarmería francesa. Tras los trabajos de abril, el informe galo llegó a Madrid en octubre -y la traducción, en enero de este año-. Mientras tanto, la Fiscalía pidió en julio de 2017 archivar la causa, aunque Moreno no atendió a la petición entonces.

“Esa decisión de la Gendarmería no se sustenta en fotografías aéreas de los años 80 como se nos dijo entonces, sino en las de 1987 de un vecino y que no se acompañan” al informe, explicó Iruin. En sus recursos, la acusación ha añadido al Juzgado “un CD con fotografías aéreas” de 1982 y de la actualidad extraídas de la web francesa geoportail.gouv.fr “que contradicen la justificación de la Gendarmería de Pau”.

Las autoridades galas trasladaron a Madrid que en la zona A, en palabras del letrado, “no hay un bosquecillo de robles como decía Paco Etxeberria, sino explotación forestal masiva de pinos, robles y álamos” ni tampoco existe un “camino transitable de acceso desde la carretera”. Según la cartografía adjunta en el CD, “se observa un bosquecillo rectangular diferenciado de la explotación forestal, paralelo al río del lugar” y al que se puede acceder por “una pista por la parte de atrás”, tanto en 1982 como ahora.

Más aún, Iruin subrayó que el informe policial “realiza dos afirmaciones claramente contradictorias y en páginas seguidas, la 39 y la 40. Por un lado, literalmente dice que ambos lugares presentan actualmente semejanzas con la información proporcionada por el informador, y en la página siguiente nos dice que los elementos de investigación en nuestra posición nos llevan a descartar la hipótesis A, cuyo estado del lugar no se corresponde en absoluto con la descripción realizada por el informador”.

Con estos argumentos, el 8 de mayo se hizo público un auto en el que, según relató Iruin, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional “acuerda que se practiquen todas las diligencias interesadas por la acusación particular” al entender que “las fotografías aéreas hacen poner en cuestión el resultado de la comisión rogatoria hecha. Consideramos conveniente que se libre una nueva comisión rogatoria para la práctica de la rogatoria en los términos que interesa la parte”, es decir, el robledal de la zona A.

En su auto, que Moreno ha asumido por ser de cumplimiento “imperativo”, la Audiencia Nacional considera que “interesa se apuren las gestiones para tratar de localizar” a Arnau de la Nuez. “El auto dice que hay que llevarlo a la sede judicial para tomarle declaración e investigar paralelamente cuál es su pasado profesional en la época de la desaparición de Jose Miguel”, tal y como había pedido la acusación y que como única respuesta recibió el historial penitenciario y penal de Arnau de la Nuez desde 1990.

“Sorprende la dificultad de localizar a una persona del que se conocen todos los datos y que no anda en la clandestinidad total”, dijo Iruin sobre un informante que, según el abogado, hace escasas fechas se ha publicado que se halla en un proceso judicial que se desarrolla en Canarias.

A la instrucción sobre la desaparición de Naparra se ha incorporado un vídeo del propio Arnau de la Nuez que “facilitó el periodista Iñaki Errazkin, en el que él se presenta como exagente del Cesid y afirma que el Cesid es conocedor del lugar en el que se encuentran los restos de Jose Miguel”.

Con la vía de Arnau de la Nuez abierta gracias al manuscrito y al vídeo, Iruin habló ayer de investigar el papel del Cesid -hoy denominado CNI- aquellos años: “Aun siendo conscientes de la dificultad, hay base bastante para solicitar una investigación en esa dirección. La intervención del Cesid en las dos generaciones de terrorismo de Estado habidas en el Estado español es hoy un dato indiscutible e inequívoco”.

“Tanto el texto manuscrito por Arnau de la Nuez, por su precisión, su concreción y el detalle que se da 37 años después de cumplidos los hechos,; como la afirmación que efectúa en la grabación de considerarse exagente del Cesid y señalar que este centro de inteligencia era conocedor de dónde se encuentran los restos de Jose Miguel, nos permiten intentar abrir esa vía”, concluyó Iruin, que llamó a ver “qué receptividad encontramos en la Audiencia Nacional”.

Regreso a Las Landas De esta manera, el entorno de Naparra volverá a esa zona de entre Brocas y Labrit en una fecha que está por determinar y que Iruin confió en que sea en un plazo inferior a los seis meses que pasaron desde la emisión de la comisión rogatoria de octubre de 2016 y los trabajos de abril de 2017, ya que la Gendarmería entonces realizó una investigación propia sobre una zona y unos años que no sería necesaria repetir.

“La Audiencia Nacional ratifica que la línea de investigación de octubre de 2016 no está agotada”, resumió Iruin, que aprovechó la comparecencia para “aclarar definitivamente” que, tras pedir información sobre Jose Miguel Etxeberria en la Audiencia Nacional, “no consta procedimiento en el que (Naparra) figure como investigado, procesado, acusado o condenado” según una providencia de Moreno fechada en febrero de 2018.

Con este escenario, el abogado de la familia convencido de que “la historia reciente de Euskal Herria no puede escribirse sin aclarar las desapariciones de Naparra, Pertur y Popo Larre”, acudirán a Las Landas “esperanzados”, aunque insistió en llamar a la “prudencia con la que se debe abordar la expectativa”.

Unas palabras similares a las de Eneko Etxeberria, hermano de Jose Miguel, que recordó las ilusiones iniciales y las emociones encontradas el pasado 4 de abril entre Brocas y Labrit. Con una nueva búsqueda en el horizonte, Etxeberria prometió “seguir hasta encontrarlo, no vamos a cejar hasta tenerlo en casa con nosotros. Parece que hay posibilidades, pero con toda la precaución y la prudencia”. Sería, recordó el cumpleaños de la madre de ambos que celebra hoy, “maravilloso que tuviera este feliz regalo”.