madrid - Una alumna del máster que cursó la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos dijo ayer a la jueza que “jamás” la vieron en clase, a pesar de que la asistencia era obligatoria, y que no sabían que fuera alumna, lo que calificó como una “auténtica vergüenza”. Cinco alumnos del máster y el director de eldiario.es, Ignacio Escolar, comparecieron ayer como testigos ante la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid que investiga las irregularidades relacionadas con el máster de Cifuentes, quien ha sido citada como investigada el próximo 26 de junio por los delitos de cohecho y falsedad documental.
Una alumna del máster explicó que durante su declaración, la jueza María del Carmen Rodríguez-Medel le preguntó si vieron a Cifuentes en la universidad o asistir a las clases, a lo que ella ha respondido: “Jamás, jamás la vimos porque ni siquiera sabíamos que estaba matriculada, ni que era alumna”.
Esta testigo señaló que “la asistencia a clases era un requisito obligatorio” y que por este motivo ella acudió siempre al aula, si bien reconoció que “apenas iban unas once o doce personas de las supuestamente 20 que había matriculadas”, aunque de esta cifra se enteró cuando estalló el escándalo. “No teníamos ni idea del número de matriculados, no sabíamos nada al respecto, solo los once o doce que íbamos a clase”, añadió.
Explicó que ella cursó “un máster en condiciones” en el sentido de que se exigía no solo asistencia a clase, sino que había que realizar exámenes, muchos trabajos y por supuesto el trabajo de fin de máster (TFM) para defenderlo luego ante un tribunal. “Era un máster exigente, por supuesto que no era regalado ni nada parecido”, aseguró la alumna, quien dijo que los profesores eran, en su mayoría, muy buenos así como el trabajo desempeñado por la Rey Juan Carlos.
Al respecto, indicó que el exdirector del Instituto de Derecho Público Enrique Álvarez-Conde, sí que la dio clase pero no porque lo recuerde sino porque al revisar sus apuntes aparecía su nombre. La alumna, abogada de profesión, lamentó todo lo sucedido en el máster, cuyas irregularidades desconocía hasta que salieron a la luz por eldiario.es. Y lo resumió así: “Es una auténtica vergüenza”. También comparecieron otros cuatro alumnos del máster, quienes iban a clase con frecuencia e hicieron todos los trabajos, exámenes y el TFM.
La titular del Juzgado número 51 empezó la investigación por la denuncia de Ángela Figueruelo, catedrática de la Universidad de Salamanca y una de las profesoras cuya firma fue falsificada, en este caso en el acta de convalidación de notas. Los próximos en declarar serán Álvarez- Conde, como investigado, y los nueve alumnos que presuntamente se beneficiaron de las convalidaciones, en calidad de testigos. - Efe