Donostia - La decisión del PNV de permitir la tramitación de los presupuestos estatales no le abrió un frente con los soberanistas catalanes, con quienes se ha mantenido en contacto en las últimas jornadas. El portavoz del PDeCAT en el Congreso de los Diputados, Carles Campuzano, no quiso entrar ayer a valorar la decisión del PNV y fuentes del grupo catalán aseguraron que “respetan” su estrategia. Campuzano se circunscribió a valorar el contenido del acuerdo sobre las pensiones, que consideró positivo. En concreto, dio la “bienvenida” a la rectificación del PP, que ha asumido el IPC para actualizar el valor de las pensiones en consonancia con las últimas reflexiones que están realizando los partidos en el Pacto de Toledo. A su juicio, la reforma de 2013 está “agotada” y estaba claro que Rajoy no contaba con el consenso necesario para mantenerla. La valoración de los socios históricos del PNV fue muy positiva, a juicio de los jeltzales. Otro diputado del PDeCAT, Ferrán Bel, defendió ayer la enmienda a la totalidad de su grupo, pero aseguró que la verdadera enmienda a la totalidad la ha presentado el PNV al conseguir que las pensiones suban con el IPC y demostrar que el Gobierno español “ha hecho el ridículo”.
En el caso de ERC, su portavoz en el Congreso, Joan Tardà, tuvo ayer una intervención incendiaria al tildar de “anticatalanes” los presupuestos, y denunció el pulso “fratricida” del Ejecutivo español contra el territorio, pero tampoco entró a criticar el acuerdo con el PNV. Tardà lanzó a Montoro que “sin la fobia catalana no presentaría estos presupuestos ni sería ministro”, ya que “es la catalanofobia lo que les permite estar en el poder, hacer crecer a Ciudadanos, que tiene paralizado al PSOE y que castiga a los amigos de Podemos”. También acusó a Rajoy de desplegar políticas que han servido para que “los ricos sean cada vez más ricos y los pobres sean cada vez más y más pobres”, por lo que rechazó unos presupuestos “low cost con los que los beneficios de la recuperación se van a las grandes fortunas y las grandes corporaciones”.
En las últimas semanas, el PDeCAT había aclarado públicamente que no vería ninguna incoherencia en que el PNV permitiera que los prespuestos superen el trámite de las enmiendas a la totalidad, porque los jeltzales nunca prometieron que tumbarían el proyecto en la primera votación, sino que dijeron que no pactarían unas cuentas con el 155 aplicándose en Catalunya. Los soberanistas catalanes esperan que el PNV utilice su influencia en Madrid para presionar a Rajoy y que no ponga obstáculos a la investidura. El propósito de JxCat y ERC es nombrar cuanto antes un Govern que pueda recuperar las instituciones catalanas de las manos del 155 y poner fin a la intervención del autogobierno por parte de Madrid. - M. Vázquez