Donostia - El exconseller de Empresa Santi Vila se ha postulado para convertirse en el candidato del PDeCAT a las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Su candidatura apuesta por la independencia, pero ajustada a derecho y basada en un referéndum pactado como el escocés, lo que supondría dar un vuelco al proceso soberanista y romper con la hoja de ruta actual. También apuesta por que la antigua Convergència se presente en solitario a los comicios, lo que supondría enterrar la coalición Junts pel Sí, donde el partido convive con ERC y representantes de los movimientos sociales. Vila se inspira en el modelo escocés, un referéndum legal y pactado, reivindica el espíritu centrista del PDeCAT, y se muestra crítico con las últimas decisiones de sus hasta hace poco compañeros de gabinete, que cree que han pecado de ingenuidad y han conducido a un callejón sin salida.
Vila ha lidiado todo este tiempo con los empresarios por sus labores al frente de la conselleria, una tarea que le habría resultado especialmente ingrata al tener que defender que la independencia unilateral no tendría coste económico. Desde el referéndum del 1 de octubre han abandonado el territorio 2.000 empresas, según sus cálculos. También cree que se ha vivido en una suerte de ficción sobre la independencia y la facilidad de construir estructuras de Estado, cuando además existe un empate técnico entre los votos independentistas y los no independentistas.
Vila emerge como el candidato preferido por buena parte del poder económico catalán, que ve en su figura la tabla de salvación que estaba esperando para evitar un escenario de inestabilidad política y económica por el procés, pero también por la posibilidad de que haya un nuevo Govern conformado por ERC y los comunes tras las elecciones. El exconseller, que rompió con Puigdemont por la declaración de independencia y su rechazo a parar las máquinas con unas elecciones autonómicas, anunció ayer a Rac1 que se presentará para “dar voz a la moderación”, y que ya ha trasladado su planteamiento en privado al presidente del PDeCAT, Artur Mas, y a la coordinadora, Marta Pascal.
Según dijo, tiene “toda la determinación, el equipo, ideas, proyectos y apoyos para intentar que el PDeCAT vuelva a ser un instrumento útil que dé voz a la gente centrista, que ve con perplejidad este desbarajuste”. Se desconoce qué apoyos orgánicos puede tener en el seno del partido. En las últimas horas se han escuchado pronunciamientos de la cúpula haciendo autocrítica por el rumbo del proceso, como hizo ayer Marta Pascal. El expresident Mas también ha sido un contrapeso importante estos días para amortiguar los pasos hacia la independencia y tratar de que fueran lo suficientemente ambiguos y pragmáticos para evitar un fiasco judicial y a nivel internacional. En algunos sectores se ha alimentado la idea de que existe un descontento larvado en el PDeCAT con Puigdemont, que fue ungido por Mas ante el veto de la CUP a su figura y, tras ese apadrinamiento, superó la sesión de investidura sin haber pasado antes el filtro de las elecciones autonómicas. A partir de ahí, algunos sectores del PDeCAT creen que ha actuado por libre, como estaría sucediendo con el viaje a Bélgica, del que no habrían sido correctamente informados. También ven con preocupación la dependencia de la CUP.
Vila confesó ayer que no le haría sentir “especialmente confortable” que hubiera una lista única del independentismo, porque “la gente está exhausta de no saber qué vota”. Por ello, añadió que su ambición es intentar aflorar nuevamente el espacio político del PDeCAT.
Su programa electoral planteará una “independencia ajustada a derecho”, la amnistía porque “es impensable que el catalanismo político y los demócratas vayan a elecciones con compañeros en prisión y el presidente con la espada de Damocles encima”, y la búsqueda de un referéndum acordado, legítimo y reconocido. Se desmarcó por completo de la hoja de ruta actual. Según dijo, “compañeros de Govern han exhibido una ingenuidad que sorprende por la edad que tienen”. “¿Dónde está la Hacienda propia, dónde está la seguridad social, el control de los puertos, de los aeropuertos y la gestión de la movilidad?”, dijo, lanzando de manera velada algunos dardos al vicepresident Junqueras, de ERC.
baile de candidatos En principio, el president Puigdemont no volverá a presentarse. Asumió el cargo con la vocación de preparar a Catalunya para un escenario de independencia y para una sola legislatura. Por ahora, suena con fuerza como sucesor el conseller de Territorio, Josep Rull. Sin embargo, la elección de uno u otro candidato va a depender de que haya lista conjunta con el resto del soberanismo, o bien que el PDeCAT se presente por separado. Si hubiera lista conjunta, todo apunta a un candidato de perfil más independiente y procedente de la sociedad civil.
En algunos medios estatales se está especulando con que aparezcan en las listas los presidentes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, aunque sería a título meramente simbólico y reivindicativo porque se encuentran en prisión provisional. ERC ya ha avanzado que se presentará a las elecciones, y la CUP lo decidirá en los próximos días.