Bilbao -El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, recordó el mensaje “de libertad y de convivencia”, lejos de “la revancha”, que quienes fallecieron en la Guerra Civil, como el poeta Estepan Urkiaga Basaraz Lauaxeta, legaron a los vascos. Zupiria se expresó así en el acto organizado en Mungia con motivo del 80º aniversario de su fusilamiento por las tropas franquistas del escritor euskaldun. “Aquellos que perdieron la guerra no tuvieron, para los que vinieron después, ningún mensaje de odio, de rencor ni de revancha. Y el mensaje y el legado que nos han dejado es de respeto a los derechos humanos, de respeto a la libertad y la convivencia, y de respeto a vivir y construir este país entre todos”, destacó.
Además de familiares de Lauaxeta hasta el cementerio de Berteiz acudieron también el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; la diputada de Euskera y Cultura, Lorea Bilbao; la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro; o el alcalde de Mungia, Ager Izagirre.
También Gasteiz recordó a Lauaxeta con una ofrenda floral en el busto en su honor, ubicado en la plaza de la iglesia del Carmen, donde se colocó una ikurriña y una bandera republicana. En el acto estuvo presente el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, acompañado por representantes de todos los partidos con representación en el consistorio; así como la teniente de diputado general de Araba, Pilar García Salazar o el presidente de las Juntas Generales alavesas, Pedro Elosegi. “Es un acto para la memoria histórica, para conocer y reconocer lo que ocurrió en el pasado y para que no se repita en el futuro y también para reparar la memoria de aquellas personas que fueron fusiladas por defender la identidad de Euskadi, la libertad y la democracia”, resumió Urtaran.
Estepan Urkiaga, Lauaxeta, nació en Laukiz pero fue en Mungia donde pasó gran parte de su niñez y juventud. Destacó por su labor como poeta y periodista. Militante nacionalista y euskaltzale, durante la Guerra Civil colaboró activamente con el Gobierno Vasco hasta que fue capturado por tropas franquistas y ejecutado en el cementerio de Santa Isabel de Gasteiz el 25 de junio de 1937, a los 32 años. -Efe/E. Press