De Belauntza, al mundo
Gipuzkoa reclama una "especialización inteligente" a sus empresas y premia la innovación de Cadinox e Iline
La innovación, tanto a nivel organizativo, como en el desarrollo de nuevos productos y tecnologías, es la base sobre la que se sustentarán muchas de las empresas del futuro en un mercado cada vez más exigente y ante el cual el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, reclamó ayer “una especialización inteligente”. Olano apostó por “desarrollar aquellos ámbitos en los que Gipuzkoa es excelente y tiene capacidad”, como pueden ser la “energía, la fabricación avanzada, la ciberseguridad, la smart mobility, la tercera edad o la gastronomía”, entre otros. La institución foral reiteró su apoyo a las empresas del territorio y a los emprendedores y planteó impulsar “cinco o seis centros de referencia” en los que especializarse para ofrecer soluciones de calidad a un mercado absolutamente globalizado.
En este marco, la patronal Adegi reconoció a dos empresas del territorio con los premios Nueva Cultura de Empresa y Nueva Empresa de Gipuzkoa, que recayeron, respectivamente, sobre Cadinox de Belauntza e Iline Microsystems, ubicada en el parque tecnológico de Miramon.
El secretario general de Adegi, José Miguel Ayerza, destacó el grado de innovación de ambas, la primera a nivel organizativo, dando un salto hacia la participación de los trabajadores en la empresa y ahondando en los valores que desde enero de 2014 quiere impulsar la patronal guipuzcoana dentro de lo que denomina nueva cultura de empresa y que se representa en la idea de “remar todos juntos”.
Nacida en 1966, Cadinox dio un golpe de timón hace cinco años, “incorporando ideas nuevas y rompedoras”, dijo su responsable, Andoni Isasti. La compañía emplea a 65 personas y es una pyme familiar que se inició como taller de soldadura para la industria papelera local de los 60 a los 80 y ha evolucionado hacia una especialización en nichos de mercado exigentes técnicamente, incorporando procesos de llave en mano y exportando actualmente un 40% de su producción a cuatro continentes. Cinco de sus trabajadores acompañaron a Isasti a recibir el premio y destacaron que en la empresa “las decisiones las compartimos y las tomamos entre todos, buscando el punto de unión porque entendemos qué es lo mejor para todos nosotros”.
salida de la incubadora El premio a la Nueva Empresa de Gipuzkoa se lo llevó Iline Microsystems, una aventura salida de la incubadora empresarial Bic Berrilan (de la mano de Jon Peón e Iñaki Sádaba) y que se integra ya en el centro tecnológico IK-4 Tekniker. Está especializada en la fabricación de sistemas para el diagnóstico in-vitro para el control de la terapia anticoagulante oral y tiene 80 trabajadores.