Son las caras nuevas en esta campaña. EH Bildu tiene a dos periodistas de EiTB al frente de sus listas en Gipuzkoa y Bizkaia, Maddalen Iriarte y Jasone Agirre, y Elkarrekin Podemos fía su estrategia al tirón electoral de Pili Zabala, hermana de una víctima de los GAL, que se ha decidido a dar el salto a la política. Este diario ha pulsado la opinión de tres expertos en comunicación y sociología para explicar qué pueden aportar estas caras nuevas en la política vasca. Coinciden en señalar que el desprestigio de la clase política, sobre todo a nivel estatal, lleva a los partidos a buscar un perfil de persona virgen a nivel político como estrategia de regeneración.
Itziar García Carretero “Lo nuevo es favorable ”
Itziar García Carretero es licenciada en periodismo. Según señala esta consultora de comunicación, “lo que ha buscado Podemos con Pili Zabala es mantener los votos que logró el 20-D y el 2-J a costa de EH Bildu. Para ello han utilizado una persona que puede ser un símbolo, una víctima del terrorismo del GAL. Lo de menos es que su perfil profesional, en este caso el que sea odontóloga. En cuanto a las candidatas de EH Bildu, Maddalen Iriarte y Jasone Agirre, son dos personas conocidas. Son dos periodistas conocidas y reconocidas, sobre todo Iriarte que ha conducido varios programas en televisión durante décadas. Por lo tanto, creo que han jugado mucho con su capacidad de comunicación y su visibilidad en su carrera profesional en los medios de comunicación”.
Para García Carretero, las dos candidatas de EH Bildu tienen el plus que les ofrece su profesión. “El hecho de ser conocidas les da un plus y, además, tienen más capacidad comunicativa, tanto verbal como no verbal. A la hora de gesticular, a la hora de argumentar y a la hora de dar titulares, siempre ayuda conocer la estrategia de comunicación. Saben cómo dirigirse al público. Quizá lo que digan otros candidatos puede estar muy bien como argumento, pero no tienen la capacidad de gesticulación, de modular la voz, de mover las manos. Esa comunicación paralingüística hay que dominarla y en el caso de Iriarte y Agirre, evidentemente les da un plus”.
En el otro lado de la balanza se sitúa el hecho de su nulo bagaje político, pero quizá en este caso también sea un punto a favor de las candidatas de la coalición soberanista y de la cabeza de lista de Podemos. “Es cierto que se les puede achacar que no tienen un bagaje político, pero también es verdad que, sobre todo, en el caso de los políticos estatales, la valoración y la reputación es pésima. Por ello, todo lo que pueden hacer las nuevas candidatas es sumar. Creo que la ciudadanía percibe lo nuevo como algo favorable ante los políticos de siempre. Hablo a nivel estatal, porque a nivel de Euskadi, el aprobado de Urkullu es un ejemplo de que las cosas son totalmente diferentes”.
A García Carretero le llama también la atención el hecho de que sean tres mujeres las cabeza de lista de EH Bildu, al igual en el PSE, y que la candidata a lehendakari por Podemos sea también una mujer. “Se ha intentado feminizar la política. Tratan de buscar al electorado femenino, que es clave. Unas de las claves de esta campaña son las políticas sociales y, dentro de ellas, la igualdad entre hombres y mujeres, la conciliación familiar, la brecha salarial. Y todo eso lo tiene más fácil de defender una mujer, que ha sido la que ha sufrido esas diferencias. Es más creíble una mujer luchando por sus derechos que un hombre luchando por los derechos de las mujeres”.
María “Buscar credibilidad”
María Silvestre es socióloga y participa en el equipo del Deustobarómetro. Según señala quien fuera directora de Emakunde en el Gobierno de Patxi López, “estamos asistiendo a la presencia de nuevos perfiles en política, personas que proceden de la sociedad civil y que no solo vienen de “acompañantes”, puesto que en muchos casos están siendo cabezas de lista. Creo que esta apuesta responde, al menos, a dos causas: por un lado, tenemos nuevas formaciones políticas -Elkarrekin Podemos y Ciudadanos- que partían de cero y que han configurado los partidos y sus equipos con gente de distintos ámbitos sociales y profesionales, algunas personas sin gran experiencia política, pero con bagaje propio en sus respectivos ámbitos de conocimiento, como Pili Zabala. Por otro lado, está la apuesta por personas ajenas a la política por parte de partidos más tradicionales, tal es el caso de las cabezas de lista de EH Bildu. En este caso, considero que la razón está en la necesidad de regenerar los partidos políticos, la oportunidad de lanzar una imagen sin hipotecas previas y, sobre todo, como respuesta al cuestionamiento que vive la actual clase política”.
A su juicio, los partidos políticos han perdido credibilidad y por eso hoy en día es mucho más difícil que el mensaje y el discurso de la clase política no sea cuestionado por parte de la sociedad. “En la búsqueda de la honestidad, pero sobre todo de una imagen de mayor credibilidad y nuevos y frescos discursos, se apuesta por personas hasta ahora ajenas a la política”, asegura.
Sobre el hecho de que estas candidatas y, seguramente futuras parlamentarias, sean neófitas en las lides políticas, esta socióloga asegura que “tarde o temprano se deja de ser nuevo en la política, eso ocurrirá cuando asuman tareas de gestión y de responsabilidad y se les pueda juzgar no solo por su imagen, su discurso y su historia previa, sino por el trabajo realizado. Además, no creo que sea un problema la falta de experiencia política previa. Todo se aprende. De hecho, considero que es necesario que los partidos políticos y la política en general, no se conciban como una profesión en si misma, como un fin en sí mismo, sino como un servicio público de carácter temporal”.
María Silvestre valora también de forma positiva la presencia de mujeres en los primeros puestos de la listas. “No creo que deba sorprendernos. De hecho, a mí me sorprende mucho más que PP y PNV no tengan ninguna mujer cabeza de lista. Las listas deben ser paritarias por ley y era un tema pendiente que, además de la paridad, las mujeres optaran a puestos en las listas de mayor representación y visibilidad”.
Jon Goikoetxea “Un camino recorrido”
Jon Goikotxea, experto en marketing, considera que se debe distinguir entre los “candidatos nuevos” y los “candidatos nuevos y mediáticos”, que tienen la ventaja de que van a tener un camino recorrido, un atajo hecho desde el punto de vista de la notoriedad. “Uno de los grandes problemas que tienen los partidos es que tengan notoriedad, que sean conocidos por la gente. Con personajes que aparecen en televisión, con perfiles medianamente conocidos, ese camino lo tienes medio andado. El problema es que con eso no tienes necesariamente todo resuelto. Puede haber candidatos muy notorios, pero la notoriedad puede ser para bien o para no tan bien. Hay personas que podían ser candidatos muy notorios, ejemplo de Eduardo Inda, pero no creo que en un ranking de popularidad saldría bien parado”, asegura.
Sin embargo, a juicio de Goikoetxea hay un aspecto técnico que deben ajustar las maquinarias de los partidos a la hora de presentar estos candidatos: que la persona elegida encaje con el ADN y la idiosincrasia del partido al que va a representar. “El candidato personifica o debe personificar los valores de la formación por la que se presenta. Y no siempre el perfil público de ese candidato encaja con los valores del partido. Ese es el problema al hora de elegir a estos candidatos”, señala.
La incógnita es saber hasta cuándo dura la novedad que suponen estas caras nuevas en el panorama político. Para Goikoetxea, el efecto sorpresa pasa muy rápidamente. “La velocidad de la comunicación hace que el periodo de caducidad sea muy corto. Ahora mismo pensamos que Podemos es un partido que lleva toda la vida y, sin embargo, a las primeras elecciones a las que se presentó fueron las de 2014. Apenas han pasado dos años. En marketing hay una regla que dice que solo hay una única oportunidad para causar una buena impresión. Aunque la notoriedad se adquiere muy rápido, también ocurre lo mismo con los estigmas. Si cometes un error, también lo vas arrastrando”, afirma.
Otra de las trabas con las que se enfrentan es la falta de bagaje político o de gestión, algo que en muchas ocasiones se antoja como esencial para un político. “La virginidad tienen esa ventaja, pero en el lado contrario también está la indefinición y el desconocimiento del registro político. Por ejemplo, en algunos momentos puede parecer que a Pili Zabala le faltan tablas, le falta praxis política. Por eso, ante la ventaja de la virginidad, a veces puedes incurrir en contradicciones o en paradojas de forma mucho más fácil que ante un candidato que se puede denominar del aparato del partido. Luego está la experiencia en la gestión. Hay partidos como el PNV que marcan de forma legítima su experiencia en la gestión por parte de sus candidatos. Es evidente que no es lo mismo gestionar un país que gestionar una comunidad de vecinos o tu propia empresa. La experiencia bien gestionada es un grado”, asegura este experto en marketing.
Goikotxea afirma que la nutrida presencia de mujeres en los primeros puestos de las listas es un mecanismo para empatizar con el público: “Me parece positivo el hecho de que la mujer, de forma natural, emerja a las primeras posiciones, pero eso no confiere más valor a estas listas. En sí mismo no tiene por que significar unos mejores resultados”.