donostia - El retroceso electoral que ha sufrido el PP en las últimas citas con las urnas, más acusado si cabe en su delegación en Euskadi, ha llevado a la presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, a desmarcarse en las últimas semanas de la hoja de ruta de Génova, cuando instó a no escudarse en la corrupción de otros para justificar los malos resultados y al reclamar no ser vistos como una mera sucursal de la formación estatal. Sin embargo, Quiroga aparcó ayer este perfil propio y exhibió un seguidismo cerrado de las tesis de Mariano Rajoy en materia de pacificación. Es decir, avaló la inacción absoluta de La Moncloa en esta materia, al tiempo que aprovechó para censurar al Gobierno Vasco, dando incluso por perdida la presente legislatura en Euskadi, con la excusa de la parálisis de la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento Vasco.
El presidente español, que encara en la recta final del año unas elecciones generales todavía pendientes de ser convocadas, ha sido meridianamente claro en lo que al fin definitivo de ETA se refiere: su prioridad es salir de la crisis y no dará ningún paso hasta que la banda, que abandonó las acciones armadas en octubre de 2011, se disuelva. De este modo, Rajoy ha fiado el final de ETA a la vía policial, de lo que dan buena cuenta las últimas operaciones y detenciones. Una postura que justificó Arantza Quiroga al afirmar, en una entrevista en Onda Vasca, que en este cuatrienio “las circunstancias han mandado” debido a la “tremenda” crisis económica. Más aún, agregó que el fin de la banda “no se hace de la noche a la mañana” y que, al igual que sucede en otros conflictos internacionales, “esto va lento”. “Hay que trabajarlo y, como los grandes acuerdos que estamos viendo en el resto del mundo, esto va en el día a día”, dijo. “Ahora tenemos unas elecciones generales y veremos qué es lo que ocurre -apostilló-, pero sí creo que es algo necesario y cada día que pasa estoy más convencida de que será la única manera de que podamos abrir una nueva etapa en Euskadi”.
Sin embargo, la presidenta del PP de la CAV se mostró mucho más intransigente con el Gobierno Vasco, pese a las múltiples iniciativas que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha puesto sobre la mesa en materia de desarme o de presos, desoídas de forma invariable desde Madrid. Señaló que “el gran reto que tiene esta sociedad es la convivencia”, una “asignatura pendiente” después de “los años tan duros y tan convulsos que hemos vivido”. En este sentido, valoró que “debemos estar (en la construcción de la convivencia) pero con unas condiciones mínimas”. Las mismas se establecieron en la legislatura pasada en el seno de la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento Vasco, pero Lakua las “desaprovechó”, según ella, por haber tenido “más en cuenta las necesidades e impedimentos de Bildu que los del resto de partidos”.
Se refería así la presidenta de los populares en la CAV al denominado suelo ético que, durante el mandato de Patxi López en Ajuria Enea, y en una Cámara vasca sin presencia de Bildu, concitó el apoyo de todos los grupos parlamentarios de cara a poner en marcha la Ponencia de Paz y Convivencia. Poco duró el consenso ya que, cuando llegó el momento de reactivar este foro en el arranque de la presente legislatura, las matizaciones expresadas por EH Bildu al suelo ético precipitaron la salida de la ponencia del PSE y que actualmente esté integrada tan solo por el PNV y la coalición abertzale. Mientras se perpetúan las negociaciones y los mensajes cruzados de cara a ampliar el consenso, es sobradamente conocido que el partido de Andoni Ortuzar no reactivará este foro mientras los socialistas no regresen al mismo.
Pese a que el PP de la CAV abandonó esta ponencia en una fase muy temprana, Arantza Quiroga puso ayer en valor las virtudes de la misma. Así, opinó que “sobre esas bases deberíamos trabajar”, lamentando a su vez que se haya “desaprovechado” la legislatura porque, a su juicio, desde el Gobierno Vasco se ha tenido más en cuenta “el criterio de Bildu, las necesidades de Bildu o los impedimentos de Bildu, que los del resto de partidos que ya habíamos dado un paso y que ya estábamos en una senda”. La dirigente popular afirmó que habría sido “muy interesante” haber mantenido “esa exigencia” a EH Bildu, en referencia al suelo ético acordado en la legislatura pasada, ya que, a su entender, si “hubiésemos sido firmes, en estos momentos Bildu también estaría sentada en esa mesa y aceptando esas condiciones”. El PP vasco tiene “el firme propósito de aportar”, aunque siempre “bajo unas condiciones mínimas”, insistió.
“Estamos a tiempo” En su intervención en Onda Vasca, Arantza Quiroga consideró que “todavía estamos a tiempo”. Explicó que, del mismo modo que el PP “en los años duros tuvo un gran compromiso por la libertad” y por lograr que los ciudadanos vascos “pudieran pensar lo que quisieran sin que les supusiera tener ningún tipo de amenaza y de exclusión”, actualmente también toca “ir construyendo una convivencia desde nuestra aportación”.
Una “confianza” que, explicó, “se ha perdido durante todos estos años de violencia y en la que nosotros tenemos nuestro firme propósito de aportar”. Dicha aportación se traduce en que “miramos hacia adelante, queremos una sociedad en la que no se vuelva a utilizar la violencia para reivindicar ni para tratar de imponer ningún proyecto político y, sobre esa base, estamos dispuestos a hablar”, concluyó la presidenta de los populares vascos.