Pamplona - Tan sólo faltaban unas horas para que el juez Castro cerrara la instrucción del caso Nóos cuando la confesión in extremis del excontable de Nóos dio un vuelco completo a la investigación. El primer arrepentido del caso, Marco Antonio Tejeiro, en un escrito dirigido a la Fiscalía acusa a Urdangarin y Torres de crear un entramado de empresas con el único fin de repartirse fondos provenientes de las administraciones públicas.

A las tres de la tarde de ayer expiraba el plazo para que las partes implicadas en el caso Nóos presentaran recursos y se diera así por cerrada la instrucción. Cuando ya parecía que nada iba a cambiar, a media mañana el fiscal anticorrupción Pedro Horrach se reunía con el juez instructor, José Castro, en el despacho de éste. Se trataba del primer encuentro entre ambos después de que en las últimas semanas el juez y el fiscal protagonizaran un airado enfrentamiento centrado en la pertinencia o no de imputar a la infanta Cristina. La expectación era máxima, pero nada hacía esperar que lo tratado durante la reunión iba a dar un vuelco completo al caso.

Horrach salía del despacho del magistrado después de 20 minutos que calificó como “cordiales” y tras los que “el procedimiento sigue su curso”. Pero durante el encuentro, el fiscal, además, hizo entrega de un escrito de ocho páginas que recoge la confesión de Marco Antonio Tejeiro, contable de Nóos hasta 2008.

rebaja de pena En la confesión, la primera del caso y fruto de un acuerdo entre Tejeiro y el Ministerio Público para obtener así una posible rebaja de la condena, desvela las maniobras delictivas llevadas a cabo a través del entramado de empresas que componían el denominado Grupo Nóos, a la que pertenece Aizoon. En palabras del excontable, la sociedad a la que pertenecía la hermana del rey Felipe VI “carecía de infraestructura personal y de medios para acometer su actividad social”, ya que no le consta que la sociedad contara con empleados que se dedicaran en exclusiva a esa tarea. Además, “todas las facturas que emitió contra el Instituto Nóos y Nóos Consultoría tenían por finalidad desviar a su favor los fondos recibidos por el Instituto Nóos”, y muchos de los empleados con los que contaba la empresa, en realidad, no existían, sino que eran ficticios. En cualquier caso, Tejeiro no hace referencia alguna a la infanta Cristina durante su confesión.

El arrepentido detalla en el escrito cómo Urdangarin y su socio constituyeron un instituto que formalmente no tenía ánimo de lucro, pero que en realidad utilizaron para enriquecerse repartiéndose a través de una red de empresas los fondos que les pagaron organismos públicos. En palabras de Tejeiro, ambos eran los “auténticos jefes y líderes del Grupo Nóos”, por lo que tenían “poder de decisión absoluto” para organizar el flujo del dinero que “se repartían” a partes iguales.

valencia y baleares El antiguo contable dio un paso más en su confesión e implica también a los gobiernos de Valencia y Baleares. Tejeiro señala que tuvo conocimiento de que los responsables de Nóos ordenaron preparar eventos para el Govern balear y organismos públicos valencianos antes de que se firmaran los convenios. Un hecho que pondría en evidencia que existía un trato de favor de los políticos y los acuerdos se cerraban al margen de los procesos reglados de contratación.

En concreto, vuelve a sacar a la palestra los casos del Valencia Summit 2004 y el Illes Balears Forums 2006 y apostilla además que no tiene constancia “de que jamás se hicieran presupuestos detallados y analíticos” para presentarlos a las administraciones que los contrataron. El confesor sostiene que “la actividad principal” de Nóos fue la organización de las dos ediciones del Illes Balears Forum y las tres de los eventos Valencia Summit, que costaron a las arcas públicas unos 6 millones de euros.

El coste Urdangarin y Torres atribuían a estos eventos estaba inflado, ya que “el coste real de la organización de los eventos fue notablemente inferior al importe recibido por los organismos públicos”. De este modo, según el antiguo contable, la entidad sin ánimo de lucro cruzó facturas falsas con entidades del propio grupo para que Urdangarin y Torres se apropiaran de los beneficios, describe.

Tejeiro explica también que Diego Torres organizó una “estructura fiduciaria internacional” que empleó para evadir capitales de Nóos, aunque desconoce si Urdangarin hizo uso de ella. Otra de sus confesiones es que parte de las personas contratadas y pagadas para intervenir en los foros sobre deporte que el Instituto Nóos organizó en Valencia y Palma no prestaron ningún servicio. Los empleados de las distintas sociedades del grupo trabajaban bajo una dirección única, independientemente para cuál estuvieran contratados, y algunos de ellos fueron empleados de manera ficticia por Urdangarin y Torres para poder repartirse las supuesta remuneraciones que estos debían percibir.

El excontable se refiere también a la presentación de facturas por servicios inexistentes a la Generalitat Valenciana en el marco de la organización de la candidatura de los Juegos del Mediterráneo, por los que Nóos cobró 380.000 euros.

Entre las confesiones, Tejeiro destaca que aunque la Casa Real pidió a Iñaki Urdangarin que dejara el Instituto Nóos en 2006, el marido de la infanta Cristina continuó haciendo negocios con Torres.

Tras estas revelaciones, el juez Castro baraja citar a declarar a mediados de este mes a Tejeiro, después de que este alcanzara un pacto con la Fiscalía Anticorrupción. Así informaron ayer fuentes de la investigación a Europa Press, que precisaron que el magistrado podría tomar declaración al imputado el 12 o el 19 de julio de cara a profundizar sobre los hechos relatados en un escrito de ocho páginas que ha entregado al fiscal anticorrupción Pedro Horrach.