"Todas las noches pienso en si a mi hijo le dio tiempo a gritar 'mamá' o sufrió, porque nunca hemos sabido nada"
Laura sigue en coma, Borja se fue a Huelva porque allí no hay tren... Pilar Manjón llama a cada víctima del 11-M por su nombre. A todas menos a la que la tiene rota, su "niño"
Bilbao - Cuesta ahondar en la herida de una víctima, pero Pilar Manjón, serena, agradece la llamada. "Después del abandono que hemos sufrido agradecemos sobremanera que os acordéis de nosotros aunque sea porque es el décimo aniversario. Quiero decir con esto que qué soledad tan sola hemos tenido".
Han pasado ya diez años desde el 11-M. Se reavivarán los recuerdos...
-Se reavivan como todos los años. Espero que ninguna víctima sufra una crisis porque ya hemos pasado por el accidente de Spanair, el tren de Santiago... Esas imágenes sí provocan un flashback, nos retrotraen a cómo vimos aquel día las ambulancias, un tren... Pero sobre los 11 de marzo solemos transitar como actos de memoria y encuentro.
¿Hay alguna imagen de aquel día que no logre borrar de su mente?
-Cuando llegan los primeros efectivos, y a El Pozo, donde mataron a mi hijo, llegaron los últimos, ponen una banderita negra si la persona está muerta, de otro color si ya no van a hacer nada... Algo que no me deja dormir ninguna noche es el dolor que me produce pensar que por la mala organización no se usara la anestesia generosa, que consiste en poner una dosis de morfina y dejarle morir en paz. Todas, todas las noches de mi vida desde entonces (se le quiebra la voz) cierro los ojos pensando en si a mi hijo le dio tiempo a gritar mamá o sufrió, porque nunca hemos sabido nada, jamás.
Los familiares fueron conducidos a Ifema. ¿Qué trato recibieron?
-Nos metieron en Ifema sin saber que debajo teníamos un tanatorio improvisado. Te llevaban a reconocer en una sala oscura enseres de tu hijo, te llamaban para que lo describieras? Todo eso vuelve hoy, pero vuelve hoy, mañana, pasado?
¿Qué fue lo que más le dolió?
-Lo que más dolor me produjo fue que me anunciaran el nombre de mi hijo por megafonía. Yo ya sabía. Tu corazón lo niega, pero somos seres racionales y yo ya llevaba allí día y medio. Pero no hace falta que me lo grite un tío por un megáfono y que cuando yo me levante de un salto, me diga: ¿A dónde va usted tan corriendo, si a fin de cuentas es reconocer un cadáver? Por favor. Era un portavoz del Samur, siempre estaba en Telemadrid dando los accidentes, pero conmigo metió la pata. ¿Qué más no se puede consentir? Todas las sectas religiosas estaban allí. No podías ni salir porque te acosaban. Era muy angustioso.
¿La llegaron a abordar a usted?
-Se me acercó una persona del Opus y me dijo que Dios me lo había mandado. Yo le dije que yo no había pedido nada y que, si se lo tenían que mandar a alguien, se lo mandaran a él. Era permanente, así que mi familia y amigos no me dejaban salir sola ni para ir al baño. Tenían miedo a que alguien más me hiciera daño.
Cuatro años después, los familiares de las víctimas del accidente de Spanair pasaron por lo mismo.
-Es que nunca se ha hecho una autocrítica de qué ocurrió. Si te pones la medalla de qué bien lo he hecho, no pones medios para rectificarlo. Por eso se repitió con Spanair. Como ellos piensan que lo hicieron bien?
¿No fueron allí las autoridades?
-Los vimos pasar de lejos, pero cuando a las dos o las tres de la mañana se oía gritar ¡Hijos de puta! en el vacío de la noche y tú sabías que habían identificado a un cadáver y se lo acababan de comunicar a la familia, ellos no estaban allí para escucharlo. Solo se nos ha grabado en el cerebro de las víctimas.
Dicen que la muerte de un hijo nunca se supera, menos en circunstancias tan terribles. ¿Ha aprendido a convivir con ello?
-Es imposible. Aprendes a andar sin una pierna que te han amputado, pero la pierna sigue doliendo. Se sobrevive. El mañana para nosotros es tan complicado, tan indeciso, que no hay mañana. No hacemos planes a largo plazo. Es como si la inmediatez nos hubiera absorbido.
Aquel día no solo perdieron la vida 191 personas, también vieron mutilada la suya sus familiares.
-Es como cuando tiras una piedra en un lago. La piedra sería el asesinado, pero luego hay círculos concéntricos, que son los padres, los hermanos, las novias, los amigos... Todo eso queda huérfano. Queda el vacío absoluto en unos círculos muy amplios. Mi hijo ya no me dará nietos, tampoco dará primos a los hijos de mi otro hijo. Un hijo es tu proyección en la vida. Te lo arrebatan de una forma tan brutal, cuando le acabas de dar un beso, y diez minutos después ya no está, que yo creo que nunca lo voy a asumir.
En su día se difundieron imágenes explícitas de algunos fallecidos. ¿Hay ahora más sensibilidad?
-Yo creo que con este gobierno no. Hace unos años fui a una exposición de víctimas en Vitoria. Lo primero que me encontré, antes de entrar, fue un bulto tapado con una manta térmica de esas con las que se tapa a los asesinados. Caí redonda. A veces no somos conscientes del dolor que producen las imágenes. Hay preciosas imágenes blancas de solidaridad, de amor, de los templos seglares en que se convirtieron las estaciones? Hay tanto y tan bonito, cómo lloraba Madrid, que no hace falta que nos recuerden que murieron destrozados por las bombas. Eso ya lo tenemos presente. Quien utiliza ese tipo de imágenes es vil.
¿Teme ver alguna estos días?
-Ya he advertido a los socios de que estos días tengan cuidado, porque en cualquier momento estás sentado en el sofá y? Todavía tenemos gente que no coge el tren, como yo, o que no puede ni oír el pi-pi-pi del cierre de puertas. Yo oigo una sirena de ambulancia, de tantas como oí aquella mañana buscando a mi hijo, y me pongo? Si ya solamente los sonidos, los olores, nos llevan a nosotros allí, no hace falta que nadie más haga un esfuerzo por llevarnos.
¿Han logrado las víctimas rehacer sus vidas? ¿Qué secuelas tienen?
-Laura sigue en coma desde el 11 de marzo y no volverá. El resto estamos peleando para que de oficio la administración reconozca en los agravamientos de secuela la situación causa-efecto. Yo no me estoy quedando más sorda porque nací así, sino porque viví un atentado y tuve un estallido timpánico. Cosas tan sencillas siempre cuestan porque se traducen a dinero. Por otra parte, seguimos teniendo las terapias psicológicas con un índice alto de intervenciones.
¿Qué es lo que más necesitan?
-Fundamentalmente dinero. Este es un atentado con heridas abiertas y se necesitan ayudas sociales. Hay desahucios de habitaciones alquiladas, frigoríficos que no se llenan, ayudas a libros escolares que se han retirado... Para eso es para lo que necesitamos dinero porque la crisis a quien más aprieta es a los más débiles. ¿Quién va a contratar a una víctima con secuelas? Nadie.
¿Todas recibieron indemnización?
-Costó mucho, fue complicado, pero prácticamente la totalidad las ha recibido. Quedan pocos flecos: alguna nacionalidad, algún reconocimiento de condición de víctima...
¿Se ha hecho justicia?
-Se hizo justicia, pero salió muy barato un atentado de la magnitud que tuvo este.
Usted ha recibido amenazas. Incluso llevó escolta.
-Ocho años he llevado escolta. Cuando llegó este gobierno, un viernes por la tarde a las siete y media me la quitó. Me llamaron para decirme: El lunes ya no tiene escolta porque ETA ya no mata. Me da un poco la risa porque, lo de que ETA ya no mata, ¿conmigo qué tiene que ver?
Un exdirigente de Nuevas Generaciones llegó a decir que dudaba de que su hijo fuera en el tren?
-Sí, me llamó tipeja. Lo que más me duele es la falsedad. Nuevas Generaciones me escribió una carta diciendo que se le había abierto un expediente disciplinario y no sé qué de expulsión y resulta que me han mandado fotos de que ha participado en un encuentro con los del PP. Pues no me mientas. Si, total, en tres párrafos pusiste quince veces España y ninguna perdón ni disculpa.
También ha recibido duras críticas en algunos medios.
-Ussía tiene fijación conmigo, el que estaba en la Cope me insultaba a diario, pero he hecho ya un caparazón y he decidido que no les voy a dar más valor que a los terroristas. Porque los terroristas pusieron las mochilas a bulto, no miraron la cara preciosa de mi niño, ni a los demás, pero estos saben dónde dan y buscan dar donde más duele. Por lo tanto, me merecen el mismo respeto que los terroristas, ninguno.
¿Qué opina del empecinamiento del Gobierno español en insistir en la posible autoría de ETA?
-Solo te voy a repetir una frase. Si ha sido ETA, ganamos las elecciones. Si no ha sido ETA, las perdemos. Firmado: Acebes. Yo creo que jamás asumieron esa derrota. Mi hijo no votó. Los 190 asesinados con mi hijo y los heridos tampoco. Mírense ustedes, hagan autocrítica, pero no pongan el foco en que por nuestra culpa perdieron unas elecciones.
¿Le ha intentado utilizar alguna vez algún político?
-No, nunca. No lo han intentado. Estoy frustrada (ríe). Maite se va a UPyD, el otro crea Vox... Y digo: Jo, ¿y yo soy la politizada? No eres politizada si eres de determinado signo. A esa conclusión ya hemos llegado.
¿Qué pediría diez años después?
-Yo quiero ser víctima de primera. No quiero ser víctima VIP porque no quiero hacer de mi condición de víctima mi vida. Cuando me hicieron víctima del terrorismo no me dieron una varita mágica, no tengo por qué decirle a ningún gobierno, ni a este ni al anterior, cuál debe ser su política en tema de terrorismo.
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