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Los cubatas de sus señorías serán a precio de mercado

el clamor social obliga a rectificar al congreso, que no subvencionará las bebidas alcoholicas

Los cubatas de sus señorías serán a precio de mercadoFoto: efe

como si se tratara de un sábado noche cuando se encienden las luces de la discoteca a las seis de la mañana, a los diputados se les acabó la fiesta. O por lo menos la subvención para ella. La mesa de la Cámara Baja decidió ayer eliminar de la lista de precios tasados las bebidas alcohólicas. Pero sólo de la lista de precios porque se podrán seguir tomando aunque ahora al mismo importe que en la calle.

Una semana ha sido suficiente para cambiar una medida que llevaba años en pie. Y hubiera seguido igual si no fuera porque la opinión pública conoció la lista de precios del bar del Congreso donde, entre otras cosas, se incluían cubatas a 3,40 euros, cócteles como el Bloody Mary a 3,45 euros y una copa de whisky DYC Reserva 8 años a sólo 4,20 euros. La diferencia respecto al precio normal corría a cargo del contribuyente.

Ahora las bebidas de alta graduación saldrán de la lista de precios tasados o, lo que es lo mismo, subvencionados, y tendrán el importe que decida la empresa adjudicataria del concurso. Esto significa que los cubatas aumentarán su precio pero seguirán existiendo dentro de las Cortes a pesar de ser un centro de trabajo. Quizá el más importante de España ya que en él se aprueban las leyes que tenemos que cumplir todos. Entre otras, por ejemplo, esa que prohibe consumir alcohol en el trabajo.

Aunque las bebidas espirituosas quedan fuera de la lista de precios, sí que habrá otras muchas subvencionadas. El café allí sí seguirá siendo para todos y a 0,85 euros, las cañas no subirán del 0,95 y el vino también mantendrá su precio actual, ése que convierte el bar del Congreso en el más barato de la capital del Estado.

Esto significa que los diputados podrán disfrutar de lo que en el diario de Estados Unidos The New York Times conocen como "placer inconfesable" y el resto del mundo llamamos kalimotxo ya que seguirá vendiéndose al asequible precio de 2,65 euros. La mala noticia para sus señorías es que el vino en vez de ser de Tetra Brick, que es el que mejor le va a esta bebida, tendrá que ser Rioja ya que es el único tinto que sirven en el Congreso a un precio de 1,65 la copa.

De la lista de precios subvencionados tampoco salen todos los relacionados con la alimentación. Esto significa que se podrá continuar consumiendo, entre otros, desayunos con café y croissant a 1,05 euros o bocadillos de tortilla de patata a 1,70 euros.

También se mantienen los precios de los menús que van desde los 9 euros en autoservicio y los 13,40 en restaurante. Un aspecto donde sí hay novedades ya que el Congreso va a estudiar la implantación de menús especiales para personas celíacas o diabéticas. Opción que hasta ahora no existía mientras que, por ejemplo, la empresa encargada del restaurante tenía la obligación de ofertar menús de dieta.

presión popular El Congreso ha rectificado pero no por voluntad propia, algo que incluso reconoció ayer el presidente de la Cámara. Jesús Posada afirmó que en el pliego "se actuó acertadamente" y mantuvo su afirmación de la semana pasada donde aseguraba que las cosas se habían "sacado de quicio".

El motivo que esgrimió Posada para quitarle importancia al asunto es que este sistema se aplica en otras dependencias públicas y que su objetivo es salvaguardar una "labor social" que afecta a los diputados pero también a los trabajadores de la Cámara, los asistentes de los grupos, los policías, los periodistas y los visitantes.

Pero parece que Posada no ha sido el único que ha seguido estos días la prensa con especial atención. Varios fueron los grupos que pidieron sacar las bebidas alcohólicas de la lista de precios limitados cuando vieron en los medios que en el bar del Congreso disponían de bebidas subvencionadas.

IU presentó un escrito a la Mesa del Congreso para que reconsideraran los precios de las bebidas alcohólicas al entender que "no es justificable" mientras que UPyD pidió dejar de destinar dinero público a ellas y ERC incluso solicitó que se dejaran de servir. Unas peticiones que realizaron después de que se publicara en la prensa una realidad que ellos pueden comprobar in situ todos los días que acuden a su trabajo en la Cámara.

Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, asumió la medida casi con resignación y aseguró que tener estas subvenciones a las bebidas alcohólicas "es algo que se había hecho siempre, pero es la típica cosa que crea malestar en los ciudadanos". Así se mostró Alonso, quien añadió que "también crea malestar en los diputados porque al final se da una imagen muy frívola de la actividad de la Cámara que no se corresponde con la realidad".

La resaca de los cubatas del Congreso podría saldarse con dificultades para encontrar una empresa que quiera asumir la gestión de los siete establecimientos que hay dentro de la Cámara. Por lo menos eso es lo que asegura su presidente, Jesús Posada, quien destacó que no es "fácil" encontrar candidatos porque es un servicio "complejo" durante muchas horas al día y mantiene unos 60 puestos de trabajo.