Donostia

lA eliminación del Contrato Programa, la limitación presupuestaria, la disminución de audiencia y el descenso de ingresos por publicidad han lastrado a EiTB en 2011 y serán los parámetros que condicionarán su funcionamiento en 2012. El ente público cierra su año más pobre en resultados y deja un futuro muy comprometido. El Gobierno de Patxi López y la particular gestión de la consejera de Cultura, Blanca Urgell, van a dejar a las radios y las televisiones públicas en uno de los peores escenarios, sobre todo teniendo en cuenta la crisis económica.

"La gestión sigue dando tumbos. Del Plan Estratégico no se acuerda nadie, de la gestión de calidad tampoco, de las directrices (y la dirección) de transparencia, menos. En el Contrato Programa, ETB ha pasado de ser la primera a la última, lo tuvo cuando nadie lo tenía y ahora que todo el mundo lo tiene resulta que ETB lo rechaza. Incomprensible. Pero incomprensible, sobre todo, desde el punto de vista del Gobierno, ¿cómo va a garantizar ahora el servicio público de radio y televisión? Antes se establecían unos objetivos de servicio, ¿qué se va a hacer ahora?", señala un experto en temas audiovisuales que, según comenta, tiene la sensación de que el Ejecutivo de López ha dejado de lado a una de las empresas más potentes de la Comunidad Autónoma Vasca y que, además, es tractora de un sector, el audiovisual, que da trabajo a muchos profesionales cualificados vascos.

negar el futuro La renuncia que hizo Blanca Urgell al Contrato Programa sorprendió en su día a propios y extraños. Mientras en Catalunya se ajustaban los presupuestos, pero no se renunciaba a este instrumento, indispensable para la gestión de cualquier empresa que tenga proyección de futuro, en la CAV se apartaba de golpe y de forma improvisada un modelo que había sido copiado por otras televisiones: "Lo más gordo, desde un punto de vista corporativo o institucional, es la renuncia al Contrato Programa, por lo que supone de renuncia a un horizonte estable de financiación y a una definición del servicio público que deben ofrecer", señalan fuentes conocedoras del sector.

Desde 2012 y hasta que acabe su mandato, Alberto Surio, director general de EiTB, va a tener que negociar la financiación y las coordenadas de funcionamiento año a año. "El Contrato Programa de carácter plurianual no sirve solo en tiempos de bonanza económica, es eficaz también en tiempo de crisis. Es un elemento de control del servicio que presta EiTB a la sociedad y tiene que justificar las inversiones del dinero que recibe del Gobierno", señalan distintas fuentes que conocen a fondo el funcionamiento del ente público vasco.

tijeretazo EiTB no es ajena a los recortes de presupuesto, pero el Gobierno de López ha metido la tijera sin compasión en los últimos dos años y medio de gestión. "El Gobierno ha reducido la subvención pública de forma unilateral sin contar con EiTB. De hecho, es sorprendente que EiTB haya seguido tomando decisiones que incrementan sus costes, muy especialmente en el ámbito de personal, y además no ha aplicado ninguna decisión de reducción estructural de sus gastos. ¿No le preocupa a la dirección el futuro de la casa?", se preguntan expertos en temas audiovisuales y las empresas del sector que llevan mucho tiempo purgando la crisis económica y la llegada de productoras ajenas a la CAV.

La actitud de EiTB va a ser "acabar el año como se pueda". Es una referencia al que acaba, 2011, pero también al que llega, 2012. Reflotar los resultados requiere muchos esfuerzos. Uno de ellos es la inversión. Este es un punto espinoso, ya que el Ejecutivo de Gasteiz no apostó nunca por EiTB como empresa pública generadora de cultura y riqueza.

Un informe encargado por Blanca Urgell ponía en tela de juicio los puestos de 150 profesionales del ente y la continuidad de Miramón como centro de producción propia. Y los trabajadores se han sentido muchas veces en el ojo del huracán. Pero también hay que mirar hacia el exterior y revisar la situación del sector audiovisual vasco. En los últimos dos años se han reducido en un 20% los puestos de trabajo en las empresas que tradicionalmente han trabajado para la televisión pública vasca.

La precaria situación de estas empresas generadoras de empleo y talento ha dejado indiferentes a los partidos que sustentan el Gobierno de López en Gasteiz. Desde la órbita de los populares vascos se ha simplificado la mirada hacia EiTB y se la ha considerado un instrumento de entretenimiento caro, nunca una fuente de riqueza económica. Es más, el partido que lidera Antonio Basagoiti ha puesto en cuestión la necesidad de su existencia en más de una ocasión.

El sector ha alzado muchas veces la voz para denunciar la falta de proyectos y la nula proyección de futuro. La renuncia al Contrato Programa fue un golpe bajo, y de igual manera se vio el presupuesto que está aprobado para 2012, de un total de 122 millones de euros. "La mayor parte se va en mantenimiento y personal. La disponibilidad para invertir en contenidos es muy limitada", señalan fuentes del sector audiovisual.

Con Rajoy proponiendo la privatización de las televisiones públicas y el Gobierno Vasco dándole la espalda sistemáticamente y poniendo palos en las ruedas, EiTB se enfrenta el próximo año a uno de sus periodos más difíciles.