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Hare 'quita' la mayoría absoluta al PP

este sistema electoral ajustaría la presencia del PP en el congresoCon la Ley d'Hont, el PP ha necesitado cuatro veces menos votos por escaño que UPyD

donostia. Victor d'Hont, un jurista y matemático belga, es probablemente, después de cada jornada electoral, una de las personas más odiadas por los partidos minoritarios. Y es que el sistema de reparto que ideó hace que, unido al sistema de circunscripciones electorales, UPyD haya necesitado 228.048 votos para lograr un escaño en el Congreso de los Diputados mientras que al PP le han sido suficientes menos de un cuarto, en concreto 58.075. O que, el PP tenga más una mayoría absoluta (concretamente el 53,14% de los escaños de la Cámara baja) pese a haber obtenido únicamente el 44,6% de las papeletas. Por ello, no es de extrañar que después de cada cita electoral, muchas voces se eleven para exigir un sistema en el que cada ciudadano contara realmente como un voto, el conocido como sistema Hare.

Y es que, en los comicios celebrados el domingo, no a todos los grupos les ha costado lo mismo hacerse con un escaño en el Congreso. El que más ha pagado ha sido UPyD, que necesitaba 228.048 votos para cada escaño, mientras que GeroaBai logró el suyo con 42.411. Pero, en contra de las críticas que aseguran que el actual sistema D'Hont beneficia a los partidos nacionalistas, al PNV le hicieron falta 64.703 papeletas para conseguir cada uno de sus cinco escaños, mientras que el PP solo precisó 58.073 y el PSOE, 63.398.

Las críticas inciden principalmente en dos aspectos. Uno, el sistema de circunscripciones electorales, que hace que el voto en las provincias o territorios menos poblados valga más que en los que tienen más habitantes. Así, por ejemplo, para que un partido logre un escaño por Bizkaia necesita 144.082 votos, mientras que en Araba es suficiente con 78.454. Las diferencias más grandes son las que existen entre la Comunidad de Madrid y Soria: en la primera cada escaño cuesta 187.030 votos, mientras que en la segunda se rebaja a 47.030. Por contra, los defensores de las circunscripciones afirman que, de no aplicarse este sistema, algunas provincias quedarían sin representación en las Cortes, algo que garantiza la Constitución pero que, por su parte, estaría también asegurado con el Senado.

Todo ello, con matices, ya que el sistema D'Hont, en sus reparto proporcional corregido -adjudica los votos residuales a las formaciones con más sufragios-, favorece a los partidos que obtienen más representación, lo que perjudica a los minoritarios.

Los resultados del pasado 20-N han vuelto a poner en entredicho este sistema de reparto, en el que, por ejemplo, UPyD, que se presentaba en todo el Estado, se ha hecho con 5 escaños frente a los 7 que ha logrado Amaiur, pese a haber logrado 800.000 votos más.

Sistema proporcional Por ello, hay muchos que apuestan por un sistema proporcional, basado en el ideado por Thomas Hare, un jurista y legislador inglés: se divide el número de votos por los diputados, lo que equivale a cuántos votos cuesta cada escaño; el número de sufragios de cada partido se divide por esa cifra. Su reparto de los votos residuales -los restos- beneficia a las formaciones más minoritarias. Es un sistema que se acerca más a que cada ciudadano equivalga a un voto. Según este sistema, el PP se habría quedado lejos de la mayoría absoluta (160 escaños, 26 menos), el PSOE se quedaría con siete menos, IU sumaría 14 más, UPyD 12, CiU tendría uno menos, Amaiur dos menos y el PNV quedaría igual.