donostia. El juez de la Audiencia Nacional Alfonso Guevara recordó ayer en sus formas a su colega Ángela Murillo, que presidió una de las vistas contra Arnaldo Otegi, al recriminar a gritos a los abogados de 15 acusados por kale borroka. La sesión acabó después de que el letrado Zigor Reizabal se fuera de la vista alegando que las defensas no habían preparado el procedimiento porque habían alcanzado una conformidad con el fiscal Luis Barroso, que finalmente no llegó a producirse.

Los cinco abogados argumentaron que habían acudido a la vista con la idea de que el acuerdo de conformidad, que sustituía la petición de 11 años de cárcel por penas de multa, contaba con "el respaldo de la Jefatura de la Fiscalía". Por ello, alegaron que sin prepararse el juicio se podía vulnerar el derecho de defensa de sus clientes. Las constantes consultas entre los abogados provocaron el enfado de Guevara, que ordenó a gritos que se callaran: "Guarden silencio. Parece que me quieren alterar, es una falta de respeto para el Ministerio Fiscal".

Iñigo Iruin detalló que las defensas habían mantenido "un proceso de diálogo" con el Ministerio Fiscal para buscar un acuerdo que impidiera la celebración del juicio. Tras ser amonestado por Guevara por llevar a la sala "conversaciones de café", Iruin solicitó la suspensión del inicio del juicio oral alegando que no habían preparado la defensa.

El juicio arrancó y en el momento del interrogatorio de Aitor Domezain, su abogado, Zigor Reizabal, anunció que se retiraba. Tras esta decisión, Guevara suspendió la vista hasta hoy y anunció su intención de denunciar a Zigor Reizabal.