madriD. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, y la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, coincidieron ayer en reclamar la urgente necesidad de llevar a cabo "una de las grandes asignaturas pendientes de la democracia española: la reforma de una Ley Electoral profundamente injusta, antidemocrática" y que, a su juicio, "beneficia a populares y socialistas" y "castiga" a los partidos nacionales minoritarios. La de ayer fue la primera de las reuniones que Lara pretende mantener con todos los grupos parlamentarios para proponer esa reforma de la LOREG, que se ha convertido en una de las fundamentales demandas políticas de esta formación desde 1986.
El líder de IU avanzó que tiene previsto reunirse en las próximas semanas con ERC, NaBai y CiU, los únicos partidos que hasta el momento han contestado a la misiva que ha remitido a todas las formaciones con representación parlamentaria para conocer su opinión sobre cómo abordar la citada reforma y poder unirles a la causa.
insoportable La representante de UPyD en la Cámara Baja explicó que la LOREG se redactó para fomentar el bipartidismo y para "pasar mejor de la dictadura a la democracia". Sin embargo, se quejó: "Si antes era injusta, ahora es insoportable".
En este punto, tanto Lara como Díez cargaron contra socialistas y populares a los que responsabilizaron de que la reforma de la citada ley aún no haya sido posible porque, según apuntaron, ambas fuerzas políticas resultan ser "las más beneficiadas". Y es que, según denunciaron, la mencionada norma "limita la igualdad" puesto que, arguyeron, el voto de los ciudadanos no vale lo mismo dependiendo de cuál sea su lugar de residencia. "Un escaño cuesta unos 57.000 votos en Palencia y alrededor de 170.000 en Madrid", puso de ejemplo Lara.
"Todos los ciudadanos que tengan la osadía de votar a un partido nacional que no sea ni PSOE ni PP están discriminados", enfatizó Díez, antes de quejarse de que a día de hoy el voto del PNV valga seis veces más que el de UPyD, cuando ambas formaciones consiguieron un 1,2% de las papeletas en las últimas elecciones.