En los vídeos domésticos de la familia Urrutia Legarreta, localizó Iñaki (Armintza, 1994) una imagen en la que su aita le echaba una pelota de plástico y él golpeaba con una pala especialmente hecha para él. Tenía dos años. “Coordinaba bien. Tanto con el balón de fútbol como con la herramienta”, afirma el pelotari. “Empecé a cuero con siete años. Íbamos al frontón de Armintza antes de que empezaran los del club”, recuerda. No tenían edad para entrar en la escuela, así que se ejercitaban por su cuenta. Dos años después inició su carrera regulada dentro del club. 

Urrutia, entretanto, fue un “híbrido”. Delantero con el balón en los pies y zaguero en la cancha. Compaginó ambas disciplinas. “Hasta los 18 estaba más centrado en el fútbol, pero nunca dejé de lado la pelota”, reflexiona. Poco a poco fue cambiando la cosa. A los 21 años estuvo parado más de un año por una rotura de labrum de la cadera y colgó las botas. “2016 fue el peor año de mi vida. Psicológicamente estaba fatal. Una vez que supe qué tenía me liberé. Poco a poco me fui adaptando al ritmo”, añade. 

Pasión familiar

En verano de 2017 disputó un torneo mixto con profesionales en Armintza. En noviembre de ese año debutó con Innpala. “Mi mejor amigo es Erik Zubiri y hemos hecho nuestra vida en el frontón del pueblo. Siempre he tenido facilidad para fijarme en los detalles en el deporte. Soy pelotari por naturaleza. Desde pequeño me picó el gusanillo”, relata.

Iñaki tiene dos hermanas mayores. Su aitite por parte de ama jugó a fútbol a buen nivel y a mano. En la familia de aita, además, hay mucha afición por la pala. “Mi aita tenía habilidad. Creo que la he heredado”, suscribe. Iban juntos al Deportivo a ver a su “ídolo” Gaubeka. Se ponía en la fila cuatro a la altura del cuatro. Sitio asignado.

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En imágenes: Ibai Pérez e Iñaki Urrutia seleccionan material en el frontón Bizkaia de Bilbao para la final del Individual de pala. JOSÉ MARI MARTÍNEZ

El pádel, una forma de vida 

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Además de ser profesional de pala, Iñaki Urrutia se dedica a dar clases de pádel. Es un deporte que le encanta. Con 23 inició su relación. “Me ha enganchado, pese a que el latigazo de la pala solo se siente en el frontón”, afirma. El ídolo de Iñaki es Agustín Tapia: “Es una gozada, pura técnica”.

A Ibai Pérez, su rival este viernes en la final del Individual, también se le da “bien”. Eso sí, aunque es zurdo, juega con la derecha. El armintzarra aspira a su primer título del Individual en su segunda final consecutiva (19.00 horas).