Pudo ganar cualquiera
La clave del partido no ha estado en ninguna parte. Con 21 iguales, la txapela podría haber ido a cualquier parte. En esta ocasión se ha ido para Leitza, como podía haber recalado en Amezketa. Ahora no hay que darle más vueltas. Creo que los dos han jugado muchísimo, pero no hay tiempo para lamentarse. Jokin tiene solo 20 años y hay que seguir para adelante. Ha empezado un poco encogido la final, se ha puesto 6-1 Oinatz, pero le ha dado la vuelta al partido. Al final estaban vacíos los dos y cualquiera podía haber ganado. Hoy estará triste, porque es normal, pero Jokin tiene que estar contento porque ha hecho un gran campeonato. Tiene mucho que mejorar, el futuro es suyo y nosotros estaremos a su lado para ayudarle en todo lo posible. Solo queda felicitar a Oinatz por la txapela que se ha llevado.