Donostia - “No tenía problema en esperar lo que hiciera falta”. Es la afirmación clave. La solución al problema de Oinatz Bengoetxea. Y la respuesta proviene de Aimar Olaizola, el que iba a ser su rival en la final del Manomanista. Sin embargo, las empresas no han esperado al leitzarra, al que la falta de tiempo para recuperarse de una fractura en el dedo índice de su mano izquierda le va a privar de disputar una final en la que Mikel Urrutikoetxea, el rival al que el leitzarra batió en semifinales (por un abultado 22-7), ocupará su puesto para medirse este domingo a Aimar Olaizola.
La Liga de Empresas se saltó su propio reglamento para conceder un aplazamiento a Bengoetxea VI (la final estaba prevista para el 14 de junio y se retrasó hasta el día 28 del mismo mes), pero hasta ahí ha llegado una flexibilidad que las empresas sí tuvieron en ediciones anteriores. Y es que la final del mano a mano se ha llegado a disputar en julio, agosto e incluso dos veces en noviembre, siempre con el objetivo de respetar a los pelotaris que se habían ganado la clasificación.
30 de noviembre de 1969 En 1969, el año en el que Juan Ignacio Retegui se convirtió en el primer campeón navarro de la historia, la final se disputó el 30 de noviembre debido a sucesivos aplazamientos de un duelo disputado en Bergara y del que el eratsundarra, tío de Julián Retegui, salió victorioso ante Luciano Juaristi, Atano X.
22 de noviembre de 1998 La otra final que se disputó en pleno invierno fue la primera en la que se vieron las caras Rubén Beloki y Patxi Eugi. Prevista para mayo, unos problemas en la mano del agoizko y la falta de sintonía entre las empresas para llegar a un acuerdo para la retransmisión televisiva provocaron que la final se disputase el 22 de noviembre. La victoria en el Atano III cayó del lado del burladés por 22-13.
7 de agosto de 1994 En 1994 también hubo un retraso. Cada finalista solicitó un aplazamiento, lo que provocó que la final entre Fernando Arretxe e Inaxio Errandonea se disputara el 7 de agosto en el Ogueta de Vitoria. Aunque la cita coincidió con la celebración de La Blanca, el frontón registró una pobre entrada. La txapela fue para Arretxe (22-12).
20 de julio de 2003 Uno de los aplazamientos más sonados fue el de 2003. Aimar Olaizola sufrió una lesión en el brazo derecho y, pese a que la final se retrasó hasta el 20 de julio, el goizuetarra no tuvo tiempo para recuperarse y claudicó ante Patxi Ruiz (22-7) en un simulacro de partido en el frontón Atano III.
4 de julio de 1993 También se disputó en julio la final de 1993. Fue Julián Retegui el que pidió un aplazamiento de 20 días para recuperarse de unos problemas físicos. Y le vino bien, ya que se impuso a Ladis Galarza (22-19) en suelo donostiarra.
3 de julio de 2011 El más reciente aplazamiento más allá del mes de junio data de hace cuatro cursos por una apendicitis aguda. Con Bengoetxea VI ya avisado de que ocuparía la plaza de Xala en la final, el lapurtarra amenazó a las empresas con acudir a los tribunales. Estas rectificaron, retrasaron la final hasta el 3 de julio y el delantero de Lekuine aprovechó el aplazamiento para completar una actuación colosal y derrotar a Aimar Olaizola (22-19) en la primera final disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao, escenario que el próximo domingo acogerá una final adulterada.