Hasta el quinto tanto, cuando el 5-7 campaba en el marcador del frontón Bizkaia, se vio a un buen Juan Martínez de Irujo, que tocó muy bien la pelota ante un contrincante como Aimar Olaizola, tan experimentado como buen pelotari. El manista de Ibero acababa bien los tantos, se mostraba con un estilo agresivo. Pero desde ese punto, con el cartón número siete en el casillero de Juan, Aimar empezó a jugar a un nivel increíble.

La segunda parte de la final del Manomanista que vimos, es con un Aimar Olaizola a pleno rendimiento. El de Goizueta rayó a un nivel enorme, jugando muy bien. Porque, como dijo Juan Martínez de Irujo en la semana previa, con la derecha tan fresca jamás le habíamos visto al de Asegarce. Aimar acertó de pleno en ofrecer las prestaciones que ofreció y Juan intentó hacer lo que pudo, pero lo tenía excesivamente complicado.

Aimar hizo un duelo perfecto: con el aire estuvo perfecto y le ha quitado casi todas de aire a Martínez de Irujo, que se ha visto superado en la mayoría de facetas del juego. Asimismo, con el saque, Olaizola II causó mucho daño, llegando a sumar seis servicios, lo que es un gran lastre para Juan en un envite de tanta importancia. Aimar le pasó por encima jugando a pelota y eso que Juan en muchos momentos jugó también a un nivel muy importante. Destacaría el gran ritmo del principio, pero cuando se igualaron... Aimar fue mejor.

A pesar de que hubiera tenido problemas en el brazo derecho, Olaizola le daba ayer como un tiro. En la cancha demostró que tiene el brazo fresquísimo y que estar parado le vino muy bien para recuperarse de los problemas que tenía. Se vio que hacía mucho daño con esa mano, tal y como hizo en otras fases del campeonato, sobre todo, cuando derrotó a Oinatz Bengoetxea, y ante Juan volvió a exhibir un brazo muy fresco con el que cruza mucho y bien el cuero. Ayer Aimar estuvo a un nivel muy grande y pasó por encima a Irujo, que no pudo hacer más. Solamente nos queda felicitarle como campeón, porque es un justo vencedor de la txapela.