Aimar Olaizola jugó muy bien y con su pelota se vio que gozaba todas. Hasta el empate a siete, Juan Martínez de Irujo estaba bien, haciendo su partido, con su pelota a gusto. Sin embargo, después jugó Juan lo que pudo, o lo que le dejó Aimar, porque estuvo a un nivel muy grande: golpeó mucho a la pelota, cogió bien altura y cuando tuvo para rematar, acabó bien. Creo que Olaizola II dominó y jugó casi perfecto.
Con su pelota se vio que el pelotari de Goizueta sacaba muy bien, lo que fundamentó en gran medida la victoria. Con el servicio enganchaba mucha pared y es difícil. A la segunda, además, se notó que gozaba mucho del golpe y con la izquierda abría huecos. En fin, casi perfecto. Ayer jugó muchísimo. Juan, por su parte, jugó bien: estuvo dentro del partido, pero Olaizola cogió ventaja y se fue en el marcador.
En este frontón y en el mano a mano cuando coges ventaja, es fácil irse en el luminoso y hacer un partido rápidisimo, como se vio ayer. Otra de las cosas que destaco de la final es que en los tantos más duros, la suerte favoreció a Aimar y en ese momento desequilibra, porque el rival sigue con su racha y te deja fuera. Así es el mano a mano.