Tras la estela de Irujo

Pamplona. "El mano a mano es el mejor campeonato de todos y tiene que ser así: el que pierda a casa y el que gane para adelante". Se refiere Irujo al formato en escalera, sin el cual reconoce que "jamás hubiera ganado la txapela del Manomanista en 2004". Fue aquel año el de su debut en el torneo pelotazale por excelencia, una competición que nunca olvidara. Encadenó siete victorias consecutivas para conquistar un entorchado al que después siguieron otros muchos.

Mikel Idoate, compañero de entrenamientos del delantero de Ibero desde hace unos meses, casi desde que el chantreano diera el salto a profesionales allá por el mes de marzo del pasado año, se apunta a la reflexión de Irujo. De palabra, pero también de obra. El joven pamplonés acumula cinco victorias consecutivas en su primera aparición en el mano a mano y se ha situado a dos de igualar el descomunal registro del ahora tetracampeón de la modalidad. Dos previas y tres eliminatorias después, habiendo dejado en la cuneta a Pascual, Laskurain, Beloki, Gonzalez y Olaizola I, el chantreano prentede emular a Irujo. Se ha colocado a su estela, aunque le queda lo más difícil. En primer lugar, desbancar en semifinales al pelotari más regular del cuadro profesional. De conseguirlo, la empresa resultaría más complicada en una hipotética final ante Olaizola II, campeón en 2005 y 2007, o Bengoetxea VI, ganador del torneo en 2008.

Aunque cercano a la proeza, Idoate no quiere ni oir hablar de ella. "Quiero disfrutar del momento", asegura. Pretende sacar partido de una situación que solo la escalera -y su calidad- ha hecho posible. Como cuando Irujo triunfó en el Manomanista hace ya siete años.